A veces, el viento gira sin saber cómo ni por qué. Raúl Asencio se tomó unos días de descanso al término de la Liga como una de las pocas buenas noticias en un Madrid sufriente. Sin embargo, aterrizó en Estados Unidos y, de repente, es un jugador en apuros y bajo sospecha. El pasado miércoles, contra el Al Hilal, cometió un penalti que Xabi Alonso calificó como “evitable”, la misma palabra que usó este domingo tras su roja en el minuto siete por agarrón a Salomón Rondón. Dos descripciones que sonaron a advertencia, igual que el comentario de Thibaut Courtois. “Son dos partidos y dos veces un poco el mismo error. Pueden ser muy ligeros [los agarrones], pero tenemos que ser más inteligentes y no cometer ese fallo. Él lo sabe y no hay problema”, avisó el meta, autor de 10 paradas.
En el primer cuarto de hora, el venezolano le hizo un nudo a la defensa y, sobre todo, al central. Nada más empezar, Asencio sí le ganó un balón por velocidad, por edad (22 años frente a 35), pero en el segundo salió malparado. El nueve, perro viejo, le tomó la posición y el madridista lo mandó al suelo. Expulsión. Una acción que alteró los planes de Xabi Alonso. “No pudimos mostrar lo que habíamos trabajado, sino que nos adaptamos. Dado el contexto, fuimos muy maduros, inteligentes, esperamos nuestro momento y tuvimos sacrificio defensivo”, valoró el vasco.
Asencio no estará en la madrugada del jueves al viernes (hora española) frente al Salzburgo, pero regresó unos minutos Antonio Rüdiger, ausente desde la final de Copa, y que este domingo, según apuntó Alonso, sufrió un insultó racista de Gustavo Cabral. “Nos ha comentado algo Toni y lo apoyamos. Ahora creo que se activa el protocolo de la FIFA para investigar. Es algo inaceptable. Si ha sucedido, que se tomen las medidas. Eso nos ha dicho y le creemos”, explicó el tolosarra. El jugador del Pachuca aseguró en zona mixta que le dijo “cagón de mierda”. “Es algo que en Argentina decimos mucho. Él me desafiaba a pelear”, añadió.
En busca del control del juego
El alemán acabó con otros dos centrales, Dean Huijsen y Tchouameni, con Valverde y Fran García en los laterales a la hora de defender. El esquema habitual de Alonso en el Leverkusen. Este domingo, el agujero en la zaga lo volvió a parchear Tchouameni. Para él, la vida sigue igual. El Madrid ha fichado defensas, pero entre lesiones, expulsiones y mareos, el francés continúa donde menos le gusta. También para Valverde, que no entiende de continentes a la hora de correr y tapar grietas. Además, se apuntó el 3-0. “Me recuerda a Steven Gerrard”, lo alabó Xabi.
Cuando llegó el gol del uruguayo, Alonso había recurrido de una tacada a Ceballos y Modric para tratar de frenar la crecida del Pachuca a la vuelta del intermedio. Dos centrocampistas de control, en lugar de Arda Güler y Jude Bellingham, como remedio a las dificultades, una decisión que apunta a una de las ideas troncales del entrenador vasco, expivote de formación e ideología. En el análisis que hizo del primer encuentro, lamentó las pérdidas rápidas durante muchos minutos, que, a su juicio, fueron la razón de la debilidad inicial del Madrid. Este domingo, en la segunda parte, en cuanto el conjunto blanco dejó de manejar el choque y Courtois se vio sometido a trabajo extra, irrumpieron en escena dos medios de toque. El partido lo había arrancado con Güler en lugar de Rodrygo (cero minutos), un movimiento en la misma línea.
El viento gira para mal (Asencio) y también para bien en otros casos. De momento, el calor achicharrante al otro lado del Atlántico sonríe a Güler. Alonso no dejó correr el tiempo para tomar decisiones en el centro del campo después de las dificultades contra el Al Hilal a la hora de crear. Acción-reacción. A escena el turco, el único jugador que fue capaz de mover el Madrid en el estreno, y al banco el eslabón más débil del ataque, Rodrygo, que no Gonzalo García, que volvió a apuntarse otra buena tarde, protagonista en la cocina de los dos primeros goles blancos. En el segundo, prolongó muy bien para que el otomano se la cruzara a Carlos Moreno.
La aparición de inicio de Güler por un atacante puro añadió otro elemento al asunto futbolístico al que más vueltas le está dando Alonso, y a la espera de la llegada de Franco Mastantuono en agosto. Al principio de la tarde estadounidense, en la base también se había visto con más frecuencia a Bellingham, pero hasta nueva orden, lo mejor del repertorio del inglés sigue siendo atacar los espacios. Lo hizo en el 1-0. Así empezó a meter en vereda el Madrid un duelo que había comenzado con la roja a Raúl Asencio.