La OPEP+ acelera la producción de petróleo para defender su cuota de mercado | Mercados Financieros

La OPEP+ acelera la producción de petróleo para defender su cuota de mercado | Mercados Financieros

El mercado de petróleo ha cambiado mucho en las últimas décadas. La irrupción del crudo estadounidense, la transición energética y la creciente volatilidad geopolítica han obligado a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) a adaptarse con rapidez para no perder cuota frente a competidores no alineados como Estados Unidos o Brasil. En este contexto, el cártel acordó este domingo un nuevo aumento de la producción en 547.000 barriles diarios a partir de septiembre. Con este incremento, la organización ha revertido ya los recortes voluntarios de 2,2 millones de barriles diarios puestos en marcha en 2023.

“En vista de la estabilidad de las perspectivas económicas mundiales y de los sólidos fundamentos del mercado, reflejados en los bajos inventarios de petróleo, los ocho países participantes (Arabia Saudí, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán) implementarán un ajuste de producción de 547.000 barriles diarios en septiembre de 2025”, señala la organización en su página web.

El recorte de 2023 fue una respuesta directa al auge del petróleo en Estados Unidos, que hundió los precios y obligó a los grandes productores a limitar la oferta. Sin embargo, desde el pasado abril, la alianza liderada por Arabia Saudí ha reorientado su estrategia. Hace apenas cuatro meses, cuando los inversores trataban de asimilar el órdago proteccionista de la Casa Blanca, el cártel sorprendió con el aumento de la producción en 411.000 barriles diarios a partir de mayo, una cantidad que superaba ampliamente lo previsto por los analistas.

Las primeras estimaciones apuntaban a que la reversión de los recortes aplicados entre 2022 y 2023 se completaría a mediados de 2026. Pero el reiterado incumplimiento de las cuotas por parte de algunos miembros y la determinación saudí por recuperar el terreno perdido han acelerado el calendario. Los analistas prevén que, tras el fin anticipado del recorte voluntario, la OPEP+ haga una pausa para evaluar la evolución de la demanda y el contexto económico. “Los ocho países de la OPEP+ se reunirán mensualmente para revisar las condiciones del mercado, la conformidad y la compensación. La próxima reunión se celebrará el 7 de septiembre de 2025”, señala la alianza.

El incremento de la oferta ha contribuido a estabilizar los precios del crudo, incluso en un entorno de tensiones geopolíticas crecientes. En abril, mientras los inversores trataban de descifrar el impacto de los aranceles sobre la economía y los temores de recesión se extendían por los mercados, la decisión de la OPEP+ de elevar la producción empujó el Brent a mínimos de cuatro años. La recuperación no tardó en llegar. La tregua arancelaria y el aumento de la inestabilidad en Oriente Medio provocaron que el oro negro repuntara, pero lo hizo con menor intensidad que en episodios bélicos anteriores. Las expectativas de desaceleración de la economía y sobre todo la capacidad de EE UU de retomar la actividad en yacimientos no convencionales actuaron como cortafuego.

La decisión de la OPEP+ coincide con un momento especialmente delicado, marcado por las nuevas amenazas de Donald Trump de imponer aranceles a los compradores de petróleo ruso —como India— si Moscú y Kiev no alcanzan un alto el fuego. Una posible interrupción de los flujos energéticos desde Rusia podría disparar los precios del crudo y añadir presión sobre los bancos centrales, en particular sobre la Reserva Federal, que busca contener la inflación sin ahogar el crecimiento económico.

Sin embargo, más allá del ruido político, el mercado parece condicionado por una tendencia estructural más profunda: la sobreoferta. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya ha advertido que se extrae más petróleo del que se consume, especialmente en un escenario de crecimiento global moderado. Las señales de enfriamiento económico en EE UU, junto a la debilidad de Europa, alimentan esa percepción. El retorno de los 1,66 millones de barriles diarios retirados en 2022, previsto para finales de 2026, podría aplazarse si la demanda no responde.

En este entorno, la OPEP+ busca reinventarse sin perder su influencia. El nuevo ciclo no estará marcado solo por guerras y shocks de oferta, sino también por la transición energética, la competencia de nuevos productores y la imprevisibilidad política. El petróleo, aunque ha perdido protagonismo respecto a décadas anteriores, sigue siendo una pieza clave del tablero económico y geopolítico global. En un año marcado por conflictos armados y tensiones comerciales, el Brent ha registrado fuertes oscilaciones: pasó de los 60 dólares a principios de abril a los 81 en junio, tras el ataque de EE UU a las instalaciones nucleares iraníes. A la espera de que el mercado digiera la decisión anunciada este fin de semana, el Brent acumula una caída del 6,7 % en lo que va de 2025 y se sitúa por debajo de los 70 dólares.