mataron de un balazo en la cabeza al kiosquero que se había salvado de milagro en otro robo gracias a un paquete de chicles

mataron de un balazo en la cabeza al kiosquero que se había salvado de milagro en otro robo gracias a un paquete de chicles

“Sentí que me podrían haber matado. Zafé por los paquetes de chicles”. Así explicaba Cristian Javier Velázquez, un kiosquero de Mar del Plata, cómo se había salvado de milagro tras ser víctima de un robo. Fue en abril del año pasado. Esta vez, no la pudo contar. Este lunes, ocho días antes de cumplir 51 años, fue atacado por motochorros que le quitaron la vida de un balazo en la cabeza.

El trágico episodio ocurrió en Jacinto Peralta Ramos al 700, cercano al Estadio José Marías Minella. En ese lugar está el comercio, que ya había escenario de otros hechos de inseguridad en reiteradas oportunidades.

Si bien los motivos del asesinato eran materia de investigación, dos delincuentes habrían entraron al negocio y le dispararon en la cabeza, después de que intentara resistirse -una vez más- con gas pimienta.

Los investigadores buscan a los delincuentes, que escaparon en una moto sin consumar el robo, pero fueron identificados por las cámaras de seguridad. De acuerdo a las imágenes, huyeron por la avenida Peralta Ramos y doblaron en Irala. Uno de ellos, quien disparó, llevaba colocada una gorra mientras que el otro tenía la cara descubierta y ya habría sido identificado, informó La Capital.

En el interior del local, la Policía Científica halló dos plomos que indicarían que podrían haberse efectuado dos tiros y serían compatibles con un arma de fuego calibre 32.

“Le hacíamos de campana porque a veces cerraba diez minutos antes que el supermercado chino para no quedarse solo en la cuadra”, expresó Antonella, una vecina, sobre la cercanía que tenían ella y su marido con Cristian.

La zona en la que se ubica el kiosco es muy comercial. En su negocio, Cristian permitía cargar la SUBE y hasta se cobraban impuestos y servicios.

El otro ataque que casi le quita la vida

Video

El hecho ocurrió el lunes en un kiosco ubicado en Avenida Peralta Ramos al 700, en Mar del Plata.

En abril del año pasado, dos delincuentes armados entraron a su lugar de trabajo y le dispararon dos veces. Pero, un paquete de chicles una vez y la mala de puntería del ladrón en la otra, hicieron que el comerciante siga con vida.

El video tomado por la cámara de seguridad del kiosco exime de cualquier interpretación. Un paquete de chicles ubicado en el frente del mostrador se interpuso entre el arma disparada y el kiosquero. Así de insólito, así de milagroso.

En ese entonces, había sido el sexto robo que sufría desde el arranque de 2024. “Nos vamos acostumbrando a que los robos pasen a cada rato. Hay mucha gente pero poca seguridad. Estamos solos. Hay robos a diario en esta cuadra. Nuevamente nos tocó a nosotros”, había contado, desde su lugar de trabajo, apenas 24 horas después del violento episodio.

“Un paquete de Top Line de menta me hizo de escudo”, explicó en aquel momento.

“No tengo miedo, es más impotencia y bronca. Un policía me dijo: ‘Vos no tenés que hacer nada, tenés que llamarnos a nosotros’. Pero yo toqué el botón antipánico y no vinieron. Cuando los llamaron tardaron 20 minutos en llegar. No puedo esperar ese tiempo mientras tengo a alguien con un arma apuntándome para tirarme”, se había quejado en ese entonces.