Ante más de 30 mil hinchas, que llegaron desde Argentina, de otras ciudades de Estados Unidos y de varias partes del mundo, en el Rose Bowl de Los Ángeles, River no pudo con Monterrey, con el que igualó 0 a 0 en una batalla futbolística, y definirá la clasificación a los octavos de final el miércoles en Seattle contra el Inter. Si no quiere depender de terceros para pasar de ronda, está obligado a empatar convirtiendo al menos dos goles. El tercero en discordia es Rayados, que se verá las caras con el ya eliminado Urawa Red Diamonds.
River fue de menor a mayor en el partido y terminó dando una buena imagen aunque le faltó el gol. No logró vulnerar al arquero argentino Esteban Andrada, que fue la figura de la cancha. Y ahora si bien depende de sí mismo para llegar a los octavos, tendrá que hacer un gran partido contra el subcampeón de la Champions League, en el que tendrá tres bajas y todas en la mitad de la cancha: Enzo Pérez y Giuliano Galoppo por acumular dos amarillas y Kevin Castaño, que fue expulsado.
River terminó el partido mejor de lo que lo empezó. El equipo de Gallardo empezó a crecer desde los minutos finales del primer tiempo cuando por fin pudo hilvanar varios pases seguidos y llegar al área rival. Pero no pudo convertir Galoppo con un remate que se desvió e instantes después, Martínez Quarta tuvo servido el gol tras un tiro de esquina aunque abrió mucho el pie cuando quiso colocar la pelota y se le fue afuera.
Fueron los momentos en los que River pudo presionar arriba, en los que Mastantuono se liberó y desplegó su fútbol y en los que se empezaron a desnudar algunas falencias defensivas de Rayados.
Es que antes de ese frenético cierre de la primera parte, River estuvo incómodo y por momentos sufrió el partido. Corrió mucho detrás de la pelota, que en general fue predominio del equipo mexicano. Tan es así que los de Monterrey le ganaron la posesión y cuesta encontrar un partido en el que el equipo del Muñeco pierda en ese aspecto.
Pero el planteo al inicio no salió, dado que el entrenador buscó compactar la mitad de la cancha, con la presencia de Galoppo como volante interior, que jugó por Nacho Fernández y de Maxi Meza como extremo, pero el correntino no gravitó.
Su presencia corrió a Facundo Colidio para que juegue de “9” y se pare en el lugar del lesionado Sebastián Driussi. No confió en Miguel Borja el entrenador Millonario, tal vez porque buscaba más agilidad en el ataque y que haya un retroceso más rápido, dado el buen manejo de pelota de Rayados.
En los primeros minutos del partido, River padeció ese dominio del equipo dirigido por Domenec Torrent, ex asistente de Pep Guardiola. Pero salvo esa corrida de Canales de frente al arco que terminó con un zurdazo que sacó Armani, cuando el medio de River no hacía pie, Rayados no creó demasiadas situaciones. Le faltó profundidad en ataque y Paulo Díaz evitó otras con cruces certeros.
Y en el medio del inicio y del final de la primera parte, el desarrollo se hizo trabado, de pierna fuerte, con varias infracciones y amarillas. El árbitro esloveno Slavko Vinčić llevó el encuentro a rienda corta. Pero a veces por demás. Y quizás debieron llamarlo para revisar un planchazo de “Corcho” Rodríguez a Montiel.
El segundo tiempo fue diferente, con un River más adelantado, jugando mayor tiempo en campo de Rayados y con el mediocampo mejor plantado. Los laterales se proyectaban más también, sobre todo Acuña, que filtraba pases en ataque. Y de a poco River se fue animando más. Colidio armó una apilada, se la dio a Mastantuono, el pibe definió y Andrada voló para sacarla.
Se imponía el ingreso de Borja y Gallardo lo mandó a la cancha para que jugara los últimos 20 minutos. Y en la primera que tuvo Colidio lo dejó mano a mano, pero Andrada le sacó el mano a mano al colombiano. No fue el único, después le tapó otro tras una pelota parada. Luego llegó la expulsión de Castaño, tras un mal pase de Montiel. Y la batalla de Los Ángeles terminó en cero para que todo se defina en la última fecha.
