un cura enfrentó a un ladrón que quiso robar su casa mientras daba misa

un cura enfrentó a un ladrón que quiso robar su casa mientras daba misa

La tarea de un sacerdote es importante para difundir entre los fieles la palabra de Dios, pero en algún caso su misión puede tener aristas inesperadas. Esa es la historia de Guillermo, un párroco santafesino de 51 años, que tuvo que impedir un robo en su propia casa mientras estaba dando misa.

El hecho ocurrió el domingo pasadas las 11 de la mañana en la parroquia Espíritu Santo que está ubicada en Cochabamba al 6300, entre Cullen y Campbell, el límite entre el barrio Urquiza y el barrio Belgrano de la zona oeste de Rosario.

Durante la celebración religiosa, dos hombres ingresaron a la vivienda del cura, que se encuentra próxima a la parroquia, de la que tomaron una computadora portátil y dinero en efectivo, que eran unos 7600 pesos y 10 euros.

Una vez que terminó la misa y que la gente se estaba yendo, una mujer que estaba allí observó que una persona quería salir del terreno con una notebook y una mochila, a lo que el padre Guillermo intentó detener al ladrón, con la sotana y las sandalias puestas.

“Entraron por la puerta principal y por lo que fui deduciendo, estuvieron por toda la casa. Eran las 11:15, 11:20 de la mañana, ya había terminado la misa y yo estaba saludando a la gente”, declaró el cura para Rosario3.

El sospechoso, de 46 años, intentó escapar saltando una reja para salir a la calle, pero el cura lo agarró de una pierna. “Devolveme la computadora porque no te dejo ir”, exigió el sacerdote, tratando de evitar que se lleve a cabo el robo. Durante el enfrentamiento, que duró unos 10 minutos, cayó al pasto de la iglesia y se lastimó el pie.

El delincuente, llamado Damián Benjamín F. de 46 años, pudo saltar la pared y escapar unos 15 metros, hasta que un grupo de dos o tres vecinos que estaban ahí, alertados por los gritos que venían de la parroquia, lograron demorarlo hasta que llamaron a la policía. En primer lugar fue llevado por los oficiales al Policlínico San Martín para que lo asistan, y luego quedó detenido en la Comisaría 32° de Rosario.

“No le quería pegar, lo quería agarrar para que no se escapara”, aseguró el padre Guillermo, quien intentó evitar el robo y agregó que la pelea fue horrible. Por lo que le comentaron, los vecinos conocen al ladrón. Una vez terminado el episodio policial, Guillermo recuperó los elementos que le robaron y prestó declaración ante las autoridades.

Por último, el párroco reflexionó acerca de lo que vivió y confesó que le gustaría poder conversar con estas personas y hacerles cambiar de parecer: “Más sereno y rezando, le deseo que recapacite, pero salir y entrar (de prisión) no lo va a ayudar. Que tome un camino que lo vaya sanando. Me gustaría charlar, llamarlo a recapacitar, porque así se están arruinando”.

“Uno como católico siempre piensa en el bien de la persona, ojalá que lo vaya madurando”, concluyó el sacerdote. De alguna forma, siguió pregonando el mensaje del perdón que difunde cada domingo desde la iglesia.