Pocas semanas después de la conmoción generada por la masacre de Villa Crespo, se conoció otro crimen intrafamiliar que en este caso sacudió a la comunidad de la localidad de Tres Arroyos, cuando Fernando Dellarciprete asesinó a su esposa, Rocío Villarreal, a sus dos hijos, y luego se quitó la vida arrojándose debajo de un camión. Ahora, los resultados de las autopsias brindaron más detalles acerca del hecho, mientras se analiza si el autor de las muertes estaba o no baja tratamiento psiquiátrico.
Aunque inicialmente se creía que Villarreal, de 35 años, había sido asesinada de una puñalada, los estudios señalaron que falleció como consecuencia de un ahorcamiento. Su cuerpo fue encontrado cubierto con una frazada, en posición decúbito ventral -acostada boca abajo- y con las piernas semiflexionadas, sobre una laguna de sangre.
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Fuentes de la Policía Científica bonaerense informaron que la víctima fue estrangulada con un cable en la cass que compartía con Dellarciprete, de 40 años y camionero de ocupación. Además, tenía una herida punzo-cortante horizontal en la región infrahioidea (zona del cuello debajo del hueso hioides).
Entre otros detalles, el informe forense da cuenta de que ella vestía una calza negra, zapatillas deportivas blancas, remera gris y campera color rosa cuando fue atacada y se secuestró una cuchilla tipo carnicero de 135 mm de mango blanco y con 160 mm de hoja lisa, con la que habría sido apuñalada tras ser ahorcada.
El informe señala que se tomaron fotografías de un spray hemático en el zócalo y la pared del living comedor de la vivienda, de manchas hemáticas en un silla. También se hicieron dos hisopados, uno de ellos sobre un supuesto tejido hemático en la hoja del arma blanca y otro análisis de células epiteliales sobre el cabo de la cuchilla.
Por último, los policías que intervinieron en la investigación del crimen ocurrido en la casas donde vivía la familia, ubicada en la calle Larrea 137, incautaron prendas pertenecientes al sospechoso como zapatillas, pantalón de trabajo azul, chomba de piqué azul y un buzo azul de algodón.
La masacre de Tres Arroyos: el asesinto de los niños, seguido de suicidio
Tras matar a su pareja, el camionero se subió a su camioneta Renault Duster y retiró de la escuela a los dos niños, Tiziano de de 8 años y Francesco de 4. Entonces manejó por la Ruta Nacional 228 hasta que a la altura del paraje San Cayetano, en el kilómetro 69, a unos 70 kilómetros de la ciudad de Necochea. En el camino, intentó atropellar a un motociclista pero no lo consiguió.
Entonces, su vehículo derrapó con una zanja y quedó abandonada a la vera del camino. Se cree que los menores seguían con vida y luego Dellarciprete los habría ahogado con sus propias manos en la zanja.
Después de ello, caminó hasta la ruta y se arrojó debajo de un camión Mercedes Benz que pasaba por el lugar. Inicialmente las autoridades demoraron al chofer de ese vehículo, pero luego se comprobó que no estaba vinculado a los hechos.
El agresor trabajaba en una importante planta de elaboración de cerveza, pero había sido desvinculado tiempo atrás y ahora se ganaba la vida con su propio camión. Según consignó Infobae, La fiscal del caso, Natalia Ramos, reveló que se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico porque al parecer sufría un “trastorno paranoide”.
Dos casos abiertos por la masacre de Tres Arroyos
Por el momento, se iniciaron dos causas. La primera de ellas fue caratulada como “Homicidio seguido de suicidio” y quedó a cargo de la UFI Número 3 de la ciudad de Necochea, que analiza las cámaras de vigilancias de la zona y otros elementos para lograr la reconstrucción de cómo habrían ocurrido los sucesos.
Al mismo tiempo, la UFI Número 6 de Tres Arroyos inició la investigación específica por el femicidio de Villarreal, relevando pruebas y testimonios para esclarecer las circunstancias del macabro episodio.
FP/LT