El Gobierno de Claudia Sheinbaum busca revertir el horizonte energético de México en un tiempo récord. Pretende que Petróleos Mexicanos (Pemex) pase en menos de dos años de ser una empresa acorralada por sus deudas a una petrolera con autosuficiencia financiera y una producción de crudo y gas natural en ascenso. Para ello, las secretarías de Energía, Hacienda y la dirección de Pemex han presentado esta semana este plan maestro. Una hoja de ruta para los próximos 10 años bajo la idea de continuar con la recuperación de la soberanía energética y retomar la planificación estratégica.
“México era vanguardia en temas de planificación, tenía instrumentos que eran incuestionables”, aseguraba este jueves la secretaria de Energía, Luz Elena González (Villahermosa, Tabasco, 51 años) durante la entrevista con EL PAÍS en su nueva oficina, en el mismo edificio que hasta hace unos meses albergaba a la Fiscalía General de la República. González insiste en que el punto de partida es el “desmantelamiento” del sector energético que, en su opinión, sufrió México antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador. “Se puso en riesgo la soberanía energética y estamos convencidos de que la energía no solo es una mercancía más”, incide.
La hoja de ruta plantea un modelo que pretende balancear soberanía y competitividad. El desafío no es menor dado el alud de desafíos financieros y operativos que enfrenta la petrolera más endeudada del mundo: sus deudas rebasan los 120.000 millones de dólares, mientras la extracción de crudo y gas natural cae. No obstante, el plan, sobre todo su arquitectura financiera del plan y la mano tendida de nuevo a las empresas privadas, ha sido recibido con expectativa.
Pregunta. A veces casi es peor decepcionar a los críticos que ilusionarlos. ¿Por qué cree que ahora sí va a funcionar la estrategia para salvar a Pemex?
Respuesta. El pesimismo te lleva a la derrota siempre. El principio de que funcionen las cosas es estar optimista y estar seguro de lo que estamos haciendo. Con eso no garantizas el éxito, claro, ¿Por qué va a funcionar? Porque es un plan. Hacía muchos años no se hacía uno en el cual hay una solidez y una claridad completa de la parte financiera y de la parte productiva, y ambas se complementan. No es solo cómo haces frente a la situación financiera, sino cómo la haces sustentable en el largo plazo para que no te vuelva a ocurrir en términos del peso que puede tener en las finanzas públicas. Lo que hicimos fue resolver los temas profundos, estructurales, diría yo, de Pemex, pero ligarlos a un plan productivo que permita que en un tiempo razonable la empresa empiece a valer por sí sola. Nos metimos a cada número de cada área de Pemex para poder primero entender y luego poder ver qué negocios podían sustentar la estrategia financiera.
P. Conseguir que en dos años la empresa sea sostenible es ambicioso.
R. Hay que ser un poco optimista. La estrategia financiera es lo suficientemente flexible para ir leyendo las señales de los mercados. El secretario de Hacienda es un gran financiero y tiene un equipo muy sólido en el área de deuda pública. Estuvimos trabajando no solo en la estrategia que ahorita estamos anunciando, sino en los siguientes pasos que permitan ir acuerpando esa estrategia y arribar a lo que queremos en 2035. El plan no es sexenal, es una hoja de ruta para los próximos 10 años, que le da a la empresa una visión de largo plazo. Seguimos siendo un país petrolero, pero tenemos que avanzar hacia la transición energética, otra de las de las prioridades de la reforma constitucional que hicimos. Lo que queremos es capitalizar la empresa, es darle ingresos líquidos a la caja de Pemex para que pueda hacer las inversiones y producir lo que necesitamos.
P. ¿En qué va a consistir el fondo de Banobras?
R. Es un instrumento único, busca proteger la inversión de 2025 para poder empezar a dar viabilidad a todo el programa. No podíamos agarrar y pagar todos los activos sin ver qué iba a pasar con la inversión y la producción desde ya. El vehículo de Banobras lo que busca es garantizar la inversión del 2025 y entonces ahí garantizamos este cambio en la producción. Es un vehículo que se hace por única vez, es importante decirlo, se encarga de la inversión de 2025 y permite que la empresa no se pare, porque tiene que pagar todo lo que venimos cargando desde hace 15 años.
P. Da la impresión de que Pemex se va a encargar de la parte técnica, Hacienda de la parte financiera y Energía, es decir, usted, de que todo el mundo cumpla con su trabajo. Una especie golpe en la mesa donde papá Estado ha tomado el liderazgo y va a hacer que Pemex haga por fin las cosas bien. ¿Cuál va a ser el papel de Hacienda y de Energía? ¿Van de alguna forma a tutelar a Pemex?
R. No, tutelar no. No asumimos ningún papel que no nos compete. Pemex se tiene que hacer cargo de todo, hay gente muy capacitada, este trabajo lo hemos hecho con cada uno de los funcionarios de Pemex y este plan depende de ellos y del director general. El tema es que se había desmantelado la capacidad de planeación del Estado, era necesario que nos volviéramos a coordinar. El secretario de Hacienda no tiene tiempo para estar vigilando la producción de Pemex, pero tiene la responsabilidad de velar por las finanzas públicas de este país y Pemex importa. El director de Pemex es una persona súper capaz y mi papel es el que mandata la Constitución. Soy la cabeza del sector energético. Pero hasta ahí.
P. ¿Cuáles van a ser los proyectos prioritarios de 2025?
R. Uno es mantener la plataforma de producción en 1,8 millones de barriles. Es la plataforma suficiente para poderle dar el crudo necesario para el procesamiento de productos de alto valor. Gasolina, diesel y turbosina. La recuperación de la producción petroquímica, lograr la autosuficiencia en la producción de fertilizantes y avanzar en otras líneas de negocio que permitan hacer una transición energética de la empresa.
P. ¿Como el litio y cogeneración?
R. En efecto. Además, se respetan todos los contratos que existan y demás y creamos una figura nueva, la de asociación mixta. Eso permite hacer asociaciones mucho más transparentes, claras y más rentables para el Estado mexicano. Donde el Estado resguarde una ganancia sensata y el privado pueda participar también con una ganancia sensata. Son asignaciones que tiene Pemex de campos ya explorados, donde hay confirmación de reservas. Estas asignaciones siguen siendo de Pemex, pero a través de contratos se puede hacer una inversión mixta donde el privado pone el recurso que se requiere para la explotación y se comparten riesgos y ganancias, y hay una prelación muy clarita de pagos. Lo primero que se paga acá es el impuesto del bienestar, el 30%. Eso es un cambio importante también, porque durante muchos años Pemex se utilizó para pagar impuestos, entonces no era posible su rentabilidad. Después se cubren los costos, la inversión, con criterios muy claros y transparentes. Esos costos van hasta el 30%, salvo casos específicos y pasan por un comité. Hay una evaluación de cada uno de los proyectos antes y durante el seguimiento. ¿Por qué hasta el 30%? Porque con los datos que tenemos creemos que es suficiente para ciertos tipos de campos y permitimos que sea hasta el 40%, por ejemplo, para campos de aguas profundas. Ahorita hay 21 proyectos que están en proceso de adjudicación.
P. Es decir, el Estado es el dueño de los recursos, el rector de los procesos, pero ¿también el mejor aliado de los privados en este sector?
R. No estamos en contra de la inversión privada, al contrario, es fuente importante del desarrollo del país, pero bajo reglas claras, no de cualquier forma. Estamos en contra de lo que está fuera de la ley, del interés nacional, del interés público y de la soberanía de este país.
P. Hablando de lo que está fuera de la ley. Pemex ha sido históricamente una fuente también de corrupción y de fuga de dinero. ¿Qué pasos se van a dar para sanear Pemex en materia de corrupción?
R. No sé a qué se refiere con la fuga de dinero. Y en materia de corrupción, si hay algún tema, hay que denunciarlo, lo vamos a perseguir y lo vamos a combatir. Nosotros entregamos la administración de la Ciudad de México con cero observaciones de la Auditoría Superior. Y no, no estoy diciendo que no existieran casos, pero si se daban, se combatía. Y esto será lo mismo. Nosotros no vamos a cambiar.
P. ¿Cuánto de lo presentado esta semana depende del combate al robo de combustible, conocido como huachicol?
R. Este programa va en paralelo al combate al comercio ilícito de combustibles, pues ese es un objetivo del Estado mexicano, no diría de la Secretaría, desde el lado de seguridad. Nosotros estamos dando elementos para tener mayor información y facilitar los mecanismos que permitan el combate por parte de las áreas de inteligencia y seguridad pública. Antes la trazabilidad completa de los combustibles no era una obligación. Nuestra contribución es encontrar esos huecos y apoyar a los compañeros en seguridad. A día de hoy llevamos más de 60 millones de litros de combustible decomisado, hay más de 1.100 personas detenidas.
P. En la parte productiva del plan ha llamado la atención, por polémico, el tema del fracking. ¿Cree que México en general, y la izquierda mexicana en particular, tiene que hacer un reseteo sobre su concepción del fracking?
R. Quiero ser muy cuidadosa. Nosotros venimos del sector ambiental, no vamos a hacer absolutamente nada en contra del sector ambiental. Por lo tanto, estamos en contra del fracking. ¿Qué significa? Fracturamiento, llegar, sacar, extraer los combustibles, los de los recursos petrolíferos con agua de consumo humano o agua para uso de la industria. Estamos completamente en contra de eso. Nadie está planteando eso. Por convencimiento, porque de ahí venimos. Sin embargo, tenemos que hacernos cargo de que hay que incrementar la producción de gas. Nosotros importamos una cantidad muy importante de gas y tenemos reservas de gas.
P. ¿Qué espera y qué le pide al sindicato de Pemex de cara a este nuevo plan?
R. El sindicato es un tema de los trabajadores y es un derecho laboral que tienen los trabajadores. Yo le hablaría a los trabajadores de Pemex. Los trabajadores de Pemex son la columna vertebral de la empresa.
P. ¿Y a los líderes sindicales?
R. Que se sumen a esta nueva visión y que contribuyan a la formación de capital humano, de los ingenieros que necesitamos. Hay que recuperar el orgullo de la ingeniería mexicana y recuperar a todas esas mentes brillantes que perdimos y la formación de capital humano que teníamos.