Trump asegura que está muy cerca de un acuerdo con Harvard | Internacional

Trump asegura que está muy cerca de un acuerdo con Harvard | Internacional

Un posible acuerdo entre la Administración de Donald Trump y la Universidad de Harvard está en el horizonte, tras meses de agrias batallas que, del lado del presidente de Estados Unidos, parecieron personales más de una vez. Ambos han estado inmersos en negociaciones, según ha anunciado el republicano a través de su red social, Truth. Como resultado de esos contactos, el pacto entre la Casa Blanca y la universidad más antigua del país podría anunciarse “la próxima semana o así”, ha revelado el republicano.

El anuncio de Trump, que este sábado se encontraba en su club de golf en Bedminster (Nueva Jersey), llegaba de modo casi simultáneo a varios duros reveses judiciales contra la Administración en su contienda con las universidades. Una jueza de distrito en Boston, Indira Talwani, ha anulado como “arbitraria y caprichosa” una medida del Gobierno que recortaba fondos federales para la investigación a las universidades. Otra magistrada, Alison Burroughs, ha cancelado temporalmente la orden del Departamento de Seguridad Nacional que retiraba el permiso a Harvard para matricular estudiantes extranjeros. En un caso que afecta a otra universidad de elite, Columbia, el estudiante palestino Mahmud Khalil, detenido y amenazado de deportación por su papel en las protestas universitarias del año pasado contra la guerra de Gaza, quedaba en libertad también por orden judicial.

En su mensaje en redes sociales, Trump muestra un brusco cambio de tono para referirse a Harvard, contra la que había arremetido una y otra vez a lo largo de los últimos meses. La institución educativa se había negado a plegarse a las exigencias de la Administración sobre cambios en el currículum académico, la selección de sus profesores y estudiantes y la facilitación de datos sobre sus alumnos extranjeros.

El alma mater de muchos de los abogados más brillantes del país contraatacó con la presentación de demandas judiciales contra esas reclamaciones. A su vez, la Casa Blanca había cancelado miles de millones en fondos federales a la institución y le había prohibido matricular a alumnos extranjeros a partir del próximo curso. Trump había llegado a firmar una orden ejecutiva que prohibía la entrada en el país de extranjeros que pretendieran estudiar en Harvard. Este paso representaba un golpe especialmente insidioso: los estudiantes internacionales pagan una matrícula mucho más elevada que los locales y contribuyen desproporcionadamente a los presupuestos de sus campus. En el caso de Harvard, los extranjeros representan una cuarta parte del total del alumnado.

La Casa Blanca alegaba que esos datos y cambios eran necesarios para combatir el antisemitismo que, en su opinión, había cundido en los centros de elite y las manifestaciones propalestinas organizadas por sus estudiantes a raíz de la guerra de Gaza. Ante la presión oficial y la amenaza de retirada de fondos federales, otros centros habían aceptado las reclamaciones del Gobierno. Harvard, la universidad más rica de todo el país, las rechazó muy públicamente, y se convirtió en un símbolo de la resistencia intelectual contra el trumpismo.

“Hemos estado trabajando muy de cerca con Harvard, y es muy posible que se anuncie un acuerdo a lo largo de la próxima semana o así”, señala el presidente estadounidense en su texto. La universidad “ha actuado de manera extremadamente apropiada durante estas negociaciones, y parece comprometida a hacer lo correcto”, añade.

El líder estadounidense agrega: “Si se llega a un Acuerdo basado en lo que se negocia ahora mismo, será ‘asombrosamente’ HISTÓRICO, y muy bueno para nuestro País”.

Recientemente, Harvard ha puesto en marcha una serie de cambios en su gestión y su organigrama académico, como parte de una serie de medidas para atajar el problema del antisemitismo.

El cambio de tono del presidente llega tras las sentencias de la juezas Talwani y Burroughs este viernes. La de Burroughs obliga al Departamento de Seguridad Nacional a llevar a cabo un proceso administrativo de varios meses de duración antes de poder imponer a Harvard la prohibición de aceptar estudiantes extranjeros.

La universidad ha emitido un comunicado en el que celebra la decisión de la jueza y asegura que seguirá “defendiendo sus derechos y los derechos de sus estudiantes y académicos”. Harvard alega que las medidas adoptadas por la Administración Trump violan su derecho a la libertad de expresión, consagrada en la primera enmienda de la Constitución. También denuncia que la prohibición de admitir extranjeros y la retirada de más de 2.500 millones de dólares en fondos federales son una mera represalia por su negativa a aceptar el control del Gobierno sobre su currículum o la ideología de su claustro y alumnado.