Los Menem, el triunfo de “la casta” dentro del Gobierno de Milei

Los Menem, el triunfo de “la casta” dentro del Gobierno de Milei

Mientras el Gobierno de Javier Milei enfrenta un período de inestabilidad económica, con una nueva depreciación del peso frente al dólar y un segundo rescate del Fondo Monetario Internacional, la trama de distintos sectores que lo sustentan dio un vuelco y se inclinó hacia lo que el presidente ultra solía llamar “la casta política”. La disputa interna para definir a los candidatos en las próximas elecciones supuso una derrota para Las fuerzas del cielo, la mística denominación que agrupa a militantes de ultraderecha en las redes sociales y las plataformas digitales, las tribus lideradas por Santiago Caputo, asesor del Ejecutivo. Como contrapartida, supuso el triunfo de los principales operadores políticos de la hermana del mandatario y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, quienes llevan un apellido pesado en la política argentina: Menem.

El peronista Carlos Menem, fallecido en 2021, gobernó el país entre 1989-1999 y su gestión neoliberal —de la que el kirchnerismo surgiría años después como reverso y rechazo— es considerada por Milei como “la mejor de la historia”. De hecho, el actual presidente impulsa una profundización de muchas políticas desarrolladas por el menemismo en los noventa: desde la reducción del Estado y la privatización de empresas públicas hasta el alineamiento incondicional —“relaciones carnales”— con Estados Unidos, entre otras varias.

Después de casi dos décadas de apartamiento de la política nacional, tras la debacle social y económica en que terminó el modelo menemista, la familia Menem volvió al primer plano con Milei. El vínculo data de 2019 y se intensificó desde 2021, cuando el hoy presidente era diputado y buscaba armar una estructura nacional. Ya desde los inicios del mandato ultraderechista, hace 20 meses, los Menem se encumbraron en el Gobierno. El más notorio es Martín Menem, un empresario de 50 años, sobrino del exmandatario y actual presidente de la Cámara de Diputados. Cerca suyo están, como consejero aunque sin cargo, su hermano Adrián Menem y también su sobrino segundo Federico Sharif Menem, de 23 años, nombrado director general de la secretaría privada de la presidencia de la Cámara baja.

Pero el más influyente y con mayor experiencia política del clan es Eduardo Lule Menem, de 60 años, primo de Martín y padre de Federico Sharif. Cultor extremo del bajo perfil y con una larga trayectoria como funcionario parlamentario, es ahora subsecretario de Gestión Institucional de la Presidencia. Es decir, la mano derecha de Karina Milei.

Si era equilátero, “el triángulo de hierro” que el presidente Milei decía conformar con su hermana y Santiago Caputo se desequilibró durante el último mes, cuando el partido del Gobierno, La Libertad Avanza (LLA), debatió y definió las listas de candidatos a legisladores para la provincia de Buenos Aires. En el bastión del kirchnerismo se votará el 7 de septiembre y Caputo aspiraba a postular a algunos de los referentes de Las fuerzas del cielo, el autodenominado “brazo armado” de Milei. Pero sus expectativas terminaron frustradas y se impuso la decisión de Lule Menem, con aval del Jefe, como llama Milei a su hermana. El armado electoral en territorio bonaerense fue delegado en manos de Sebastián Pareja, un dirigente de origen peronista acercado al oficialismo por el mismo Menem. Fue él quien negoció una alianza con el PRO —el partido conservador del expresidente Mauricio Macri— y cerró las listas.

La fractura interna se hizo explícita. Caputo dejó trascender su malestar, pero silenció sus cuentas en las redes sociales y no se pronunció desde entonces. Sí lo hicieron los activistas de su espacio, que criticaron duramente la selección de candidatos de LLA por “priorizar paracaidistas sin ideas ni moral”.

Milei y su hermana tuvieron que reclamar públicamente que se acallaran las críticas y que los militantes se encolumnaran detrás de la conducción partidaria. El 8 de agosto comenzará la campaña electoral bonaerense, con la por ahora presunta participación de todos los sectores, Caputo incluido. A partir de ahí quedará claro si las heridas cicatrizaron o no. La otra gran prueba será la definición de las candidaturas para los comicios legislativos nacionales de octubre.

Negocios y sospechas

En simultáneo a su triunfo en la política interna de LLA, los Menem fueron noticia en las últimas semanas por una serie lanzada por Amazon Prime Video, que ficcionaliza la presidencia de Carlos Menem, y también por los cuestionamientos a los negocios con el Estado de empresas vinculadas con la familia.

La firma Tech Security pertenece a los hermanos Adrián y Fernando Menem. Martín Menem integraba el emprendimiento hasta cuatro días antes de la asunción de Milei en la Casa Rosada. La empresa, dedicada a los servicios de seguridad, fue beneficiada el último mes con la adjudicación de una licitación pública por casi 4.000 millones de pesos (unos 3 millones de dólares) para brindar custodia al Banco Nación. El presidente de Diputados se limitó a explicar, informalmente, que ya no tiene relación con la empresa de sus hermanos. Legisladores opositores anunciaron que presentarán una denuncia penal para que el hecho sea investigado.

Otro caso de posibles negocios incompatibles con la función pública se conoció en la última semana. La intervención dispuesta por el Poder Ejecutivo sobre la obra social Osprera, del sindicato de trabajadores rurales, canceló un contrato recientemente firmado “por presuntas irregularidades en la facturación de una empresa de tecnología” y anunció que realizará una auditoría. La firma sospechada es HTECH Innovation SA, encabezada por un socio de Martín Menem y creada en abril de 2024, poco antes de ser contratada.

Los dos casos golpean doblemente al Gobierno de Milei. Porque se alientan sospechas de corrupción y también porque su difusión hace presumir, hacia dentro de la Administración ultra, una represalia interna.