La primera ministra indígena en la historia de Colombia, Lena Estrada, apenas ha durado un semestre al frente de la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible. El presidente Gustavo Petro ha decidido relevarla en su enésima sacudida de Gabinete, a pesar de contar con el respaldo del movimiento indígena, y ha decidido que ocupe su lugar –de momento como encargada– Irene Vélez, la primera ministra de Minas de su Gobierno y actual directora de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).
El presidente ha aceptado la renuncia que Estrada había presentado el viernes pasado, de acuerdo con un decreto expedido por la Presidencia de la República este martes 5 de agosto. En él también encarga como ministra de Ambiente a la directora de la ANLA, “sin que se desprenda de las funciones propias de su cargo”.
El movimiento indígena había señalado la víspera que deseaba mantener su representación en lo que queda del Gobierno, que cumple este jueves el tercer año de su cuatrienio, y no ser invitados meramente temporales. “Reiteramos nuestro respaldo firme e irrestricto a la ministra Lena Estrada”, concluía un comunicado firmado por las siete principales organizaciones del país, que no descartaban entrar en una etapa de movilización.
“Hemos visto que la cartera de Ambiente manejada desde otros puntos de vista ambientales ha fracasado”, dijo en esa rueda de prensa conjunta la propia ministra, en referencia a las cifras de deforestación. “Somos los pueblos indígenas los que sabemos cuáles son las soluciones”, reivindicó.
Estrada, del pueblo Uitoto Mekana, había relevado el pasado marzo a Susana Muhamad, quien ahora es una de las precandidatas presidenciales del oficialista Pacto Histórico. Asumía el Ministerio en un año clave para la diplomacia ambiental, al que todavía le falta una cumbre de presidentes amazónicos en Colombia y la enorme Conferencia de cambio climático de la ONU en Belém do Pará, en Brasil.
La crisis climática que atraviesa el mundo ha puesto a las carteras de Ambiente en el centro de la agenda política. Petro ha abrazado esa causa con más fervor que la mayoría de los presidentes. Bajo la batuta de Muhamad, una suerte de embajadora ambientalista del mandatario, el Ministerio colombiano elevó su perfil, al punto de que ella llegó a ser considerada una de las posibles herederas políticas del primer presidente de izquierdas de la Colombia contemporánea.
Tan pronto se conoció la renuncia de Muhamad, después de ventilar sus reparos a la llegada al Gobierno de Armando Benedetti en un Consejo de Ministros televisado, varias organizaciones indígenas asomaron el nombre de “la hermana” Lena Estrada, que nació en La Chorrera, en el corazón del Amazonas. “Con ella, deseamos acompañarlo en esta recta final desde el Ministerio de Ambiente. Lena es una destacada líder de nuestros Pueblos Indígenas, quien ha jugado un papel crucial en la organización y el fortalecimiento de nuestro movimiento”, apuntaban las organizaciones al postularla.
Destacaban entonces, además de su formación académica, su participación en espacios internacionales como las Conferencias de las Partes (COP), en defensa de los derechos de los pueblos indígenas y la protección del medio ambiente. Politóloga de la Universidad Nacional, Estrada venía de dirigir la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores, la dependencia encargada de seleccionar y capacitar a los aspirantes para la carrera diplomática y consular. Su continuidad en un Gabinete inestable, sin embargo, era motivo de constantes rumores desde hace varias semanas.
La salida de Estrada se suma a la llegada de Juan Carlos Florián como nuevo ministro de la Igualdad, en reemplazo de Carlos Rosero, las primeras movidas del enésimo remezón de Gabinete anunciado por el presidente Petro, que suele mostrarse insatisfecho con sus funcionarios. En sus primeros tres años se acerca a los 60 ministros nombrados en 19 carteras, una cifra sin antecedentes en los gobiernos recientes.