La ONU alerta de que el plan de Israel para ocupar la totalidad de Gaza comportará “consecuencias catastróficas” | Internacional

La ONU alerta de que el plan de Israel para ocupar la totalidad de Gaza comportará “consecuencias catastróficas” | Internacional


Miroslav Jenca, secretario general adjunto de Naciones Unidas, advirtió el martes de que la idea israelí de ocupar la totalidad de la franja de Gaza comportaría “consecuencias catastróficas”. La alerta, pronunciada ante el Consejo de Seguridad de la ONU, llega horas antes de que el Gabinete de Seguridad de Israel, liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, se reúna este jueves para tomar una decisión sobre la toma del enclave.

“Esto comportaría riesgos para millones de palestinos y además pondría aún más en peligro las vidas de los cautivos que quedan en Gaza”, subrayó Jenca. El alto cargo de la ONU denunció ante el Consejo de Seguridad las condiciones “inhumanas” que padecen los palestinos en la Franja y ha señalado Israel por “continuar restringiendo severamente la entrada de ayuda humanitaria a Gaza”, añadiendo que los suministros que han entrado son “extremadamente insuficientes”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se desentendió en la noche del martes de la posibilidad de que los dirigentes israelíes apuesten por la ampliación de la ocupación. Trump, el mandatario con mayor capacidad de influencia sobre Netanyahu, ha sentenciado que la decisión sobre ocupar el conjunto del enclave “dependerá de Israel”.

Las intenciones israelíes angustian la población civil y el mundo humanitario. Olga Cherevko, miembro de la Oficina de la ONU para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), asegura a EL PAÍS desde Deir al Balah, en el centro del enclave, que la gente se encuentra “exhausta” y “llegando a un punto de ruptura en muchos sentidos”.

Parte de la cúpula política israelí habría llegado a la conclusión de que la falta de progreso en la mesa de negociación para alcanzar un alto el fuego con Hamás deja a Israel con la vía militar como única alternativa para rescatar a los cautivos. Paradójicamente, el jefe del ejército, Eyal Zamir, así como algunos ministros israelíes, consideran que la ampliación de la ocupación pone en peligro la vida de los cautivos que permanecen en el enclave. La influencia del ala más radical del Ejecutivo, que ambiciona la plena ocupación y anexión de la Franja y que presiona al resto del Gobierno con su capacidad de hacer caer la coalición, se prevé decisiva.

El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, ha expresado a Netanyahu este miércoles que ocupar toda la Franja es “muy mala idea”, según una información del diario The Times of Israel. “No puedes mandar al Estado de Israel a la guerra a no ser que tengas la mayoría de los israelíes detrás”, le habría dicho Lapid. “Y la gente en Israel no está interesada en esta guerra”, agregó. Algunos analistas contemplan la posibilidad de que el primer ministro esté planteando el anuncio de una ocupación total como una herramienta de presión sobre Hamás.

La aprobación de la expansión militar llevaría al ejército israelí a tomar el control de los pocos territorios donde no tiene una presencia continuada, y donde casi dos millones de gazatíes se amontonan débiles y hambrientos. Durante las últimas 24 horas, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha contabilizado cinco nuevas muertes por inanición. Desde octubre de 2023, 193 personas han fallecido por esa causa, la mayoría de ellas en julio.

Ante la ola de indignación internacional causada por las imágenes de niños reducidos a piel y huesos, Israel aprobó medidas que debían aplacar la urgencia humanitaria. Comunicó que a partir del 27 de julio llevaría a cabo “pausas humanitarias” en distintas zonas del enclave y que aseguraría “rutas seguras” para los convoyes de las agencias de la ONU.

Diez días después, el campo humanitario no observa los resultados esperados. En este periodo, un total de 853 camiones ―unos 85 al día― han accedido al enclave por los pasos controlados por Israel, según datos del Centro Palestino de los Derechos Humanos, con oficinas en Deir al Balah. Ese centro recoge datos de grupos gubernamentales e internacionales. La cifra supone un 14% del mínimo de 600 camiones diarios que las fuentes humanitarias exigen para impedir el avance hacia la hambruna.

Tampoco se percibe la existencia de rutas seguras. La entrada de ayuda a cuentagotas y la incertidumbre sobre su continuidad propician los saqueos ante la falta de protección por parte del ejército ocupante. Eso impide que la mayoría de camiones alcancen los almacenes de la ONU, cuyo sistema de distribución se encarga de que la ayuda llegue también a niños, ancianos, heridos y enfermos, los mismos perfiles vulnerables que agrandan la lista de muertes por inanición.

Familiares de un hombre palestino fallecido mientras intentaba alcanzar los camiones de ayuda lloran en el Hospital Al-Shifa de Gaza.

20 muertos al volcar un camión con ayuda

Bandas armadas que llenan el vacío dejado por Hamás en algunas zonas de la Franja también participan de los asaltos, a veces incluso secuestrando los camiones, cuyos conductores denuncian el peligro de la labor humanitaria en medio del caos. Esta pasada noche, al menos 20 personas fallecieron y decenas resultaron heridas cuando volcó un camión cerca del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro del enclave. Lo ha confirmado Mahmud Bassal, portavoz de la defensa civil, que ha indicado que “centenares de civiles” esperaban la ayuda.

El ejército israelí controla de manera directa el 75% de la Franja en la actualidad. El total del territorio que se encuentra bajo presencia militar israelí o bajo órdenes de evacuación por parte de ese mismo ejército es del 87%, según datos de la OCHA. Eso significa que casi dos millones de personas se hacinan en el 12% del territorio. “Las condiciones son horribles”, protesta Cherevko, de esa misma organización: “No permiten la entrada de materiales para [construir] refugios, la gente duerme a la intemperie y muchos no comen nada durante días”.

Cherevko insiste en denunciar las restricciones y los retrasos con los que asegura que las autoridades israelíes torpedean la acción humanitaria. Añade que les ofrecen rutas “peligrosas y congestionadas”. Todo ello, lamenta, ha llevado las comunidades locales “a perder la confianza en que recibirán ayuda mediante los mecanismos humanitarios habituales”.

El portavoz del ejército israelí en árabe, Avichay Adraee, ha emitido la mañana del miércoles nuevas órdenes de evacuación ―o “de expulsión”, como las llaman los gazatíes― sobre distintas zonas, arrinconando a la población civil contra el mar. Ha habido órdenes en Jan Yunis, donde el ejército asegura estar actuando “de manera vigorosa”, y en algunos barrios de Ciudad de Gaza, una de las zonas en la Franja que el gabinete de seguridad israelí este jueves podría apostar por invadir.

Mientras, la ofensiva militar continúa. El Ministerio de Sanidad gazatí informó el miércoles de que las hostilidades israelíes habían causado 138 muertos y 771 heridos durante el último día. La mayoría, según el mismo recuento, murieron mientras esperaban ayuda. De manera paralela, el ejército israelí aseguró mediante comunicados que había atacado “lugares de producción de armas” de Hamás y que lo había hecho después de tomar “pasos para mitigar el riesgo de dañar la población civil”. En otra operación en Tuffah, al norte del enclave, el ejército notificó una operación en la que terminó con una “célula terrorista” conformada por “aproximadamente 10 terroristas”.