Joel Miguel Pessi, el hombre que este miércoles 18 de junio fue detenido tras amenazar de muerte al presidente Javier Milei durante una entrevista, será indagado este jueves por el juez federal Jorge Rodríguez, a cargo del Juzgado Federal N°2 de Morón. La causa está en etapa preliminar, pero la Justicia analiza imputarlo por el delito de amenazas, e incluso podría agregarse la figura de intimidación pública.
Pessi, un albañil de 39 años y residente de la localidad de Unión, partido de Ezeiza, fue arrestado inmediatamente por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en un operativo sobre la autopista Riccheri, a la altura del peaje del Mercado Central. Se dirigía hacia Plaza de Mayo para participar de la manifestación pacífica en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, tras la proscripción judicial.
Se identificó como Joel Miguel Pessi y, frente a cámaras de LN+, exclamó: “Lo vamo’ a matar a Milei, al hijo de mil p… de Milei. Andate, Milei. Vendepatria hdp”. Y, a una hora del hecho, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró en su cuenta de X que el manifestante ya estaba detenido. “Ya está detenido por la PSA. Amenazas, respuesta inmediata”, escribió.
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Joel Pessi fue puesto en estado de incomunicación y trasladado a una unidad operativa de la Policía de Seguridad Aeroportuaria en Ezeiza, donde se iniciaron las actuaciones correspondientes. Apenas ocurrió el hecho, habló con otro medio y dijo: “No dije ‘lo vamos a matar’, no me acuerdo bien. Le dije ‘hijo de puta’, en un momento de bronca, de la bronca que tenemos todos los argentinos por todo lo que estamos pasando”.
Posibles delitos
De acuerdo con fuentes judiciales, Pessi podría ser imputado por violar el artículo 149 bis del Código Penal, que contempla penas de entre seis meses y dos años de prisión por amenazas. También se evalúa aplicarle el artículo 211 por intimidación pública, que prevé penas de hasta seis años de prisión.
“El móvil periodístico permitió registrar las amenazas de forma directa, por eso se consideró que había mérito para ordenar la detención de inmediato”, señalaron fuentes del juzgado.
El rol de los periodistas
El cronista Jean Libares y el camarógrafo Maximiliano Soria, ambos empleados de LN+, fueron convocados como testigos por la PSA. Los dos debieron dejar la cobertura en vivo y trasladarse hasta una sede de esa fuerza en el Aeropuerto de Ezeiza, donde permanecieron unas tres horas antes de prestar declaración formal.
Desde el juzgado indicaron que su testimonio fue de carácter protocolar, ya que “lo sucedido era visible en la transmisión televisiva y se solicitó también el material fílmico”. No obstante, varios actores del ámbito judicial cuestionaron la decisión de interrumpir su labor periodística, cuando la prueba ya estaba documentada.
Sobre lo que pasó durante la cobertura y el posterior paso por Ezeiza, Soria explicó: “A las 11.40 venían micros escolares. Los detuvieron, y delante de ellos se estacionaron ocho camionetas 4×4. Fuimos a preguntar qué pasaba con esas camionetas y ahí entrevistamos a un hombre que dijo que había que matar a Milei”.
“Cuando salimos del aire, estábamos a un costado y el jefe de la PSA a cargo del operativo nos llamó a Jean y a mí. Nos pidió ver las imágenes. Luego nos preguntaron si podíamos reconocer al hombre que hizo la amenaza, y se lo llevaron”, agregó el camarógrafo en su relato.
Soria, luego explicó: “Seguimos trabajando, y mientras estábamos al aire, el jefe de la PSA se acercó y nos dijo que teníamos que ir a declarar en ese momento por orden del Juzgado Federal de Morón. Fuimos con el auto del canal a declarar”.
“La declaración fue en Ezeiza, en la Terminal A, donde está el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, detrás del banco. Al hombre que hizo la amenaza lo tenían adentro y llamaron a un médico para que lo revise”, dijo el camarógrafo y cerró: “Solo fuimos nosotros dos a declarar. Esperamos como dos horas hasta que nos hicieron declarar”.
RM/ff