La Fiscalía de Estados Unidos compartirá las grabaciones de la tortura a Kiki Camarena en el juicio contra Caro Quintero

La Fiscalía de Estados Unidos compartirá las grabaciones de la tortura a Kiki Camarena en el juicio contra Caro Quintero

La Fiscalía de Estados Unidos todavía no anuncia si va a pedir la pena de muerte para Rafael Caro Quintero, el capo mexicano acusado de dirigir el brutal asesinato del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena. La dependencia ha confirmado que la opción está todavía “sobre la mesa”, pero se decidirá en la próxima audiencia del 18 de septiembre. En esa nueva cita, la defensa pública del narcotraficante ha informado que desahogará un paquete de elementos para mitigar la acusación contra Caro Quintero y evitar la pena capital. Mientras, la fiscal Saritha Komatiredy sí ha avanzado que cuentan con grabaciones del interrogatorio y la tortura que sufrió Kiki Camarena, que podrán utilizarse en el juicio: “Son grabaciones extremadamente sensibles”.

El futuro judicial del Narco de Narcos sigue sin aclararse. El juez Frederick Block, del distrito este de Nueva York, había dado 90 días a la Fiscalía para que confirmara si iba a solicitar la pena máxima para el capo mexicano, pero la dependencia ha atrasado todavía esa decisión. En la audiencia de este miércoles, que ha durado apenas 20 minutos, la abogada del capo, Elizabeth Macedonio, también ha avisado que necesitaba más tiempo para poner a disposición del fiscal general “un paquete de elementos de mitigación”. Entre las pruebas de descargo estarían que el crimen contra Kiki Camarena sucedió hace 40 años en México, y también los polémicos términos de entrega del capo, que no llegó a EE UU en una extradición al uso, sino en una entrega masiva que hizo el Gobierno de Claudia Sheinbaum.

Caro Quintero, que fue detenido en un operativo de película en la sierra de Sinaloa en julio de 2022, fue entregado a Estados Unidos a final de febrero, en una operación inédita en la que el Gobierno de México envió al país vecino a 29 líderes criminales, en el marco de las negociaciones de los aranceles. Entre los capos estaban los líderes de Los Zetas, los hermanos Treviño Morales; varios operadores claves del Cartel de Sinaloa para el trasiego de fentanilo, o fundadores del Cartel Jalisco Nueva Generación y de la Familia Michoacana. Pero entre todos los trofeos había una corona: la del Príncipe.

Después de 40 años de espera, la justicia estadounidense recibía al director del secuestro, tortura y muerte de Enrique Kiki Camarena en 1985. Todos los actos relacionados con Caro Quintero están cargados de simbolismo para la DEA, desde el despliegue de fuerzas hasta llegar a amarrarlo con las esposas del agente especial asesinado. “Es un asunto personal”, han reconocido elementos de la agencia en ocasiones. “Es uno de los jefes de carteles más malvados del mundo”, decía el comunicado de la propia Casa Blanca cuando se supo su llegada a EE UU.

Si su entrega hubiera sido la de una extradición oficial, Caro Quintero no podría enfrentar la pena de muerte —puesto que es uno de los límites que México impone en estos procesos—, sin embargo, la singularidad del envío —que la justicia estadounidense denomina como “expulsión”— no incluye condicionantes.