¡Vamos, vamos los pibes! San Lorenzo terminó con nueve jugadores surgidos de su cantera en el clásico contra River

¡Vamos, vamos los pibes! San Lorenzo terminó con nueve jugadores surgidos de su cantera en el clásico contra River

En este caso no se trata de un proyecto de club que levantó la bandera de sus juveniles y decidió abrirles las puertas de la Primera para salir a jugar. San Lorenzo lo hace por necesidad, porque otra no le queda para afrontar una crisis severa en lo económico y en lo institucional. Pero, no hay mal que por bien no venga, dice el dicho popular. Esta situación límite que llevó al Ciclón a no traer ningún refuerzo en el último mercado, algo que no pasaba desde hacía más de 20 años, le da lugar a muchos pibes que piden pista.

Un dato desnuda la actualidad de este San Lorenzo de Damián Ayude: el domingo pasado en el Monumental, terminó el clásico contra River, que salió igualado sin goles, con nueve futbolistas surgidos de sus Inferiores. Sí, entre los que integraron la formación titular y los que el entrenador metió desde el banco en el complemento, casi todo el equipo llegó al pitazo final con jugadores made in Boedo.

Gastón Hernández (27 años), Ezequiel Herrera (22), Elías Báez (20), Ignacio Perruzzi (20), Agustín Ladstatter (20), Francisco Perruzzi (24), Teo Rodríguez Pagano (19), Branco Salinardi (18) y Daniel Herrera (21) fueron los nueve valores de la cantera cuerva que culminaron en cancha en Núñez.

A estos hay que sumarle a Manuel Insaurralde (26), quien comenzó de arranque y fue sustituido. Es decir que 10 de los 16 que participaron son del club. Hernández, Ezequiel Herrera, Báez y Nacho Perruzzi fueron los otros que estuvieron de entrada, mientras que Ladstatter, Fran Perruzzi, Rodríguez Pagano, Daniel Herrera y Salinardi ingresaron luego.

El arquero Orlando Gill y el defensor colombiano Jhohan Romaña fueron los únicos no formados en la entidad azulgrana que terminaron el encuentro ante el Millonario. Claro que habían empezado otros tantos que tampoco son un producto del Ciclón: Nicolás Tripichio, Ezequiel Cerutti, Andrés Vombergar y Alexis Cuello.

De local, resurgió el canto que se popularizó a inicios del 2000 en el tablón de los sanlorencistas: “¡Vamos, vamos los pibes!”. Un claro mensaje de la gente en apoyo al equipo en este momento de transición que no se mezcla ni anula los cantos de protesta y los insultos para el presidente Marcelo Moretti -de licencia e investigado por corrupción- y la Comisión Directiva-.

La elección del sucesor de Miguel Ángel Russo no fue casual. Justamente, Julio Lopardo, el vice en uso de la presidencia, trató de evitar la danza de nombres y rápidamente oficializó a Ayude, que venía de lograr un subcampeonato con la Reserva. Es, claro, quien mejor conoce a los pibes y sabe quién está para asumir la presión y la responsabilidad de la máxima categoría.

La necesidad y la urgencia arrinconaron a San Lorenzo a apoyarse en sus juveniles. La buena noticia es que material hay y eso es el resultado de años de buenas gestiones en divisiones juveniles con coordinadores entendidos en la materia como Fernando Kuyumchoglu, Fernando Berón y Hugo Tocalli. Ya desde la asunción de Moretti, quien se desempeña en el cargo es Marcelo Romano.

Ayude conocía el escenario desde antes de asumir. Sabía que debía arreglárselas con lo que había, ni más ni menos. Tampoco es algo al azar que la cinta de capitán haya quedado en el brazo del Tonga Hernández tras la salida de Iker Muniain.

Hernández, de 27 años, está en la edad justa para cargarse en el lomo la capitanía y ser uno de los que guíe a los más jóvenes. Nadie mejor que él para poder inculcarles el sentido de pertenencia azulgrana. No está solo porque tiene alrededor en el vestuario hombres de experiencia como el Pocho Cerutti, Romaña, Vombergar, Tripichio y Nery Domínguez.

Navegando en las aguas de la austeridad por el naufragio de la gestión Moretti sumado a los problemas que ya se acarreaban de la gestión anterior, San Lorenzo intenta salir a flote. Con lo único que le queda: los pibes del club.