la liga donde se juega cada vez menos y se tarda cuatro minutos en patear un penal

la liga donde se juega cada vez menos y se tarda cuatro minutos en patear un penal


El fútbol argentino es como esa canción de Charly García… “te amo, te odio, dame más”. El Torneo Clausura empieza este jueves la cuarta fecha con algunos números que meten miedo. Es que en la liga de los campeones del mundo todavía resuenan las estadísticas de la jornada pasada, con esos ocho empates 0-0 y la postal de los cinco grandes sin convertir un solo gol en sus distintos encuentros.

La mejor manera de enfrentar semejante realidad es apelando a un diagnóstico certero, y en este caso la Liga Profesional hace bien en compartir los informes que va recogiendo en cada cancha donde se disputan los 15 choques de esta populosa competición de 30 participantes. De esta manera, la fecha “maldita” se cerró con 13 goles y una media de 0,87 por partido. Pero además, en promedio, fueron apenas 11,3 remates totales en cada uno de ellos, de los cuales solamente 3,7 fueron al arco.

Para tomar noción de lo que representan estos valores, son números comparables con los que registró un solo equipo, el Everton inglés (10,63 remates y 3,66 al arco) en la pasada temporada de la Premier League, donde quedó 17mo entre los más goleadores (sólo superó a los tres que descendieron). Su clásico, el Liverpool, fue campeón con espectáculo: pateó en promedio 16,82 veces y acertó a los tres palos en 5,66.

Pero goles son amores y esta historia podrá cambiarse a partir de este jueves, cuando Gimnasia visite a Godoy Cruz en Mendoza. Lo que no se puede sacar de encima el fútbol nuestro de cada día es el karma del tiempo neto, a pesar de los esfuerzos, los cambios de reglas y las sugerencias a los árbitros que impulsa la International Board, el ente asociado a la FIFA que viene pidiendo más acción para la pelotita.

Cómo se mide el tiempo neto en el fútbol argentino

El tiempo de juego efectivo no se mide con un cronómetro a mano, sino a partir de la codificación en vivo de los partidos. En cada encuentro se registran más de 5.000 eventos, cada uno con su timestamp, es decir, con el minuto y segundo exacto en que ocurre.

Para calcular el tiempo efectivo, se toma el lapso total entre el pitazo inicial y el final, y se le resta la suma de todos los intervalos en los que la pelota no está en juego: faltas, saques, cambios, interrupciones por lesiones y revisiones del VAR, entre otros. También se consideran los eventos que reanudan el juego, como tiros libres o saques de banda, para cerrar cada pausa.

En resumen, la fórmula es que el tiempo efectivo es igual al tiempo total de un partido menos el tiempo sin disputa del balón. Este cálculo es una metodología que aplica Opta en todas las ligas y competiciones. Gracias a eso, es posible realizar comparaciones estadísticas como las que se presentan en esta nota.

El fútbol argentino, de mal en peor con el relojito

El arranque del Clausura tuvo dos novedades importantes vinculadas a este tema. Por un lado, se empezó a jugar con la llamada regla de los ocho segundos, que castiga a los arqueros que hacen tiempo señalando tiro de esquina para el equipo rival. Debutó en la segunda fecha, en el empate de Boca y Unión, que se jugó en la Bombonera, cuando Matías Tagliamonte se entretuvo con la pelota en sus manos y el árbitro Nazareno Arasa no tuvo contemplaciones en el conteo.

Por el otro, los alcanzapelotas dejaron de alcanzar pelotas. Algunas avivadas antideportivas de los equipos locales, apurando o demorando los partidos según sus conveniencias, obligó a sumarse a una tendencia que ya se observa en distintas ligas y competiciones internacionales. Los balones ya no se ofrecen sino que se ubican en conitos, cerca de los límites de la cancha, y son los propios jugadores los que tienen que acercarse a buscarlas. ¿Cambió algo, mejoró la cosa? Pareciera que no.

Si se toma como base el Apertura que se jugó en la primera mitad de 2025, los 255 partidos, que terminaron con Platense campeón, tuvieron un total de 50 minutos de juego efectivo en los 98 minutos y medio que promediaron cada uno de ellos. Unos meses después, con 45 encuentros registrados, el tiempo neto fue de 49:56 en los 98:53 de los mismos. En comparación, se pasó de un 50,8% a un 50,5%. Fue un crecimiento negativo, parafraseando viejos análisis políticos, aunque en este caso queda un largo trecho para mejorar.

El número es flojo si se lo mira con los ojos del mundo. De acuerdo a otro informe publicado por Opta hace un par de años, la Ligue 1 francesa fue la de mayor tiempo neto en el cierre de la temporada 2023 entre las cinco grandes ligas de Europa, con un 58,1 por ciento de tiempo neto, por delante de la Serie A de Italia (56%), la Bundesliga alemana (56%), la Premier League de Inglaterra (55,8%) y LaLiga de España (54,3%). En algunos casos, esos números mejoraron gracias a la agilización de los protocolos del VAR. Por ejemplo, según los registros publicados en mayo pasado por el prestigioso Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES), con sede en Suiza, los partidos en Francia ya tuvieron 40 segundos más de tiempo neto respecto al torneo anterior.

En estas tres fechas del Clausura, el equipo que disfrutó de más tiempo neto fue Boca, con 55,6 por ciento, casualmente (o no tanto) uno de los seis conjuntos que todavía no sabe lo que es ir ganando un partido de este torneo (los otros son Aldosivi, Argentinos, Godoy Cruz, Independiente y Platense): el Xeneize terminó 0-0 con el Bicho, le empató a Unión cerca del final y cayó 1-0 frente a Huracán.

Jugar más no siempre garantiza mayor espectáculo, y la mejor demostración la dio el aburridísimo 0-0 entre Talleres y Godoy Cruz de la fecha pasada, el partido con mayor cantidad de tiempo neto en lo que va del Clausura. Fueron 98:59 totales, en los cuales la pelota rodó 56:43, un 57,3 por ciento del partido.

En contraposición, el equipo que menos tiempo neto lleva jugado es San Martín de San Juan, con un promedio de 43,3 por ciento en sus tres partidos, seguido de cerca por Deportivo Riestra, que contabiliza 45,5 por ciento. ¿El dato? Se enfrentaron en la fecha 2 y su duelo en tierra cuyana duró menos que un capítulo de una serie de Neflix: fueron apenas 35 minutos y 17 segundos de tiempo neto, el 34,6% de los 101:57 totales. Así y todo metieron cinco goles, fue 3-2 para el verdinegro.

Para explicar todos esos minutos perdidos hay que repasar las incidencias que detienen los relojes de Opta. Por ejemplo, ¿cuánto se tarda en ejecutar una falta en el fútbol argentino? De acuerdo a los datos compartidos por la Liga Profesional, en estos 45 partidos del Clausura se pitaron un promedio de 27,2 faltas en cada uno de ellos, con un tiempo de demora de 37,5 segundos para reponer la acción de juego. En los 255 partidos del Apertura 2025 fueron 27,5 y 36,4 respectivamente.

Otra demanda de los hinchas son los saques de arco, allí donde los arqueros recurren a todo tipo de artimañas si el resultado los acompaña. El promedio supera los 30 segundos, casi ocho minutos de tiempo muerto si se tiene en cuenta que se registran entre 14 y 16 saques de arco por partido en el fútbol argentino.

lpf

Otro flagelo son los saques de banda. En el Apertura 2025 fueron 41,7 laterales por partido, un poco menos que los 44,4 que lleva el promedio de estas tres fechas del Clausura. Lo insólito acá es el tiempo que les demanda a los jugadores acercarse al costado, tomar el balón y devolverlo al campo con sus remolonas manos: entre 16 y 17 segundos, lo que hace un total que va entre 11 y 12 minutos.

En los penales, con el VAR y sus vicios, el tiempo de demora se acrecienta, y los árbitros parecen no encontrarle la vuelta a la cuestión de agilizar las revisiones. Si en el Apertura se demoraron en promedio 216,8 segundos desde que se cobraron hasta que se ejecutaron, en lo que va del Clausura fueron 234,3 segundos: más del doble de lo que se toman en Inglaterra, donde se tardan 112 segundos. Lo del fútbol argentino es un homenaje constante al inolvidable René Lavand, porque “no se puede hacer más lento”