Tras irrumpir en el tablero político nacional con la idea de armar una propuesta electoral alternativa para enfrentar en 2027 al oficialismo libertario y al kirchnerismo, los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Maxi Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz) comenzaron a pulir las estrategias en cada uno de sus territorios para avanzar en las elecciones legislativas de octubre y construir fuerza propia en el Congreso. La mayoría de los integrantes del espacio, por ahora llamado “Un grito Federal”, fueron elegidos en las boletas del extinguido Juntos por el Cambio, que tras el fracaso electoral de 2023 se alinearon rápidamente con el gobierno de Javier Milei y, al igual que sus nuevos socios políticos del peronismo cordobesista y el oficialismo santacruceño, acompañaron todos los proyectos libertarios en el Parlamento. Ahora, a poco de comenzar a andar, deberán demostrar cuál es el camino que eligen en la disputa legislativa: todos ellos acompañan los proyectos que impulsaron las 23 provincias y CABA para repartir equitativamente los Aportes del Tesoro Nacional y el impuesto a los combustibles, pero evitaron pronunciase sobre si acompañarán o no los vetos presidenciales al aumento de las jubilaciones y la emergencia en discapacidad, cuyos votos pueden resultar decisivos para blindar la decisión de Milei.
Varios gritos
Los gobernadores del novel espacio político se muestran como exitosos en sus propios territorios. En su primer texto constitutivo bajo el nombre de “Un Grito Federal”, expusieron las tres ideas fuerza del espacio: el “equilibrio fiscal imprescindible”, el “cuidado de nuestra gente” y la reivindicación del “interior productivo”. Sin roles predominantes (por ahora), los mandatarios van construyendo su narrativa común aunque no exenta de diferencias.
“El 27 va a tener una representación, seguramente la va a tener, y es necesario que la tenga. Puede ser tranquilamente, ¿Por qué no? (que tengamos un candidato a presidente). Debería ser. Tener una alternativa republicana y federal para que justamente podamos salir de esta Argentina pendular”, dijo Torres, en una entrevista en Radio Mitre este viernes. El chubutense es el mas entusiasta sobre el futuro armado político: “Se necesita una alternativa real, sólida. Y no caer en el rejunte del medio de siempre, que dos o tres dirigentes vanidosos se juntan para porotear dos o tres escaños”, agregó.
El santacruceño Vidal también se entusiasma con la propuesta política común: “Es un frente electoral distinto, que apuesta a la política, pero con diálogo y respeto, y por sobre todas las cosas, a fortalecer un esquema de producción y trabajo a nivel nacional”, sumó durante un acto en Río Gallegos. “Vamos a trabajar para tener un bloque legislativo que pretenda defender el equilibrio fiscal, pero también defender a las provincias. Los recursos que son de las provincias y, a veces, no vienen. Desde ese lugar apostar a fortalecer a lo que genera trabajo”, manifestó en la misma línea el santafesino Pullaro en declaraciones radiales en Rosario.
Los otros dos referentes del nuevo espacio prefirieron ceñir sus declaraciones a temas provinciales. Durante un acto que se llevó a cabo esta semana en la Casa de Gobierno local, el cordobés Llaryora le reclamó a la administración nacional la cesión de los permisos para concluir la autopista de la ruta 19 de la provincia: “Necesitamos que la Nación termine un trámite administrativo. Estamos dispuestos a poner los recursos para finalizar una ruta nacional abandonada”, arremetió.
El radical jujeño Sadir se encargó de subrayar que el nuevo espacio no es opositor, sino “federal”. Si bien coincidió con Pullaro y Torres en la necesidad de representar al interior y sus economías, buscó evitar lecturas rupturistas. “Muchos de los gobernadores que lo integramos acompañamos políticas nacionales positivas, como el acomodamiento de la macroeconomía”, aclaró. Sostuvo que apuesta a “trabajar por regiones” para contrarrestar el centralismo y valoró el diálogo directo con el gobierno nacional. “Para sacar el país adelante, Nación y provincias tienen que trabajar juntas”, resumió y reivindicó el rol del Congreso como herramienta institucional para defender los intereses provinciales.
Congreso, primera parada
En su entusiasmo, Torres habló sobre la posibilidad de que el frente federal tenga un bloque de al menos 20 senadores el 10 de diciembre, luego de las legislativas. Algo difícil de predecir si no se suman nuevas voluntades al espacio. Ninguna de las cinco provincias que integran ese frente eligen senadores en octubre, y sus gobernadores suman 7 bancas propias entre los 15 que representan a esas mismas provincias en el Senado.
La disputa por la Cámara baja deberá contemplar también sus propios armados territoriales, donde todas las fuerzas que lo integran no siempre comparten el escenario nacional que impulsan los mandatarios provinciales. Salvo Córdoba y Santa Fe (los principales distritos electorales después de la provincia de Buenos Aires) renuevan 9 bancas cada una, donde los oficialismo provinciales irán por mantener las propias; Jujuy y Santa Cruz renuevan 3 cada una; y Chubut apenas 2, con las mismas necesidades.
En ambas Cámaras, el nuevo frente electoral no pasaría (en la previa) a tener una fuerza determinante, pero podría ser el fiel de la balanza parlamentaria que defina una puja entre oficialismo y oposición.
La primera prueba de fuego en el Congreso para el nuevo conglomerado federal será el próximo miércoles en la Cámara baja, donde el grueso de la oposición va por la emergencia en el Garrahan, el presupuesto para las universidades nacionales y los proyectos impulsados por todos los gobernadores. Se descarta que sus diputados apoyarán el reparto de ATN y del impuesto a los combustibles. Habrá que ver como se posicionan sobre los otros dos temas.
La otra será cuando sus propios legisladores tengan que tomar posición sobre los vetos de Milei al aumento jubilatorio y la emergencia en discapacidad. Ahí se definirá de que lado de la grieta —que dicen detestar– se parará el nuevo espacio federal.