Johnny Depp recuerda su batalla judicial con Amber Heard: “Fui como un conejillo de indias para el #MeToo” | Gente

Johnny Depp recuerda su batalla judicial con Amber Heard: “Fui como un conejillo de indias para el #MeToo” | Gente

En la última década, Johnny Depp (Kentucky, 62 años) y Amber Heard (Texas, 39 años) han protagonizado una de las batallas legales más mediáticas de los últimos años. Se conocieron en 2009, en el set de rodaje de la película Los diarios del ron, cuando Depp tenía 45 años y Heard 22. En 2016 se divorciaron y empezó un cruce de acusaciones entre ellos —ella le acusó a él de agresiones, maltrato psicológico y abuso sexual y él a ella de difamación en un artículo de The Washington Post en el que se presentaba como víctima de maltrato— que se dirimió finalmente en un juicio en el año 2022.

El jurado acabó fallando a favor del intérprete, con una sentencia que concluyó que ambos se difamaron, pero que el maltrato que denunció la actriz era falso. En todo caso, y aunque el juicio social paralelo fue especialmente devastador para Heard, la imagen pública se Depp también se vio perjudicada. En 2020, se separó de la franquicia de Harry Potter, Animales Fantásticos, y acusó a Hollywood de “boicot” contra él, pero luego, como él mismo afirma en la entrevista, no fue para tanto: apareció en anuncios de Dior, en películas y sobre el escenario con Hollywood Vampires, su banda con Alice Cooper. Recientemente, incluso tocó la guitarra con Patti Smith, Michael Stipe y Bruce Springsteen en un concierto en Nueva York.

Sobre esos días en el banquillo y todo lo que conllevaron, el protagonista de Piratas del Caribe ha hablado en una entrevista concedida a The Sunday Times. En ella señala que sabía a lo que se exponía al denunciar a Heard y que sabía también que se tendría que “medio destripar” a sí mismo. “Todo el mundo me decía: ‘¡Ya se pasará!’ Pero no puedo fiarme. ¿Qué desaparecerá? ¿La ficción extendida alrededor del puto globo? No, no desaparecerá. Si no intento representar la verdad será como si realmente hubiera cometido los actos de los que se me acusa. Y mis hijos tendrán que vivir con ello”, argumenta en la entrevista.

Depp asegura además que la noche antes del juicio no se sentía nervioso, porque no se trataba de “memorizar líneas”, sino de decir “la verdad”. Añade que era consciente de que nada de aquello “iba a ser fácil” pero que estaba dispuesto a “luchar hasta final”. “¿Y si acabo echando gasolina? No pasa nada. Ya lo he hecho antes”, confiesa que pensó.

En cuanto al impacto que tuvieron tanto las acusaciones iniciales de Heard como los posteriores juicios, Depp admite que le “dolió” ver cómo le daban la espalda algunas de las personas con las que había trabajado en la industria cinematográfica, a los que califica de “falsos hijos de puta que te mienten, te celebran, dicen todo tipo de horrores a tus espaldas y, sin embargo, se quedan con el dinero”. “Hay personas, y estoy pensando en tres, que me la jugaron. Esas personas estaban en las fiestas de mis hijos. Lanzándolos al aire”, apunta.

“Entiendo a la gente que no pudo defenderme, porque lo más aterrador para ellos era tomar la decisión correcta. Yo fui pre-#MeToo. Fui como un conejillo de indias para el #MeToo. Fue antes de Harvey Weinstein”, sentencia Depp sobre unas acusaciones hacia él que llegaron un año antes de la caída del productor del poder. “Y lo absorbí todo. Por eso quería, de entre los cientos de personas que he conocido en esa industria, ver quién estaba jugando sobre seguro”, rememora.

Polémicas aparte, hace unos días el protagonista de Eduardos Manostijeras estuvo visitando a los niños ingresados en el Hospital Niño Jesús de Madrid, coincidiendo con una especie de gira por España, donde rueda en diferentes localizaciones la película Day Drinker con su amiga, la actriz española Penélope Cruz.