Isack Hadjar vivió el día más feliz de su carrera este domingo en el circuito de Zandvoort, en el que terminó tercero en el Gran Premio de Países Bajos y consiguió su primer podio en la Fórmula 1. El piloto de Racing Bulls se llevó un recuerdo imborrable del trazado neerlandés, pero no un trofeo intacto. Porque cuando estaba por posar para la foto, rodeado de ingenieros, mecánicos e integrantes de su equipo, tomó la hermosa copa que le habían entregado en el podio y la apoyó en el suelo, con tanta mala suerte que la rompió.
En un video que compartió la categoría reina en sus redes, se ve justo el momento en el que Hadjar se queda con la parte superior en la mano, mientras la base queda apoyada sobre el asfalto. Y la espontánea reacción del francés, que parece reírse con nerviosismo, se transformó en la “perlita” de la jornada y creó una postal que se hizo viral rápidamente.
El “accidente” no opacó la felicidad de Hadjack, que escoltó en el podio a Oscar Piastri y a Max Verstappen, beneficiado por el abandono de Lando Norris, tras ir cuarto durante toda la carrera. Y aún con el trofeo roto, Isack terminó celebrando con ganas con su gente, bañándose entre ellos con el contenido de latas de Red Bull (tradición de los equipos de la bebida energética).
La curiosa situación hizo acordar a la que protagonizó el propio Norris hace un par de temporadas en Hungría. En la edición 2023 del Gran Premio húngaro, el británico de McLaren fue segundo detrás de Verstappen. Durante la ceremonia de premiación, intentó descorchar una botella de champagne golpeando el fondo contra el podio para lograr que el corcho saltara y al hacerlo, hizo caer el trofeo del primer lugar que el neerlandés había dejado apoyado en el escalón más alto.
En ese momento, la F1 contó que la copa había sido hecha por la empresa Herendi Porcelánmanufaktúra Zrt, especialista en artículos de porcelana de lujo pintados a mano, había requerido de seis meses de trabajo y costaba 40 mil euros. Y la organización del GP húngaro tuvo que pedir que se hiciera una nueva para entregársela a Verstappen.
El valor del trofeo que rompió Hadjar aún no se divulgó, aunque no es arriesgado asegurar que debe haber sido costoso. Porque los organizadores de la prueba habían encargado las copas para los tres primeros a la firma Studio Piet Boon, un estudio global de diseño de exteriores, interiores y productos, reconocido por crear diseños “con un equilibrio perfecto”. Los diseños se basaron en el viejo trofeo de 1939 y se habían fabricado en cerámica de Delft, un tipo de alfarería desarrollado desde finales del siglo XVI, muy popular por la calidad del esmalte cerámico y el refinamiento de sus decoraciones pintadas a mano.