El caso de la china Yu Zidi, que con tan sólo 12 años logró un récord histórico en la historia de los los Mundiales de Natación, vuelve a colocar en la balanza el éxito rotundo y el sacrificio físico y mental que hacen las futuras estrellas del deporte. ¿Es seguro y sano -desde una perspectiva médica- que atletas tan jóvenes compitan en grandes escenarios del alto rendimiento?
La doctora Patricia Núñez de Aysa, médica rehabilitadora de la clínica Ripoll y De Prado, en Madrid, advirtió que las apariciones con tanta presión y exposición a temprana edad, como el caso de Yu Zidi y tantas otras jóvenes promesas que cada vez aparecen con más frecuencia, pueden conllevar cada vez más riesgos.
Se trata de competir ante millones de ojos, miles de personas con expectativas muy grandes y la gran mayoría de las veces sin una red emocional muy sólida. Esta red emocional, que incluso la mayoría de deportistas carece, porque no es fácil construirla, en una edad tan temprana es más probable que falte. Toda esta presión puede generar ansiedad, alteraciones del sueño, trastornos de la alimentación o, incluso, al rechazo del deporte si no se gestiona bien, explicó a la agencia EFE.
La edad de iniciación en los deportes de alto rendimiento es cada vez más baja y por ende, la mayor exposición de atletas jóvenes en la excelencia tiende a eclipsar el crecimiento normal de un deportista que no quema las fases tan rápidamente. El estrés y la ansiedad son los factores de riesgo más comunes en estos casos.
🚨 12-year-old sensation alert! 🇨🇳
Yu Zidi just swam a blazing 2:10.63 in the women’s 200m IM at the Chinese Nationals 🤯 — the fastest time ever by a 12-year-old📹 CCTV Sports pic.twitter.com/OacPsM8YYt
— World Aquatics (@WorldAquatics) May 19, 2025
El alto rendimiento en la infancia es posible, pero tiene que ir de la mano de la salud física y salud mental. Es indispensable para que el deportista pueda ir desarrollándose de manera saludable. Es una visión a largo plazo. No solo queremos campeonas ahora, queremos mujeres sanas, íntegras y felices y capaces dentro de diez años, advirtió Núñez de Aysa con preocupación.
Un cerebro que todavía está en crecimiento es altamente sensible al estrés y la cronicidad de este estrés. Por eso, es indispensable el apoyo educativo y psicológico para evitar secuelas a futuro. Si no se acompaña de un apoyo educativo y psicológico muy claro, puede ir dejando cicatrices en los deportistas. Es muy importante que niñas y niños de la edad de Yu Zidi tengan un entorno que les proteja y les cuide y les recuerde que antes de deportistas son personas que además están en crecimiento, explicó.
Además, el miedo a la lesión física a causa del trabajo y sobreuso de la musculatura muchas veces se suma al estrés mental. Por lo que tener una regulación clara de la carga de entrenamientos se convierte en una prioridad. Un cuidado y control, acompañado de la atención necesaria, puede hacer que el deportista de élite tenga una carrera exitosa y respetada pero, sobre todo, una vida digna ante los riesgos de la exposición y la tensión del deporte.
Yu Zidi, con sólo 12 años, igualó el récord de Inge Sorensen, tras colgarse este jueves la medalla de bronce en el relevo de 4×200 libre en los Mundiales de Singapur con la misma edad que tenía la danesa cuando subió al podio en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Antes, la nadadora china estuvo muy cerca de otra medalla durante los 200 metros estilos. Solo seis centésimas de segundo la dejaron fuera de un podio insólito a su edad.
Los buenos resultados de la nadadora china vuelven a generar controversia en el mundo del alto rendimiento. Será cuestión de tiempo saber si este gran salto deportivo realmente fue bueno para su salud emocional y como consecuencia, en su trayectoria deportiva.