A horas del inicio del invierno, la previsión meteorológica indica que la estación más fría del año optará por la sobreactuación al entrar en escena. Aquella “bomba polar” de la que se habló tanto a fines de mayo quedará reducida a un amable chasquibum al lado del fenómeno que se aproxima a la Ciudad y el GBA: posibles mínimas por debajo de cero, vientos de hasta 60 kilómetros por hora y heladas generalizadas.
La anomalía climática fue advertida por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en su anticipo bisemanal. Para los próximos siete días se espera temperaturas que en promedio se ubicarán un grado por debajo de lo normal para la época, mientras que la semana siguiente el desvío térmico llegará a dos grados menos de lo habitual.
El frío intenso empezará a sentirse con fuerza desde el mismo domingo. Y hacia el final de la semana próxima se esperan mínimas de cero grado o incluso marcas negativas, con máximas a las que con suerte habrá que agradecerles la deferencia de que estiren sus valores hasta los diez grados.
Marcelo Madelón, meteorólogo y licenciado en medio ambiente, explicó a Clarín que “el domingo va a ingresar un frente frío que va a traer consigo en un primer momento ráfagas de viento que pueden estar en el orden de los 60 kilómetros por hora y posteriormente un marcado descenso de temperatura”.
El experto contó: “Especialmente el lunes tendremos en gran parte del centro del país mínimas que pueden estar por debajo de cero grado. Posiblemente sea en algunos sectores el día más frío del año y desde luego las heladas van a ser generales”.
Madelón agregó que todavía en el inicio de la semana “las temperaturas en el centro de la ciudad de Buenos Aires no van a llegar a 0 grado porque ahí hay un efecto de ‘isla caliente’. Es decir que tanto las edificaciones como el pavimento e incluso el agua del Río de la Plata, que en esta época del año está más tibia en relación a la temperatura de la tierra, no van a permitir que baje tanto la temperatura como si va a ocurrir en las áreas suburbanas y en gran parte del centro del país donde sí tendremos heladas”.
Posteriormente se instalará el clima frío y seco. Para el resto del país -explicó Madelón- “durante el sábado habrá nevadas intensas en la zona andina de la Patagonia. También se podrá observar algunas nevadas en la meseta, es decir, ya fuera de la zona andina, especialmente en Santa Cruz y Chubut”.
Hacia el domingo esas nevadas van a desplazarse hasta la zona cordillerana de Mendoza y San Juan. “No descartamos la posibilidad de la ocurrencia de este fenómeno en Sierra de la Ventana, cerca de la ciudad de Bahía Blanca”, explicó el experto. Y sorprendió al advertir sobre la posibilidad, también, de que “entre domingo y lunes caiga aguanieve en la Costa bonaerense”.
De esta manera marcará presencia el invierno astronómico y su pirotecnia gélida, cuya llegada exacta se producirá este 20 de junio a las 23:42. Es decir, 18 minutos antes de la medianoche, con el solsticio de junio, lo que convertirá este viernes en el día más corto del año, con apenas 9 horas y 50 minutos de luz.
Como consuelo frente a tamaña actitud glacial, la previsión trimestral del SMN es la de un invierno, en promedio, menos frío de lo habitual. Otra buena noticia es que desde este sábado los días recuperarán su inercia creciente para volverse paulatinamente más largos. No los días, naturalmente, que nunca dejan de tener 24 horas, sino la claridad que irá tiñendo la escenografía cotidiana con una paleta de colores cada vez más cálidos.