Grupo Fonte avanza con paso firme en su proceso de expansión regional. Desde Villa María al mar de Punta del Este pasando por avenida Circunvalación de Córdoba capital, la desarrollista cordobesa consolida una propuesta basada en diseño, confianza y visión de largo plazo.
Su proyecto Manglar Albor —ubicado sobre la icónica Parada 5 de Playa Brava— ya registra un 70% de unidades vendidas. Con 190 departamentos, precios desde los USD 180.000 y financiación en 36 cuotas, se posiciona como un producto de alta demanda en el competitivo mercado uruguayo. La entrega está prevista para 2028, y su ubicación privilegiada le otorga un diferencial estratégico.
El segundo gran eje de expansión es Córdoba capital. Allí, Cerreños Chateau promete cambiar el paisaje urbano de la zona norte, con un desarrollo de usos mixtos que incluirá viviendas, oficinas, un hotel de cadena internacional y un centro comercial. “Es un proyecto muy desafiante para nosotros, pero creemos que Córdoba es la escala justa para seguir creciendo”, señala Franco Pogliotti, presidente de Grupo Fonte.
Este hito marca el debut del grupo en la ciudad, y no es casual. “Después de la pandemia cambió todo. Hoy nadie quiere entrar al centro. La gente busca conectividad, servicios cerca, buena accesibilidad. Circunvalación es el nuevo eje”, analiza Pogliotti.
Cobitat: “tenemos que sentarnos a pensar una Córdoba que pueda crecer sin culpas”
Las declaraciones del empresario se dieron en el marco del Dossier de desarrollistas, constructoras e inmobiliarias de Córdoba, publicado por Punto a Punto, donde repasó el presente del grupo, sus planes y su lectura sobre el mercado.
Un mercado esperando el crédito hipotecario
Para Pogliotti, el momento actual está marcado por una tensión entre expectativa e incertidumbre. “Estamos en una transición. Lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer. Pero se siente cierta estabilidad, que no es menor. Si eso se consolida, el cambio va a llegar en los próximos dos o tres años”, anticipa.
La clave para destrabar el crecimiento, asegura, es el crédito hipotecario. “No crecés sin crédito. Hoy hay millones de personas sin casa propia. El mercado existe, lo que falta son herramientas. Cuando aparezca el crédito, la propiedad en Argentina va a parecer regalada. Acá hablás de USD 2.000 el metro, y en Uruguay o Brasil no bajás de USD 3.000”, compara.
En ese sentido, valora los primeros indicios de reaparición del crédito en Buenos Aires y espera que lleguen a Córdoba: “Argentina no es tan distinta al resto del mundo. Solo necesita previsibilidad. Ningún país de la región tiene dos dígitos de inflación, salvo nosotros y Venezuela. Pero si se logra estabilidad, el inmobiliario va a despegar”.
Además del potencial del crédito, Pogliotti destaca el rol del agro como motor silencioso del sector. “El 90% de nuestros clientes son dueños de campo. Son inversores que tienen rentabilidad y buscan resguardar valor. Invierten en lo que conocen, y eso nos da una base sólida”, explica.
El grupo, que ya desarrolló más de 120 edificios en 26 localidades —entre ellas Jesús María, Marcos Juárez, San Jorge, El Trébol y Villa María—, también prepara el lanzamiento de un loteo de 1.000 terrenos en su ciudad de origen. “Es una forma de devolver algo. La tierra genera arraigo, comunidad, y también dinamismo económico. No es solo negocio: tiene un sentido más profundo”, concluye.
Para Pogliotti, el branding y la confianza son pilares centrales: “Queremos ser el socio del inversor. Brindarle seguridad, previsibilidad, y productos con valor agregado. Hoy la gente no busca solo ladrillos: busca respaldo”.