Federico Molina es el policía de la ciudad de Buenos Aires identificado por su accionar en la represión a la marcha de los jubilados del último miércoles. Atacó con gases a centímetros del rostro al fotógrafo Juan Noy en Avenida de Mayo y su rostro se viralizó mientras se lo veía en acción gracias a la valentía del fotorreportero.
El repudio llegó en las redes sociales, y quien se manifestó en contra de su accionar fue su propia hermana. “Hasta que llegó el día DE ENCONTRARTE Y ESCRACHARTE !!!! Con esa cara de asesino HDP pensar que llevas mi sangre DECIRTE SORETE ES POCO ....TE CONVERTISTE EN LO QUE NUNCA QUISIMOS TE GANO LA MIERDA O SALIO A LA LUZ LO MIERDA QUE SOS”, escribió Vanina Andrea Molina (las mayúsculas son del original).
“FEDERICO DAMIAN MOLINA ME DAS ASCO !!! DE ESTE LADO DE LA VEREDA SOMOS HERMANOS Y SOBRINOS CON MUCHO EN LA CABEZA !!!!”, continuó la mujer. “Y YA NO TE CONSIDERO MI HERMANO AUNQUE HOY SI ACLARO QUE NO SALISTE DE MI MAMA !!!! AHÍ ESTA LA DIFERENCIA SORETEEEEEEE!!!! TE REPUDIO !!!!”, cerró su mensaje ilustrado con la cara de Molina mientras lanzaba gases.
A raíz de su publicación, la mujer fue entrevistada. En declaraciones radiales, se mostró avergonzada por el accionar represivo de su hermano. “Claramente repudio, estuve en marchas y tuvimos que correr por los gases, nos hemos preguntado en la familia qué pasaría si nos cruzamos con esa persona que lleva mi sangre”, afirmó.
Estimó que “le ganaron la cabeza y dejó de ser para ser un títere de un sistema perverso”. Aclaró que es su hermano por parte de padre, pero que se criaron juntos. El policía, de 37 años, incluso es padrino de una hija de otra hermana. No tienen relación desde hace años, “cuando él se sumó a esa lacra” de la Policía, sumado a situaciones familiares tras la muerte del padre. “Hace más de cuatro años que no sé de su vida”, agregó y expresó que la postura política tuvo mucho que ver para cortar vínculo.
Molina aseguró que sintió la necesidad de hacer el posteo “porque estoy del lado del bien y tengo a mi vieja jubilada y sé que no le va a temblar la mano de gasear a mi vieja, cuando en su momento lo acunó”. Y no dudó en decir que “le lavaron la cabeza, así como sé que hay gente que salió de ahí porque no lo toleró”. Remarcó que “necesitamos una policía que valga la pena, y esta policía no vale la pena”.
También precisó que “voy a marchas de jubilados, sé que me lo puedo cruzar y que si me tiene que dar un palo me lo daría” y que en la foto “se ve la mirada de un represor”. El ingreso a la policía pudo haber venido del padre, que había trabajado en el Servicio Penitenciario. Y subrayó que no hay posibilidad de un reencuentro.