En el ideal de River e Inter había otro escenario planteado para esta última fecha del Grupo E del Mundial de Clubes, en el Lumen Field de Seattle, donde este miércoles desde las 18 de aquí, las 22 de Argentina, estará en juego la clasificación a los octavos de final. Los dos deseaban llegar a esta instancia ya con el pasaje en mano y definir cuál de los dos se quedaría con el primer puesto. Sin embargo, transcurridas dos jornadas, la historia es diferente y jugarán una final en el noroeste de los Estados Unidos, con la particularidad que los dos podrían terminar festejando o uno de los dos quedarse en el camino ya que Rayados de Monterrey, que se enfrenta a Urawa Red Diamonds de Japón a la misma hora en el Rose Bowl de Los Ángeles.
Los empates de River e Inter con Rayados hicieron que el equipo mexicano, que cuenta con 2 puntos, dos menos que el Millonario y el Neroazzurro, tenga chances de meter la cola y dejar expectante hasta el final la definición, que promete ser infartante y con la incertidumbre hasta el último segundo.
Y en medio de tantas especulaciones y cuentas por el sistema de desempate que propuso la FIFA para este torneo, en el que si hay igualdad en puntos se tiene en cuenta primero el resultado entre los equipos involucrados, hay algunas certezas: el que gane de River-Inter se clasificará. Y el que pierda deberá esperar la ayuda de los japoneses que ya avisaron que, por más que estén eliminados, buscarán llevarse algo de este Mundial. Vale recordar que por cada triunfo la FIFA otorga de premio 2 millones de dólares y el empate, 1 millón de la misma moneda.
Ahora bien, ¿qué sucede si hay igualdad entre River e Inter? El 0-0 y el 1-1 al equipo italiano lo clasifica, mientras que River con el 0-0 deberá esperar que Rayados no gane porque si no, se queda afuera y con el 1-1 tendrá que implorar que los mexicanos no triunfen por más de dos goles o por una diferencia de dos que no sea de 3-1 para arriba.
Con los empates, River corre de atrás porque Rayados e Inter convirtieron en el partido que jugaron entre sí (fue 1-1) y en cambio los de Gallardo igualaron en cero con los de Domenec Torrent. Eso sí, se da la particularidad de que el 2-2 o cualquier otra igualdad superior, los clasifica a River y a Inter sin importar lo que haga Rayados.
Ni River ni Inter llegan en las mejores condiciones futbolísticas a este duelo. Al equipo de Gallardo, que, si bien tuvo una buena actuación en el segundo tiempo ante Rayados y mereció ganar, todavía le falta consistencia. Para colmo tiene tres bajas: Enzo Pérez, Giuliano Galoppo y Kevin Castaño. Toda la mitad de la cancha. Entonces, el Muñeco define si juega con línea de cinco atrás (con la inclusión de Germán Pezzella) o reemplaza a los ausentes con tres mediocampistas. Y necesita hacer goles para no estar con la oreja en el otro partido.
Inter, por su parte, llegó a este Mundial golpeado tras la dura derrota por 5-0 con el PSG en la final de la Champions League en Múnich. Y está en un proceso de transformación tras la salida de Simone Inzaghi y el cambio de entrenador, que ahora es el rumano Cristian Chivu. Pero no deja de ser el subcampeón de Europa, tiene su poderío y cuenta con Lautaro Martínez, su principal arma, en estado de gracia ya que el argentino convirtió dos goles en esta competencia, uno frente a Rayados y otro ante Urawa.
El conjunto de Milán arrancó este certamen con varias bajas respecto al equipo que jugó la final por la Orejona ya que tenía lesionados a Marcus Thuram, a Denzel Dumfries y a Hakan Çalhanoğlu, pero recuperaría para jugar ante River a Dumfries que sería titular y a Thuram, que iría al banco de suplentes. Mientras que Francesco Acerbi es alternativa por cuestiones tácticas.
River contará con un plus que lo dará su gente en las tribunas. En Los Ángeles hubo 35 mil personas y se espera una cantidad de riverplatenses similar en el Lumen Field de Seattle.
En la tardecita del martes, hubo un banderazo de los hinchas de River en Victory Hall y hay mucha expectativa para ver el primer partido oficial (solo habían jugado un amistoso en 1961 que salió 1 a 1) entre River e Inter. Afuera de la cancha hay buena relación entre las instituciones pero en la cancha será a cara de perro. Es una final.