La nueva cara del cáncer en Argentina y por qué preocupa la combinación “alta-alta”

La nueva cara del cáncer en Argentina y por qué preocupa la combinación “alta-alta”

“El nuevo rostro del cáncer: más joven y femenino”. Con un título bastante provocador, el diario The New York Times publicó recientemente una nota sobre cómo luce esa enfermedad en Estados Unidos. Y no hay belleza.

La metáfora se debe a que la Sociedad Americana del Cáncer informó que si bien más pacientes sobreviven, está apareciendo cada vez con más frecuencia en personas jóvenes y en mujeres.

Este martes se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, y Clarín consultó a expertos oncólogos para conocer cuál es la cara de la enfermedad en Argentina.

En la tierra de Donald Trump hay un cambio en la tendencia del cáncer, que durante mucho tiempo se consideró “propio” de la vejez y que afectaba mucho más a hombres que a mujeres.

¿Esas nuevas facciones yankees de la enfermedad pueden extrapolarse a esta parte del mundo? Sí, y con más complicaciones.

“En Argentina la cara del cáncer también es más joven y más femenina. Porque afecta a todos a edades más tempranas y el cáncer de mama, considerando ambos sexos, es el más frecuente por lejos“, dice a Clarín Julia Ismael, ex directora del Instituto Nacional del Cáncer (INA).

¿Qué incidencia tiene acá el cáncer según la edad y el género?

En el último informe de Incidencia del Cáncer en Argentina, publicado en 2024 por el Ministerio de Salud de la Nación, nuestro país se ubica entre los de incidencia media-alta, con 129.689 casos nuevos en 2022: 210,7 por cada 100.000 habitantes.

Según la Sociedad Argentina de Mastología, uno de cada tres tumores que se detectan es cáncer de mama.

Los principales tumores en mujeres son mama, colon-recto, cervicouterino y pulmón; y en varones, próstata, colon-recto, pulmón y riñón, con un incremento en la medida que aumenta la edad: mayor aparición partir de los 65 años, a excepción del cáncer cervicouterino que tiene alta incidencia entre los 40 y 69 años.

En los países desarrollados, como es el caso de Estados Unidos, una tasa alta de incidencia de cáncer está relacionada al estilo de vida: el sobrepeso, el sedentarismo, el consumo de comida ultraprocesada, el tabaquismo. Y la mortalidad es baja.

“Pero nosotros tenemos alta y alta. Alta incidencia y alta mortalidad”, marca Ismael.

Esto muestra una “elevada carga de enfermedad en el país”, dice, y la solución es “tener planes de control del cáncer que bajen esos índices”.

Al nuevo rostro de pacientes oncológicos en el país Ismael lo ve en las líneas rojas de los gráficos, que están más cerca de los jóvenes, más allá del género. Tradicionalmente, el cáncer se detecta a partir de los 50 años, con un pico alrededor de los 60.

“Lo más preocupante es la edad de aparición temprana de los cánceres más prevalentes: el de mama y de colon en mujeres. Y el de colon, después del de pulmón, es la segunda causa de muerte también en hombres.”

Tal como pasa en Estados Unidos y se vio reflejado en el relevamiento del New York Times, en Argentina también se corrió hacia adelante la edad del inicio del diagnóstico de cáncer esporádico: un tipo de cáncer en quienes no tienen antecedentes familiares de ese cáncer ni una variante genética hereditaria que aumente el riesgo.

Por eso es necesario, concluye la médica, “que, como sucede en Estados Unidos, la población se evalúe antes de los 50. Que no se espere hasta más edad para hacerse estudios de chequeo, o ante síntomas. Porque este adelantamiento es propio de sociedades con sobrepeso y sedentarismo, con mayor consumo de alcohol y tabaquismo, como la nuestra”.

Volviendo a las mujeres, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres argentinas.

Los patrones de fertilidad influyen en el rostro del cáncer femenino. La maternidad y la lactancia protegen contra el cáncer de mama, pero cada vez más mujeres –tanto estadounidenses como argentinas– posponen el parto o eligen no tener hijos.

“La incidencia de cáncer en Argentina está en aumento en menores de 50, y esto tiene que ver con la detección precoz. Se diagnostica antes, pero también más temprano. Hay métodos de diagnóstico más precisos, más eficientes”, explica a Clarín el oncólogo Diego Kaen, ex presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC).

Además de ese aumento de casos, “sobre todo en cáncer de mama y de cuello de útero”, aclara Kaen, hay un incremento en la tasa de curación. “En Argentina no estamos viendo aumento de casos de cáncer de cuello de útero en jóvenes, y creo que es porque la vacunación del HPV es gratuita”.

¿Por qué hay más cáncer en mujeres? Para el especialista, también es una cuestión de cambio de tendencia.

“Porque la mujer está teniendo un estilo de vida a la par del hombre. Por ejemplo, en los años 60, 70, los hombres fumaban y las mujeres no, y eso hacía que el cigarrillo, que es un factor decisivo para el cáncer de pulmón, figurara menos en ellas. Después eso se igualó, fumaron las mujeres y la incidencia del cáncer en ellas aumentó“, marca.

Lo mismo sucede con el resto de los cánceres.

“Como el de mama, de piel. Es que las mujeres empezaron a tener el mismo nivel de estrés que los hombres, los mismos factores de riesgo medioambientales frente al cáncer. Pero en Argentina no hay estadísticas actualizadas sobre cáncer, hay una pausa institucional sobre esta enfermedad, no se están generando datos. Eso hace muy difícil que haya más medidas preventivas contra esta enfermedad, sobre todo en mujeres, porque no tenemos el mismo nivel de prevención que tiene Estados Unidos”, cierra Kaen.