Aunque se pareció bastante a un fin de semana habitual, entre el jueves y el domingo no hubo fecha de Primera División. Cualquier desprevenido se preguntará, entonces, por qué se disputaron seis partidos con diez equipos de la Liga Profesional como protagonistas. Se suponía que el 3 de agosto se celebrarían las PASO, una situación que cambió por decisiones políticas. Sin embargo, la organización decidió aprovechar el hueco en el calendario para avanzar en la Copa Argentina. Entonces, la cuarta jornada del Torneo Clausura se postergó. Y generó una mayor expectativa. Fundamentalmente, porque se vienen dos clásicos con enorme historia y otro duelo con gran rivalidad.
La cuarta fecha tiene reservados dos partidos que se cruzan de un lado y el otro del Puente Pueyrredón. Como la antigua promoción que un canal de televisión utilizaba en la década del noventa, será un sábado de súper acción. Boca recibirá Racing y River visitará a Independiente. Cada uno con sus necesidades y sus urgencias. Con la presión de los hinchas, que siempre exigen un plus en este tipo de enfrentamientos. No importa la actualidad. Mucho menos, si el rival llega en mejores condiciones. Ganar es la única opción para la tribuna.
En este contexto, el clásico que se disputará desde las 16.30 en la Bombonera presenta un escenario cargado de tensión. Para Boca, fundamentalmente, porque está atravesando la peor racha de su historia. Nunca antes había pasado once partidos sin victorias. Con Juan Román Riquelme cuestionado, y Miguel Ángel Russo en la mira, el estadio será un cabildo abierto. Y el técnico, viejo zorro del fútbol, deberá meter mano para presentar la mejor versión posible.
Con rumores sobre su futuro a flor de piel, ¿podrá mostrar su impronta? Russo le planteó a Leandro Paredes jugar unos metros más adelante, como un enganche, delante de otros dos volantes centrales. Uno podría ser Rodrigo Battaglia, a quien Russo prefiere en la mitad de la cancha, más allá de que venía jugando de zaguero. El otro sería Milton Delgado.
Ayrton Costa ya está recuperado del desgarro que sufrió hace 45 días. ¿Ocupará el lugar de Marco Pellegrino? Es una de las incógnitas. La otra, si la dupla de ataque será compuesta por Milton Giménez y Miguel Merentiel, superado el polémico cambio con Huracán, o continuará Edinson Cavani. El veterano goleador uruguayo iría al banco. ¿Y qué sucederá con Carlos Palacios, quien ya fue dado de alta tras la tendinitis, pero estaba vetado por inconducta?
Gustavo Costas, en tanto, calentó la previa con una declaración picante. “Me hubiese gustado tener un día más de descanso, pero Boca no quiso jugar el viernes”, disparó el entrenador de la Academia. La realidad es que la dirigencia que encabeza Diego Milito sondeó a la Liga y la respuesta fue negativa. Racing quería jugar 24 horas antes para viajar con mayor descanso a Montevideo, donde el martes 12 enfrentará a Peñarol por la Libertadores.
¿El técnico hará una rotación? Racing arrastra varias bajas. Gabriel Arias se está recuperando de un desgarro en el bíceps femoral de la pierna izquierda y quiere regresar contra Boca. Un osteópata chileno trabaja junto al arquero para acelerar los tiempos. Santiago Solari, Bruno Zuculini y Gastón Martirena, también con lesiones musculares, están descartados. Contra Riestra, el domingo en la cancha de Lanús, Costas guardó a Santiago Sosa. Maravilla Martínez no pudo jugar porque purgó una fecha de suspensión. No se descarta un mix porque la prioridad está en la arena internacional.
En Avellaneda también habrá un choque con distintas realidades. Independiente viene de tres derrotas consecutivas, dos en el campeonato local (Talleres y Gimnasia) y otra que derivó su eliminación de la Copa Argentina (Belgrano). Julio Vaccari está apuntado por esos mismos hinchas que destacaron al equipo en el Torneo Apertura. El Rojo no tiene mucho margen, más allá de que está con la cabeza enfocada en el duelo del miércoles 13 ante la U de Chile del otro lado de la Cordillera. El viaje es corto y hay 72 horas hasta el primer partido de los octavos de final.
El técnico hizo un movimiento fuerte para jugar con los cordobeses con la salida de Iván Marcone, uno de los referentes del plantel. Y aunque llegaron refuerzos, como los casos de Walter Mazzantti, Ignacio Pussetto, Leonardo Godoy y Facundo Zabala, todavía no dieron la talla.
River también deberá tomarse un vuelo para disputar su compromiso fronteras afuera. El jueves 14 jugará contra Libertad en Asunción en la máxima cita continental. Marcelo Gallardo no guardaría tantos futbolistas, teniendo en cuenta que tiene cuatro días hasta el enfrentamiento con los paraguayos.
Hay buenas señales del equipo, que está en franca levantada, más allá del clásico con San Lorenzo. Ante San Martín de Tucumán, el sábado en Santiago del Estero, se observó un gran tándem por izquierda con Matías Galarza Fonda, Marcos Acuña y Facundo Colidio suelto, pero con preferencia a partir y asociarse desde ese sector. El Muñeco recuperará soldados: Sebastián Driussi, Juan Portillo y Lautaro Rivero. Maximiliano Salas y Lucas Martínez Quarta todavía están fuera de carrera.
Boca-Racing e Independiente-River son los mano a mano que más atrapan. No obstante, 48 horas antes se disputará un partido de alto voltaje en el Nuevo Gasómetro. San Lorenzo, que viene de quedar eliminado de la Copa Argentina ante Tigre, enfrentará a Vélez, que también tiene por delante la Libertadores con la dificultad que significa trasladarse al norte de Brasil para enfrentar a Fortaleza.
El Ciclón necesita volver a tomar impulso. El Fortín, meter goles tras dos 0 a 0 con Platense e Instituto.