Argentina, el país con más goles de sus futbolistas en lo que va del Mundial de Clubes, sumó en la tarde de Seattle dos más. Fue a través de Lautaro Martínez y Valentín Carboni, que le dieron a Inter de Milán una sufrida y necesaria victoria ante Urawa Red Diamonds por la segunda fecha del grupo E, el que ambos comparten con River y Rayados de Monterrey.
Si los equipos europeos llegan cansados al tramo final de la temporada o no encuentran motivación en el torneo de Estados Unidos para jugar al 100% de sus posibilidades, el partido de este sábado en el Lumen Field abona a esa teoría, más allá de la victoria de Inter. Es que el equipo japonés no necesitó brillar para complicar seriamente al reciente finalista de la Champions League, sino que simplemente aprovechó una de las pocas ocasiones de peligro que tuvo y después se dedicó a defender.
Iban 10 minutos de juego cuando Takuro Kaneko recuperó la pelota contra la raya lateral derecha y mostró determinación atacar el espacio: encaró al brasileño Carlos Augusto, ingresó al área y jugó el pase al medio para la posición de Ryoma Watanabe, quien pateó de primera y se favoreció por un rebote en Matteo Darmian que descolocó al arquero Yann Sommer.
Y explotaron los hinchas japoneses, que ya se habían hecho sentir en el debut ante River en ese mismo estadio.
Quedaba mucho por jugar cuando Watanabe marcó el 1-0. Se suponía que en algún momento iba a tener que aparecer la jerarquía del subcampeón de la liga italiana. Tan solo se suponía. Manejó la pelota contra un rival que con el correr de los minutos se defendió cada vez más cerca de su arco, pero se convirtió en un equipo previsible. Le faltó sorpresa, una gambeta, remates de media distancia para romper la monotonía. Hasta que aparecieron los argentinos.
Primero, Lautaro Martínez se lució con una pirueta espectacular tras un tiro de esquina y en medio del tumulto para gritar el empate recién a los 33 minutos del segundo tiempo. Hasta el momento, el arquero Shusaku Nishikawa no había atajado ninguna pelota: todos los remates de Inter fueron desviados o bloqueados por un defensor.
Ya estaba en cancha Valentín Carboni, ingresado a los 27 minutos en lugar de Federico Dimarco. Fue su primer partido tras sufrir la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en octubre pasado cuando se entrenaba con la Selección Argentina.
Y el pibe de 20 años, quien entre 2023 y 2024 estuvo a préstamo en Monza y Olympique de Marsella antes de volver a su actual club, tuvo su regreso soñado. En tiempo de descuento, capturó un rebote dentro del área y marcó el 2-1 agónico. Es un alivio para el Nerazzurri, que cerrará la fase de grupos ante River el próximo miércoles.
Urawa, en tanto, quedó eliminado cuando todavía tiene un partido por delante. Y en el final sus jugadores se acercaron al público, se pusieron en fila y le hicieron una reverencia.