Quién es y a qué se dedica Claudio Contardi, el ex de Julieta Prandi condenado por abuso sexual

Quién es y a qué se dedica Claudio Contardi, el ex de Julieta Prandi condenado por abuso sexual

“Ocupación: desconoce”. Esa era la respuesta que daba la modelo Julieta Prandi (44) cada vez que realizó una denuncia contra su ex marido Claudio Contardi (57). Son al menos tres causas las que está acusado: en una de ellas, este miércoles a la mañana, recibió la condena a 19 años de prisión por abuso sexual y amenazas.

A Contardi no se le conoce un trabajo formal. Se presenta como empresario. En 2013, la modelo y su esposo fueron socios en un emprendimiento gastronómico llamado “Tuny y Pepy”. El nombre eran sus apodos dentro de la pareja.

“En Tuny y Pepy todos son amigos y familia. Los esperamos siempre con una sonrisa. Burriquetas 248, esquina Acacias. Pinamar”, anunciaban en sus redes sociales. Estaban con proyectos de franquicias, una de ellas en Nordelta.

Según la denuncia penal, los abusos se extendieron entre 2015 y marzo de 2018, un mes después que se realizó la última publicación en las redes sociales del local, que finalmente cerró sus puertas.

“Se preparó todo, pero no se terminó de inaugurar”, aseguró en diálogo con el programa “A la tarde” Claudio Marchesín, dueño de una inmobiliaria ubicada en Martínez, en la zona Norte del Gran Buenos Aires, sobre la franquicia de Nordelta.

Marchesín se asoció con Contardi luego de un vínculo de varios años, en los cuales realizaron varias transacciones inmobiliarias. “Empezó a comprar y vender propiedades a través de mi inmobiliaria. Estaban a nombre de él y de Julieta, otros a nombre de sus hermanos y del hijo del primer matrimonio”, recordó.

A raíz del vínculo entre ellos, Marchesín se asoció con Contardi para abrir el local de “Tuny y Pepy” en esa urbanización del norte bonaerense.

“Yo invertí en un negocio. Él terminó no abriendo nunca y terminó desapareciendo, pero no es que él me metió la mano en el bolsillo y salió corriendo. No fui lo suficientemente producente. Hoy no volvería a asociarme con él. Mucha gente allegada me lo avisó y me dijo que no me meta, pero pequé de soberbia. Es una persona muy complicada”, resaltó.

“Es una doble personalidad, por momentos es muy simpático y por momentos muy agresivo”, terminó describiéndolo a Contardi.

Prandi y Contardi se pusieron de novios en 2000, cuando la modelo tenía 19 años. Tras cinco años de noviazgo se separaron, pero volvieron a formar pareja en 2008. En octubre de 2011 se casaron. En ese mismo año nació su primer hijo. En 2015, el segundo. Contardi ya era padre de un varón de unos 20 años de otra pareja anterior. Y hace 20 días nació su cuarta hija, de una nueva pareja.

La historia de amor siguió hasta noviembre de 2019, cuando Prandi y Contardi se divorciaron. Al año siguiente, la modelo lo denunció. En ese momento comenzó un derrotero judicial que incluye un trámite en el Juzgado de Familia N° 3 de San Isidro.

Según la denuncia, los abusos “se sucedieron dos o tres años antes de la separación”. La relación había comenzado en 2009, año en el que se fueron a vivir juntos a un departamento en avenida Del Libertador al 6600, en Núñez, hoy propiedad del hijo del empresario y también en litigio judicial con la mujer. Convivieron también en dos propiedades de Escobar y Martínez.

En su declaración testimonial, la modelo enfatizó que, tras el nacimiento de su segundo hijo, Contardi se mostró como una “persona agresiva verbalmente” y “comenzó a controlar (toda) su vida” para “alejarla de sus seres queridos”.

También relató en sus denuncias que Contardi “hacía alarde de ser pai de la religión umbanda y con ello la obligaba a que le diga minuto a minuto lo que había hecho en el día, refiriéndole que si no ella sabía que él podía averiguarlo y desplegaba sus cartas sobre la mesa”.