En los campos no hay medianeras. Para dividirlos, existen los alambrados. Pero muchas veces la falta de mantenimiento provoca inconvenientes y también conflictos entre los chacareros. La insólita historia que se detallará a continuación pasó en el partido de Gonzales Chaves, al sur de la provincia de Buenos Aires, donde un peón rural irá a juicio porque castró al toro del vecino, a cuchillo limpio, enojado porque se había cruzado al lote donde su patrón tenía la hacienda.
“Lo voy a capar“, fue la amenaza del joven correntino de 20 años, quien se bajó del caballo, enlazó al Aberdeen Angus de 14 meses, lo maniató y le seccionó los testículos ahí nomás.
El toro no murió desangrado y ahora pasta, inservible, en el campo de su dueño, un productor rural que sufrió un claro perjuicio económico.
“Vengan a buscar los toros que se pasaron, sino va a haber problemas, le vamos a pegar un tiro“, había sido la advertencia previa, según La Nueva.
La capacidad reproductiva de un toro depende de la edad, la salud y el estado físico del animal. De acuerdo a los especialistas, uno joven, de 12 a 15 meses, puede cubrir una cantidad limitada de vacas, mientras que uno más maduro, de 24 meses o más, puede cubrir un número mayor.
En general, un toro sirve anualmente a unas 25 vacas. Su vida útil se estima en alrededor de cinco años.
Los toros suelen ser ingeniosos -y en algunos casos imparables– a la hora de pasarse al lote vecino cuando hay vaquillonas alzadas: aun cuando hay alambrados en buen estado, se las rebuscan para pasar por debajo o para romperlo y saciar sus instintos.

El insólito incidente se produjo el 24 de noviembre de 2021, a las 11, en la estancia La Milagrosa, ubicada en Cuartel X, entre Gonzales Chaves y De la Garma, el pueblo que se revolucionó en el verano del ’92 con la visita de Diego Armando Maradona mientras cumplía una suspensión por dóping con el Napoli de Italia y jugó un partido de fútbol a beneficio en el Club Atlético Agrario, durante aquellos días instalado en Balneario Marisol.
Según consta en el expediente, el gaucho, que es de Goya, Corrientes, y trabajaba en el establecimiento rural El Mangangá, “laceró (mediante la utilización de un cuchillo) e inutilizó para su función reproductiva (previo enlazar al animal) los testículos de un toro raza Aberdeen Angus, por puro espíritu de litigiosidad y crueldad“.
El hecho fue caratulado como “acto de crueldad contra un animal y daño, en concurso ideal de hechos“. La ley 14.436, que data de 1954, prevé penas de prisión de 15 días a un año al que “infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales“.
El toro, con pelaje negro típico de la raza Aberdeen Angus, había nacido en septiembre de 2020 y pesaba unos 340 kilos. Según pudo saber Clarín, todavía no había entrado en servicio y se desesperó para invadir el lote de vaquillonas ajenas.

Su dueño asegura que esta situación es recurrente en cualquier campo de la Argentina. Y que esto pasaba tanto de un lado como del otro. Pero que nunca esperó que la situación escalara hasta un acto como el que terminó cometiendo el joven peón, hoy de 24 años.
El abogado Emanuel Vallota aseguró a Clarín que “no está probado” que su defendido “haya castrado al toro” y sostuvo que “no declaró en la causa” a cargo de la Fiscalía Descentralizada N° 13 de Gonzales Chaves, que conduce Juan Carlos Ustarroz.
Si bien requirió una probation (suspensión de juicio a prueba), al valorar que su cliente no tiene antecedentes penales, cuenta con arraigo y trabajo, la jueza de Garantías de Tres Arroyos Verónica Vidal lo rechazó y envió a juicio al imputado por “crueldad animal” y “daño“. Esto fue ratificado por la Cámara Penal de Bahía Blanca.
Vidal le dio “especial trascendencia” a un testigo que declaró que el encargado les había encomendado a él y a otro peón retirar los toros del vecino y que cuando fueron había cuatro, pero tres se volvieron por sus medios, ya que el restante había sido castrado.
Vallota consideró que había “claras ambigüedades e inexactitudes” en la imputación, pero los jueces de segunda instancia, Pablo Soumoulou y Gustavo Barbieri, denegaron el planteo.
La Nueva indicó que al momento de ser indagado, a Figueroa se le hizo saber el hecho acusado, así como las circunstancias de tiempo, lugar y modo del mismo y los medios probatorios analizados, sin que fuera cuestionado por la defensa de ese momento, que estaba a cargo de otro abogado.
“No se advierte entonces cómo pudo verse sorprendida la defensa y, en consecuencia, vulnerado sus derechos, desde que el hecho materia de investigación, fue determinado desde el inicio del proceso, no habiendo variado en ningún momento y, por lo tanto, se ha permitido a la parte ejercer su derecho, sin menoscabo“, concluyó la Cámara.