Las declaraciones de responsabilidad permitieron avanzar en forma rápida y efectiva con la condena de los imputados.
El equipo de género de la Fiscalía de Esquel logró cerrar dos acuerdos de juicio abreviado en casos de abuso sexual simple, luego de que ambos hechos fueran detectados en el ámbito escolar.
En uno de los casos, el agresor era la pareja de la madre de la víctima al momento de los hechos. En el otro, el condenado —que tenía entre 16 y 17 años cuando ocurrieron los abusos— admitió su responsabilidad por una serie de conductas continuadas contra una adolescente dos años menor.
Ambas situaciones salieron a la luz gracias a la intervención de las escuelas a las que asistían las víctimas. La actuación institucional permitió frenar los abusos, activar los mecanismos de protección y derivar a las adolescentes al Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito (SAVD), que acompañó el proceso judicial.