El reto de la hora: unión, ideas, programa  

El reto de la hora: unión, ideas, programa  

Nuevamente “las condiciones y las circunstancias permiten que un personaje mediocre y grotesco represente el papel de héroe”, Carlos Marx en su clásica obra “El 18 Brumario…” se refería a Luis Bonaparte a quien apodaba “el sobrino del tío”, en referencia al verdadero Napoleón. Justamente la “circunstancia” del presidente argentino muestra un importante deterioro, particularmente ante el sector del pueblo esperanzado con sus promesas y discursos contra la casta, el sueño idílico de los sueldos en dólares para vivir mejor y la reducción del Estado para que bajen las tarifas de luz, gas y todos los servicios. Además de las amenazas de que prendería fuego al Banco Central y el “nido de ratas” del parlamento con sus legisladores adentro, sería demolido por su impulso restaurador de un nuevo orden político y moral. Ciertamente el presidente tuvo la determinación de avanzar en la aplicación de su ideario, que resultó ser una mezcla viscosa del pensamiento fundacional de Margaret Thatcher y Martínez de Hoz, Menem, Macri, y sus ejecutores Cavallo y Toto Caputo.

Sin embargo, a solo un poco más de un año, los verdaderos propietarios del poder real debieron salir precipitadamente a auxiliarlo. El plan presentado por los grandes medios y los editorialistas “serios”, como exitoso e insumergible; comenzó a hacer agua peligrosamente. Se fueron agotando las reservas de dólares como en las anteriores versiones del mismo proyecto político-económico; y va creciendo la protesta y la movilización en diversos sectores sindicales, culturales y políticos. Así las cosas, la crema del FMI salió a apoyar al presidente argentino. La propia directora, Kristalina Gueorguieva declaró: “la argentina es un ejemplo de progreso económico y está actuando con disciplina y firmeza en las reformas”. Obviamente se refiere a las “reformas verdaderas”, o sea, a la laboral, previsional e impositiva que el establishment local e internacional exige que se concreten perentoriamente. Desde el selecto círculo negro del grupo de “los 6”, los voceros del gran empresariado con sus editorialistas estrellas, y hasta Mauricio Macri, que dejó por un rato su pelea con Karina; todos apoyaron vehementemente el acuerdo con el FMI. Los periódicos especializados, exultantes, declaran que el plan económico tiene “éxito como reloj suizo y el ajuste es impresionante”. Ya lanzados, celebran la licuación de las jubilaciones, el fin de las moratorias previsionales, y la reducción de las transferencias a las provincias, indicándole al gobierno que hay que seguir con la idea de la tablita de Martínez de Hoz para anclar expectativas (M. Kiguel, el Cronista, 8 de abril). Ya no les importa reivindicar al ministro de una dictadura sanguinaria que construyó campos de exterminio, desaparecía personas y robaba niños. Esos opinólogos ultra liberales, son conscientes que se transita una situación de dominio y hegemonía de la asociación de los financistas de Wall Street, con la burguesía fugadora local, quienes sostienen a su presidente al que interpelan a profundizar “el nuevo orden económico”, ejecutar las reformas y no ceder a las tentaciones de la política.

La política de ajuste extremo se expresa en aquello de “salarios y paritarias ¡afuera!”, generando resistencias crecientes. El cuadro social se agrava por la disparada de los precios. Como siempre, las corporaciones monopólicas formadoras de los mismos se adelantaron por las dudas. Todo aumentó dos veces: uno preventivamente porque que “se viene la devaluación”, y la otra cuando realmente se produjo. Como alguna vez reconoció aquel aristócrata de “La Anónima”: “nosotros siempre remarcamos”.

El otro gran sector perjudicado por estas políticas es el de las pequeñas y medianas empresas, ya que viven del mercado interno y del ingreso de los trabajadores. En tal sentido, Apyme (Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios) se pronunció condenando el acuerdo con el FMI, y denuncia el daño que genera al entramado Pyme y a la industria, la apertura irrestricta a las mercaderías extranjeras. La declaración de la entidad representativa del empresariado nacional, advierte sobre “un horizonte de mayor devastación del aparato productivo, el desempleo y la pobreza. En términos políticos se diferencia de la cúpula empresarial que agrupa a las principales corporaciones que siguen respaldando el plan económico del gobierno, expresando apenas diferencias instrumentales.

Pero hay mucho más. Avizorando que ahora es el momento por el espaldarazo del ministro trumpista Mr. Bessent, se lanzan a profundizar la destrucción de derechos y conquistas de nuestro pueblo que fundamentan la base social y cultural democrática de la argentina. Se proponen retrotraer la historia a los años de los gobiernos oligárquicos del centenario (J. A. Roca, M. Quintana y J. Figueroa Alcorta). Se imaginan liderando una cruzada restauradora del viejo orden, ya enterrado por las luchas democráticas del pueblo; retornando no solo a tiempos pre peronistas del 45, sino también pre izquierdas de los primeros años del siglo XX. En ese reaccionarismo, vestido de moderno; también denigran a los liberales sarmientinos fundadores de la educación pública y la Ley 1420.

A su vez se registra la caída del apoyo de una parte significativa de la opinión pública. El paro y la movilización de las centrales sindicales estuvieron rodeados por diversas expresiones y fuerzas políticas, sociales y culturales, a partir de las cuales fue convocada otra gran manifestación por el 1° de Mayo, y además el parlamento da muestras vivificantes de su rol protagónico en el sistema democrático.

El envión a tracción de los burócratas financistas del FMI genera crecientes reacciones del pueblo llano y sus organizaciones políticas, sindicales, universitarias, científicas, feminismos y culturales. Este impulso que se nutre de la energía popular, nos alienta a pensar que las fuerzas políticas y sus referencias más determinantes, asumirán el reto de superar perentoriamente la fragmentación política, sin la cual no hay cambio ni triunfo posible. La unión debe amalgamarse y sustentarse en ideas y una propuesta programática a la ciudadanía que la convoque y esperance para salir de la actual decadencia, levantando la defensa de la patria y la soberanía nacional. 

* Secretario General del Partido Solidario. Director del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”