El Tribunal Penal de Oberá, en Misiones, absolvió al cacique mbya Marcelo Núñez por el beneficio de la duda, quien estaba acusado de matar y calcinar a su pareja, María Solange Diniz Rabela, en el período más estricto del aislamiento por COVID-19. Al día siguiente del fallecimiento, el padrastro de la joven se presentó en la comisaría de San Vicente y denunció a Núñez como posible responsable, basándose en los reiterados hechos de violencia de género.
Según los investigadores, el domingo de Pascuas de 2020, Núñez se comunicó con una médica que daba asistencia en la aldea Tarumá Poty, cerca de San Vicente. Él le dijo que su pareja había muerto la noche anterior con síntomas de coronavirus y que la médica le recomendó incinerar el cuerpo para evitar propagar el virus, algo que la profesional negó.
Tres días después, la Justicia ordenó una inspección en la aldea. En la casa de Núñez, que no estaba presente, se encontraron un serrucho, ropa y dos frazadas con manchas de sangre, elementos que apuntaban a un posible crimen. Señalaron los vecinos que había comentado sobre la muerte y que el cuerpo fue enterrado en un monte cercano.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
A unos 200 metros de las casas, se hallaron huesos humanos junto a una cama de madera parcialmente quemada, y un pozo poco profundo donde estaban los restos incinerados de la mujer. Núñez fue detenido poco después en una aldea vecina, donde había ido de visita.
“Quiso borrar evidencia, no proteger a la comunidad
El fiscal David Milicich pidió la prisión perpetua para el cacique Núñez. Alegó que la decisión de quemar el cuerpo de la mujer “no tuvo fines religiosos ni fue para evitar la propagación del coronavirus, sino para borrar evidencia”. Basó su acusación en el testimonio de varias personas, entre ellas un hijo de la víctima, testigo de los golpes del cacique.
Sin embargo, el defensor Jorge Sabulanez cuestionó la investigación y aseguró que no había ninguna prueba concreta de que se trate de un femicidio. “Desde la instrucción se ha intentado construir un mito, un monstruo sobre Marcelo”, dijo, y criticó a la Policía porque “se prostituyó un lugar sagrado para la cultura guaraní. Donde muere una persona y se entierra, es tierra sagrada, y eso no fue respetado”.
Tras dos jornadas y más de una hora y media de debate, el Tribunal Penal N°1 de Oberá, integrado por los jueces Francisco Aguirre, Horacio Paniagua y Jorge Villalba, decidió absolver a Marcelo Núñez, líder de la comunidad mbya guaraní Tarumá Poty. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el próximo 4 de julio.
Durante el juicio declararon testigos y también el acusado, que ante el tribunal afirmó ser “inocente” y negó haber ejercido “violencia de género”. Núñez estuvo detenido desde abril de 2020, acusado de asesinar a la joven. En su primer testimonio había asegurado que Rabela murió por coronavirus y que, para evitar la propagación del virus, “siguió las recomendaciones de cremar y enterrar el cuerpo”.
MV/EM