La plenaria del Senado ha elegido sobre la medianoche de este martes a Héctor Alfonso Carvajal, amigo y abogado del presidente Gustavo Petro, como nuevo magistrado de la Corte Constitucional de Colombia. El jurista, especializado en derecho electoral, también ha sido abogado de los hijos del expresidente Álvaro Uribe y es cercano a muchos políticos de diferentes partidos. Con 66 votos a favor, venció a Karena Caselles (26 votos) y Dídima Rico (2 votos) y será el remplazo de la magistrada Cristina Pardo. El abogado de 66 años, nacido en Guacarí, Valle del Cauca, recibió apoyos entre de senadores de todo el abanico ideológico y de distintas colectividades, incluidos el Pacto Histórico, los partidos Verde, de La U, Liberal y Conservador y hasta del derechista y opositor Centro Democrático.
En una larga sesión en la que los senadores discutieron sobre la validez de la votación que hundió la consulta popular, y eligieron a Lorena Ríos y a Paola Holguín como sus nuevas vicepresidentas, el magistrado electo defendió su independencia y recordó su origen humilde: “Soy un hombre procedente del campo, el único profesional de mi familia, estudié en una escuela pública”, dijo en su intervención inicial ante los senadores. También recordó que ha sido defensor de varios de los políticos que lo eligieron, y a amigos y aliados de ellos: “En mi trayectoria de más de 30 años en derecho electoral he defendido al presidente de la República, a muchos senadores, gobernadores, concejales de todos los partidos de Colombia, incluidos a algunos de ustedes”. Ante las preguntas de los senadores a los tres candidatos, Carvajal insistió en que no está afiliado a ninguna ideología política. “No defiendo a Gustavo Petro como individuo, sino a la institucionalidad del presidente. Mi independencia está a toda prueba del Gobierno nacional. Mi pensamiento es libre”.
La elección de Carvajal fue criticada por varios juristas porque rompe la paridad de género en la corte, que recientemente ha tenido cuatro o cinco mujeres entre sus nueve magistrados. Con él, quedan seis hombres y tres mujeres. Además, deberá dejar el cargo antes de cumplir los ocho años de periodo constitucional, porque la edad de retiro forzoso en el Estado colombiano es de 70 años y él tiene 66. Así, en poco más de tres años el presidente de turno deberá presentar una nueva terna para que el Senado defina el reemplazo de Carvajal, a menos de que haya un cambio en la ley.
Antes de la elección, la campaña de Carvajal entregó a los senadores un documento jurídico sin firma que señalaba que ese tope no aplica para el cargo de magistrado de esa corte. Su teoría ha sido cuestionada por varios abogados, incluido el constitucionalista Rodrigo Uprimny: ”Que un aspirante a la Corte Constitucional sostenga esa tesis para poder ser elegido por ocho años, a pesar de estar a cuatro de la edad de retiro forzoso, muestra que esa persona no debería ser electa para ese cargo”. Pero el voto de los senadores, secreto y breve, determinó lo contrario.
La primera votación importante en la que participará Carvajal será la demanda de la reforma pensional del Gobierno, que está citada para finales de mayo. La ponencia del magistrado Jorge Enrique Ibañez, actual presidente de la Corte, señala que la principal victoria de Petro en el Congreso en tres años de mandato es inconstitucional. El voto de Carvajal, sumado al de Vladimir Fernández, antiguo secretario jurídico de Petro, podría inclinar la decisión en la Corte. Carvajal también participará en lassentencias sobre los decretos de conmoción interior declarados por el Gobierno por la emergencia en el Catatumbo, además de decenas de tutelas de diversos asuntos. Todo indica que deberá declararse impedido en cualquier decisión relativa a la investigación que ha abierto el Consejo Nacional Electoral contra Petro, porque él fue el apoderado del presidente en el proceso.
Carvajal, conocido en los círculos políticos y judicales hace años, se ha convertido en una figura pública desde que Petro llegó al poder, en 2022. Fue el artífice de las tres reuniones del presidente con su némesis política, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien también es cercano a Carvajal. El primer encuentro ocurrió en el despacho del ahora magistrado, el segundo en la Casa de Nariño, y el tercero en la residencia del abogado. En una entrevista con EL PAÍS en 2023, Carvajal contó que hablaba casi todos los días por teléfono con Petro, un privilegio que no tiene casi ningún funcionario y que demuestra la cercanía entre ambos. Finalmente, ha sonado para ocupar cargos públicos de primer orden en los que, si bien no son parte del Ejecutivo, el presidente tiene incidencia. En 2023 se rumoró con insistencia que sería ternado por Petro para la Fiscalía General y luego el presidente lo incluyó en su lista de aspirantes a la Procuraduría.
La amistad entre Petro y Carvajal comenzó hace más de una década. En 2013, el abogado especializado en derecho público dirigió la defensa del entonces alcalde de Bogotá en una investigación disciplinaria con la que el exprocurador Alejandro Ordóñez lo había suspendido del cargo. Hoy en día, Carvajal tiene una firma de abogados especializada en derecho administrativo. Tiene buenas relaciones y reconocimiento en la cúpula judicial, como demuestra que los magistrados del Consejo de Estado y de la sala penal de la Corte Suprema lo hayan elegido como su conjuez (un abogado prestante que los reemplaza para casos en los que tienen conflictos de interés u otro motivo para separarse de ellos). Petro, además, lo sugirió para la defensa del exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, cuando la Procuraduría lo suspendió por participación indebida en política al apoyar la campaña presidencial en 2022.
Su llegada a la Corte Constitucional es parte del amplio relevo que se dará durante 2025. Miguel Polo Rosero se posesionó a inicios de año, y en los meses que vienen saldrán Diana Fajardo y José Fernando Reyes, magistrados de tendencia liberal que fuero ternados por la Corte Suprema de Justicia.