Gustavo Costas confía recuperarlo e ir por la Copa Libertadores

Gustavo Costas confía recuperarlo e ir por la Copa Libertadores


Marcos Rojo llegó a Boca en el año 2021 con cartel de estrella y cuatro años después se terminó yendo por la puerta de atrás, resistido por los hinchas y sin chance de una despedida acorde para un subcampeón del mundo con la Selección Argentina. Así de ingrato y difícil suele ser el fútbol nuestro de cada día, especialmente duro cuando la pelotita no entra pero también cuando se cometen errores.

Pero la vida sigue y más para un deportista de 35 años como Rojo, que parece decidido a continuar su carrera lo más pronto posible, de ahí que las alternativas para su futuro vienen sonando desde hace bastante, incluso cuando el equipo que dirige Miguel Ángel Russo se encontraba disputando el Mundial de Clubes. Hoy, todo indica que es cuestón de tiempo para que sea confirmado como flamante refuerzo de Racing, a pedido de Gustavo Costas.

En un viernes a puro vértigo, por la mañana retiró sus pertenencias del predio de Boca en Ezeiza, cerca del mediodía firmó la rescisión de su contrato en el microcentro porteño y el club lo despidió a través de un comunicado oficial.

“El Club Atlético Boca Juniors informa que el jugador Marcos Rojo firmó la rescisión del contrato que lo vinculaba con la Institución. En su paso por Boca, Marcos disputó mas de 100 partidos con nuestra camiseta y ganó 4 títulos. Le agradecemos a Marcos su profesionalismo y compromiso con el club y le deseamos muchos éxitos en sus futuros desafíos”, dice el comunicado del club para anunciar la partida de Rojo, una vez firmada la desvinculación.

El resto de la jornada será destinado para Racing, con la revisión médica correspondiente y las formalidades propias que lo convertirán en refuerzo de la Academia.

A decir verdad, Rojo se empezó a alejar de Boca hace varias semanas, cuando el Xeneize viajaba a Norteamérica para enfrentarse con Bayern y Benfica pero terminó sufriendo ante el débil Auckland City. Se mencionó al Inter Miami de Lionel Messi, pero todo quedó en la nada. El entorno del jugador le habría sugerido seguir viviendo en Argentina.

Este viernes, con el ex Manchester United ya liberado de su compromiso contractual con el club de Juan Román Riquelme, eran dos los clubes que parecían picar en punta para las negociaciones. Uno era Estudiantes de La Plata, la institución que lo formó y donde fue campeón, que además tiene como presidente a un viejo amigo como Juan Sebastián Verón.

Rojo se fue a Europa como ídolo luego de ser campeón de la Copa Libertadores y obtener un título local, con aquel equipazo de Alejandro Sabella que tenía a la Brujita como bandera. Sin embargo, su decisión de jugar en Boca para cumplir un viejo sueño de hincha fue tomado como una traición por la parcialidad pincharrata, que no estaba tan segura de recibirlo en 1 y 57 para volver a ir por el título continental. Por eso, Racing sacó ventaja.

A decir verdad no fue Racing el que preguntó por Rojo sino Costas, y se sabe el peso que genera la voz del experimentado entrenador a la hora de los refuerzos, que la pegó con varias apuestas que terminaron siendo diamantes para el plantel y la tesorería del club, comenzando por Adrián Maravilla Martínez y el ex Maximiliano Salas. El DT quiere a Marcos para la Libertadores.

La Academia es uno de los candidatos a dar pelea en la Copa, donde la próxima semana inicia sus cruces de octavos de final ante Peñarol, primero en Montevideo y una semana más tarde en el Cilindro. El mensaje de Costas es claro: ya ganaron la Sudamericana y la Recopa, ahora están olbigados a dar pelea en la Libertadores.

Sin embargo, pareciera que la zaga central no termina de convencer al veterano conductor, que en sus años de futbolista miraba todo desde esa zona de la cancha. Hoy cuenta en ese puesto con lo que le pueden brindar Marcos Di Césare, Nazareno Colombo, Agustín García Basso, Santiago Quirós y el recientemente llegado desde Unión, Franco Pardo. De todos ellos, sólo García Basso y Quirós, un juvenil sin tanto rodaje, son los únicos zurdos, como Rojo.

“Es un salto de calidad, tiene personalidad y jerarquía”, explican desde Avellaneda, que eligen priorizar las virtudes del futbolista y consideran que las críticas negativas por su comportamiento o indisciplinas recientes tienen que ver más con la actualidad de Boca más que con irresponsabilidades del zaguero. ¿Un Rojo con la camiseta de Racing? Sería curioso, y un gesto de valentía para el cabulero Costas.

Otro factor a tener en cuenta son las lesiones. Marcos sufrió la rotura del ligamento de su rodilla derecha en octubre de 2022 pero en las temporadas siguientes también se vio afectada su continuidad con sucesivos desgarros y problemas en sus tobillos. Si se mide sólo este año, un problema en uno de sus tendones a fines de enero lo dejó afuera de seis partidos, entre ellos los trascendentales cruces con Alianza Lima por el repechaje de la Copa Libertadores, que fueron el principio del fin para el ciclo de Fernando Gago.

Marcos Rojo y su salida de Boca, por la puerta de atrás

Boca y Marcos Rojo finalmente llegaron a un acuerdo y rescindieron el contrato que los unía hasta el 31 de diciembre de 2025. El jugador se reunió el jueves con Marcelo Delgado, el único miembro del extinto Consejo de Fútbol que mantuvo su cargo en el club, y recibió la oferta para ponerle punto final al vínculo. Este viernes por la mañana, el futbolista pasó por BocaPredio, se despidió de sus ahora excompañeros y .

Rojo llegó libre de Manchester United en 2021 por la gestión directa de Juan Román Riquelme, que en ese momento era el vicepresidente del club y máximo responsable del Consejo de Fútbol. Luego de 118 partidos, cuatro títulos, 9 goles y 4 rojas (dos de ellas ante River), Rojo -subcampeón del mundo con la Selección Argentina- se va por la puerta de atrás luego de romper la relación con el presidente y enfrentarse con Miguel Ángel Russo, el entrenador del equipo.

Según trascendió, el zaguero zurdo de 35 años ya tenía una relación muy erosionada con el Consejo de Fútbol que se terminó de romper en mayo cuando en el cumpleaños de Darío Benedetto expuso enfáticamente ante muchos de sus compañeros -que habían asistido al festejo- que Riquelme no les iba a pagar en premios lo que ellos pretendían ganar por su participación en el Mundial de Clubes. “Alguien” que estuvo en ese asado le llevó la novedad al presidente y a partir de ahí Rojo quedó apuntado.

Rojo viajó al Mundial de Clubes pero no tuvo minutos. (Fernando De la Orden)

Pero el capitán de Boca -perdió su brazalete con Edinson Cavani- quedó expuesto tras el último Superclásico en el Monumental, cuando después de la derrota por 2-1 y un pobre nivel del equipo declaró ante la prensa que no sentía “en deuda” por el rendimiento ante River. En el siguiente partido en la Bombonera, en los playoffs del Torneo Apertura frente a Lanús, Rojo fue silbado por un nutrido grupo de hinchas cuando por los altoparlantes del estadio anunciaban la formación del equipo que en ese momento conducía Mariano Herrón.

El defensor fue una de las figuras de Boca en ese duelo ante Lanús que se resolvió por penales. Incluso se encargó de armar la lista de pateadores -acertó el suyo y evitó que Miguel Merentiel, que venía de fallar, ejecutara- y terminó celebrando de cara a La 12. Sin embargo, ese había sido su último partido con la camiseta de Boca.

Para el partido ante Independiente, Rojo ya estaba señalado por el Consejo de Fútbol por aquella rencilla por los premios para el Mundial que se avecinaba. Y el futbolista faltó a la práctica previa al encuentro con los de Avellaneda. Primero se adujo que atravesó un cuadro febril, pero después estuvo entre los suplentes y no ingresó en la derrota por 1-0.

Mucho se especuló con su viaje a Estados Unidos, pero finalmente ingresó en la lista de convocados y estuvo en el Mundial de Clubes, aunque no tuvo minutos. “Es una decisión mía”, dijo Miguel Russo minutos antes del debut de Boca ante el Benfica, en los pasillos del Hard Rock Stadium de Miami. Ayrton Costa, que había llegado apenas unas horas antes del partido por un problema con su visado, fue el titular. Cuando Costa se lesionó, apareció Marco Pellegrino para debutar y Rojo no fue tenido en cuenta.

Luego de la derrota ante Bayern Múnich, Rojo no estuvo en la práctica del equipo en la Universidad de Barry, el centro de entrenamientos que utilizó Boca en Fort Lauderdale. Decidió unilateralmente trabajar en el gimnasio y allí habría tenido una fuerte discusión con Russo.

El regreso a Buenos Aires fue con caras largas y enseguida Rojo fue “borrado” del plantel. Se le exigió entrenarse a contra turno del plantel de Primera (junto a Marcelo Saracchi y Cristian Lema, los otros jugadores en conflicto) y volvió a discutir con Russo cuando el entrenador le pidió que se retirara para dialogar únicamente con los jugadores que habían participado de la derrota ante Huracán, por la tercera fecha del Torneo Clausura. Ese fue el final para Rojo.

Rojo jugó ante Lanús por el Apertura y no volvió a ponerse la camiseta de Boca. (Fernando De la Orden)Rojo jugó ante Lanús por el Apertura y no volvió a ponerse la camiseta de Boca. (Fernando De la Orden)

Ante la peor racha de la historia sin victorias -11 partidos-, Riquelme primero se ocupó de disolver el Consejo de Fútbol y una vez consumada esa decisión pasó a depurar el plantel. La primera medida fue rescindirle a Rojo ya que su presencia en el predio y en el vestuario tenía a todos disconformes. El zaguero tiene ascendencia entre sus compañeros, que le son fieles y consideran injusto el trato que tuvo la dirigencia con “el capitán” y no reconocen a Cavani como un líder genuino. Además, acusan a otros compañeros de ser “buchones” del presidente, lo que desató una interna en el plantel. La llegada de Leandro Paredes también era importante para poder ordenar el vestuario y el campeón del mundo en Qatar 2022 pasará a portar la cinta de capitán en poco tiempo.