Juan Trejo explora en Nela 1979 la vida de su hermana, víctima de la heroína en la Barcelona de los 70, y rescata una generación atrapada entre la rebeldía y la tragedia de la contracultura. El libro es difícil, duro. Y está dando qué hablar en una España que sigue revisando aquella década de libertad y audacia.
Nela 1979 es una novela que explora la búsqueda de identidad, la rebeldía juvenil y los límites de la familia y la sociedad en la Barcelona de finales de los 70. A través de la figura de su hermana Nela, Juan Trejo realiza una especie de viaje emocional para comprender mejor la vida de una joven que formó parte de una de las generaciones más complejas y olvidadas de la historia reciente de España.
El texto se adentra en la vida de una mujer atrapada entre las promesas de libertad de la contracultura y la cruda realidad de las drogas, además de poner sobre la mesa la contradicción de una época que celebraba la rebelión y la transgresión mientras ocultaba la devastación que esas mismas conductas podían traer consigo.
Trejo (Barcelona, 1970) es, además de escritor, profesor con una prolífica carrera. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona, fue parte del mundo literario español como miembro del consejo de redacción de la revista Lateral y codirector de la revista Quimera entre 2006 y 2009.
En el corazón de Nela 1979 sobrevuela la pregunta sobre cómo entender la muerte de esta joven, que, al igual que muchas otras y otros de su generación, cayó en la adicción a la heroína. A lo largo de la novela, el autor explora el contexto histórico de Barcelona en los años 70, una ciudad que, tras el fin del franquismo, era un hervidero de nuevas ideas, músicas, y una cierta libertad política y social que contrasta con la situación más restrictiva de otras ciudades españolas como Madrid.
El centro de la contracultura
Barcelona, en particular, se convirtió en un centro neurálgico de la contracultura, un caldo de cultivo para aquellos jóvenes que aspiraban a una vida diferente, alejada de los convencionalismos, pero al mismo tiempo eran vulnerables a los excesos y las tragedias de la época.
La primera novela de Trejo fue El fin de la Guerra Fría (2008) y fue celebrada por su enfoque innovador y su capacidad para recuperar la sentimentalidad de una forma fresca y única. Sin embargo, fue con La máquina del porvenir (2014), que ganó el X Premio Tusquets Editores de Novela, cuando Trejo alcanzó mayor reconocimiento. Además, publicó relatos en diversas antologías y trabajó en el ámbito de la traducción literaria. Entre sus libros más recientes se encuentran La otra parte del mundo (2017) y La barrera del sonido (2019).
En Nela 1979, el escritor utiliza la figura de su hermana para trazar un relato de la juventud de aquellos años: un grupo de chicos y chicas que, nacidos bajo la represión de la dictadura de Franco, vieron en la contracultura una forma de liberación. Sin embargo, esa contracultura, a menudo idealizada en retrospectiva, es desnudada por Trejo.
Él no se limita a glorificar la época; al contrario, muestra los claroscuros de la misma, como el consumo de heroína entre los jóvenes de clase media-alta, que tuvieron acceso a esta droga de forma casi romántica en su momento, pero que se convirtió rápidamente en un fenómeno devastador.
La novela es un retrato de Nela como víctima de esa realidad; y a la vez el testimonio de su lucha interna por encontrar un lugar en un mundo que no la comprendía, y de su lucha externa con una familia que nunca supo cómo gestionar su rebelión.
A través de la investigación que realiza el propio autor sobre la vida de su hermana, el libro se convierte en una reconstrucción tanto personal como histórica, donde los recuerdos fragmentados de la familia, las cartas enviadas por Nela, y las historias de sus amigos y su último novio, Valerio, van tejiendo una imagen más compleja y humana de la joven que se alejó de casa a los 17 años.
En su viaje para descubrir más sobre su hermana, Trejo explora el contraste entre la versión familiar de Nela y la imagen que surge a través de las personas que la conocieron en su tiempo de libertad y desesperación. El autor se enfrenta a sus propios prejuicios familiares y genera una reflexión más amplia sobre cómo se percibió a los jóvenes de la época, especialmente aquellos que no encajaron en los moldes tradicionales.
Una ciudad en ebullición
Uno de los aspectos más poderosos de Nela 1979 es la manera de reconstruir la Barcelona de esos años, una ciudad que estaba en ebullición cultural. La transición política, la liberación sexual, la aparición de los movimientos okupas, y la irrupción del punk y otras subculturas forman el trasfondo de esta novela.
A través de la figura de Nela y su entorno, Trejo lleva al lector a una época en la que el joven podía soñar, imaginar y hasta intentar transformar su vida, aunque el destino fuera cruelmente diferente para muchos de ellos. En este contexto, la heroína no solo representaba una fuga, sino también un idealismo distorsionado, asociado erróneamente a la libertad y a la vanguardia artística.
Al final, esta novela es una reflexión sobre los olvidados de la historia reciente de España, aquellos cuyas vidas fueron barridas por la ola de consumo y muerte que trajo la heroína. Trejo, sin juzgar ni justificar, logra ofrecer un relato que reivindica su existencia, mostrando que aquella juventud también tuvo sueños, aspiraciones y deseos de cambio. Lejos de glorificar la rebeldía vacía o la tragedia sin más, la novela busca comprender y dar voz a quienes fueron borrados por la historia, mientras plantea una mirada más madura y comprensiva sobre los errores del pasado.
Nela 1979, de Juan Trejo (Tusquets)