“Hola Niki cómo estás hijo? Estoy bien pero con poco tiempo antes de que me caigan. Juntate con el enano para que le diga a memi que haga una denuncia contra el papafrita gil de mierda de José. Que diga que fueron a la casa de mamá a pedir que devuelva la que me llevé. No se regalen con Santi que el gil de mierda de Julia sigue caminando. Borra el mensaje. Abrzo grande hijo“.
El mensaje de WhatsApp (bastante críptico) llegó al teléfono celular de Nicolás Tallone (28) el 13 de agosto de 2024 y lo descolocó totalmente. No tenía noticias de su padre, el empresario Gastón Tallone (52) -vinculado al puerto de Concepción del Uruguay y al tráfico de cocaína- desde el 8 de julio. Ese día, según confirmaron las cámaras del Gobierno de la Ciudad, fue secuestrado en pleno barrio de Balvanera a las 13.38.
Para el 13 de agosto, todos -pero sobre todo su familia- lo daban por muerto y existían indicios fuertes de que sus secuestradores lo habían torturado, matado, descuartizado y prendido fuego para que nunca nadie lo encontrada. De hecho sigue desaparecido.
Nicolás sospechó del mensaje.
Su padre nunca le decía “Niki”, no escribía con esas palabras. Y lo que siguió fue aun más raro: tres mensajes de voz con música de fondo que decían “Hola Niki ¿Cómo estás hijo?“; “No puedo hablar ahora estoy con los monos en Brasil los amo“; “Cualquier cosa habla con veneno“.
Parecía la voz de Gastón Tallone, pero sonaba extraña. “Para mí usaron inteligencia artificial”, le dijo Nicolás a la Policía cuando entregó los mensajes a la Justicia. El truco terminó siendo confirmado por una pericia de la División Acústica Forense de la Policía Federal.
Según el informe que recibió el fiscal federal Carlos Stornelli, a cargo de la investigación del secuestro, en los mensajes de audio “no se detectan respiraciones ni pausas para tomar aire; las combinaciones de palabras carecen de la naturalidad típica del habla espontanea; no se observa el efecto Lombard (hablar automáticamente más alto cuando se esta en ambientes ruidoso)”.
Para la Justicia, aunque se pagó un primer rescate, Tallone está muerto. No hay registros migratorios que lo muestren saliendo el país y no hizo movimientos bancarios. Su familia piensa igual. “Para mí lo mataron porque si estuviese desaparecido y si se robo plata o droga ya hubiera pagado o solucionado, por lo menos por nosotros, su familia”, declaró Nicolás.
Rosana Tallone (51) también dio su versión: “Ellos me aclararon que presumían que Gastón se encontraba en Brasil, dado que mi hermano habría ayudado al hijo de un delincuente con mucho poder en Brasil y que este en retribución lo estaría alojando en ese país. Para mí esto no puede ser, en caso de seguir vivo mi hermano se comunicaría tanto conmigo como con su hijo, sin dudarlo. Ya nos hubiera hecho saber”.
Una versión sobre el secuestro indica que Tallone se quedó o “perdió” dos grandes cargamentos de droga de algún cartel brasilero que de alguna manera también involucraba a Los Monos de Rosario. Incluso se habla de embarques de cocaína disimulados en azúcar que iban a tener como destino África.
Un secuestro de alto impacto
El secuestro de Gaston Tallone es un caso de alto impacto. Por quien era el personaje, por quienes eran sus enemigos y también la cantidad de conexiones que tiene el caso con el mudo del narcotráfico. Aunque su familia hizo un pago casi inmediato de 65 mil dólares, se le reclamaba una deuda por un cargamento de droga perdido.
El principal detenido por su secuestro es un abogado, José Uriburu (40), que se hizo famoso en pandemia por correr 42 kilómetros dando vueltas por su departamento. De manera menos mediática, Uriburu tenia una vida relacionada con el trafico de cocaína: se reunió varias veces en la cárcel de Marcos Paz con Ariel “Guille” Cantero (36) -líder de Los Monos- y en su nombre intentó hacer un pacto de paz en Rosario, tarea por la que se reunió con el entonces presidente Alberto Fernández, funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación y también de la Procunar.
Uriburu se había asociado con Tallone para hacer negocios con la terminal del puerto correntino, pero todo termino en una serie de amenazas cruzadas, denunciadas a la Justicia.
Sumados a Uriburu -involucrados con las llamadas extorsivas- cayeron dos barras de Newell’s: Alejandro “Rengo” Ficcadenti (31) y Sergio Gabriel “Bebe” Di Vanni (43), también detenidos desde septiembre pasado por los atentados contra Ángel Di María y su familia en los cuales le enviaron la cabeza de un chancho.
La frutilla de la torta apareció a fin de año. Entre Navidad y año nuevo cayó Gustavo Julia (61), hijo del Brigadier Antonio Julia, jefe del Estado mayor Conjunto durante la presidencia de Carlos Menem acusado de haber participado del secuestro.
Julia es un hombre con prontuario: estuvo preso en Europa, condenado junto con su hermano Eduardo a 13 años de prisión por intentar meter una tonelada de cocaína en España en un jet privado (2011). Ya en Argentina fue investigado por el doble crimen de Unicenter (2008) en el que dos narco paramilitares colombianos fueron fusilados en el estacionamiento del shopping. Incluso se lo detuvo en 2023 y se lo mandó a juicio oral por el contrabando de siete lingotes de oro, pero fue excarcelado y nunca se presentó a la audiencia.
Parecen muchos personajes pesado para un solo caso. Pero hay más: Tallone venia siendo investigado desde 2019 por su actividad en el puerto de Concepción de Uruguay (Corrientes), terminal que manejó como titular entre 2015 y 2018.
Esa causa fue investigada por la fiscal fiscal federal María José Minatta, Martin Uriona (Procunar) y el juez federal Pablo Andrés Seró (55). Este es el juez que el pasado 10 de enero cayó al vacío desde un edificio ubicado en el centro de la ciudad entrerriana al que había ido a ver a su madre. Un episodio sobre el que más de uno tiene dudas.
Otro detalle increíble: el auto Volkswagen Gol en el que secuestraron a Tallone no solo era de uso cotidiano de Juliá sino que se cree que perteneció a Fabian Sturn (42), un uruguayo que fue acribillado por un sicario en diciembre pasado en Recoleta y estaba implicado en una serie de vendettas narco.
Como si esto fuera poco, por el caso Tallone también esta detenido Cristian Gauna. La particularidad de este hombre es que Stornelli también lo esta investigando en una segunda causa: fuentes del Ministerio de Seguridad confiaron que de el partió (a través de un celular ilegal) el video en el que se ve a jóvenes armados amenazar de muerte a Patricia Bullrich y el gobernador de santa Fe Maximiliano Pullaro.
Sin dudas tras el secuestro de Gastón Tallone hay una maraña que promete brindar mas escándalos y sorpresas en este 2025 que recién arranca.
Los secuestradores avisaron que iba en serio de entrada, en su mensaje del 12 de julio a Nicolas Tallone: “Buenas noches cumpa, la cosa es corta. El ladrón de tu papá está acá con nosotros y está bien. O devuelven la droga y los 500 mil dólares que se robó y todo se termina y él vuelve, le robó a todos los narcos y ahora toca pagar. Si baten la cana bajamos y vamos por todos ustedes y sus ayudantes. Con la mafia no se jode”.