La moda masculina revolucionó la capital global de la moda. Hubo más de 70 desfiles donde se mostraron las consignas para el verano 2026 (transparencias, shorts extremos, sastrería con chinelas) y la atención se centró especialmente en algunos desfiles.
El de Dior fue uno de ellos: estrenó diseñador, Jonathan Anderson, el inglés a cargo de todas las líneas de la marca (alta costura y prêt-à-porter femenino, además de la línea masculina). Rihanna llegó al desfile como invitada especial luciendo su embarazo en jean, camisa blanca y chaleco, junto a su marido Asap Rocky.
Louis Vuitton, bajo el ala de Pharrell Williams también fue trending topic en la semana parisina dedicada a los hombres más fashionistas.
Ni Beyoncé se lo quiso perder: llegó a conocer la colección inspirada en la India con un equipo total denim y sombrero cowboy. Protagonizó la primera fila en el icónico Centro Pompidou, el lugar elegido por Vuitton, que cerró sus puertas post show, por reformas, hasta el 2030.
El belga Walter Van Beirendonck sorprendió con sus propuestas para hombre repletas de color y transgresión. Issey Miyake, Saint Laurent (mostró una de las mejores colecciones del año), Acne Studios y Berluti también integraron la grilla de desfiles.
La semana cerró con la presentación de Jacquemus, el favorito de las editoras de moda internacionales, en el Chateau de Versailles, en Versailles, las afueras de París. Allí también las celebridades acapararon las miradas, especialmente Matthew McConaughey y su mujer Camila Alves, en sastrería blanco y negro.
Si de tendencias en pasarela se trata, la temporada 2025-26 viene con novedades para ellos: los sombreros, caps y hasta pañuelos serán el complemento obligado de la mayoría de los looks, incluso de la sastrería.
Los apliques de pedrería aparecen como el detalle transgresor de esta edición, aplicados en pantalones y remeras (Klausner, el sucesor de Dries van Noten hizo hincapié en este punto). El jean recupera su lugar con fuerza y se adapta a todos los estilos (fue casi obligatorio en Dior).
Los pantalones se acortan y los bermudas o shorts resultarán perfectos para el verano. El último dato son las transparencias que aparecen en camisas livianas, muchas de las cuales se cierran con lazos.
Durante esta semana, se inauguraron dos exposiciones dedicadas a dos grandes nombres de la moda. En el Museo de las Artes Decorativas hay una muestra sobre Paul Poiret (1879-1944), el modisto liberador del corsé y en el Galliera, sobre el contemporáneo y americano Rick Owens (1962), quien volvió a hacer un desfile con toda su audacia. rickowensefe4
El Palacio Galliera de París inauguró una retrospectiva sobre el icónico diseñador americano Rick Owens, la primera en Francia de este modisto vanguardista y símbolo de la moda underground.
“Temple of love” es el nombre de la muestra, que ofrece todas las claves para entender los orígenes del estilo Owens, un ídolo de la generación postpunk desde que fundó su propia marca, en 1992.
Sus desfiles en la Semana de la Moda parisina son un punto de encuentro de una tribu fiel, fans incondicionales que aman su ropa unisex y ultra ajustada, con hombreras exageradas, botas de plataforma y mucho negro y gris como colores predominantes.
En la exposición hay más de 100 prendas, objetos artísticos y videos, incluida una sala con sus propuestas más osadas, cuyo acceso no está recomendado a los menores de edad.
La primera sala de su primera retrospectiva en Francia está dedicada a esos orígenes en Los Ángeles mientras que la segunda sala, iluminada por los grandes ventanales del Palacio Galliera, ofrece una mirada sobre su etapa parisina, a partir de 2003, cuando decide instalarse en la capital francesa.
Como detalle final, en la fachada del museo, Owens ha cubierto tres grandes estatuas con lentejuelas. Y en los jardines, abiertos al público, ha depositado varias obras de hormigón, una ilustración de su afición al brutalismo arquitectónico.