El juez Juan Carlos Peinado quiere que el Tribunal Supremo investigue al Ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. El magistrado aprecia que Bolaños pudo cometer los delitos de falso testimonio, al considerar que mintió en su declaración en abril pasado sobre quién tenía la competencia para la contratación de una asesora de Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno; y malversación, por su supuesta participación en la contratación de esa misma asesora. En el auto de esa exposición razonada que Peinado ha enviado al Supremo mata por error a la esposa del presidente.
En el documento, el juez hace un recuento de la declaración de Bolaños como testigo en su despacho el 16 de abril de este año. En esa ocasión, el ministro contestó que a Cristina Álvarez no la conocía de nada antes de que llegara a trabajar con Begoña Gómez. Y que sabía que trabajaba como su asistente porque era notorio y la acompañaba siempre. Que además había coincidido con esa asesora en dos o tres veces, una de ellas en la presentación de la candidatura del presidente del Gobierno para las generales de 2019.
El error ocurre cuando el juez se refiere a la última vez en que habrían coincidido Bolaños y la asesora. Y dice textualmente: “La última fue en el tanatorio por la muerte de la Sra. Begoña Gómez”. Una referencia a todas luces equivocada, que podría hacer alusión en realidad a la muerte del padre de Begoña Gómez, Sabiniano Gómez, ocurrida en junio de 2024, meses antes de la declaración del ministro ante el magistrado Peinado.
No es la única imprecisión de ese documento que el juez ha enviado al Supremo. También se equivoca cuando se refiere a Alfredo González Gómez, entonces vicesecretario general de la Presidencia. Dice que procede a archivar la causa en su contra, “al entender que no hay indicios de actuar delictivo en este investigado”, pero en realidad nunca estuvo imputado. De hecho, apenas en el párrafo siguiente reconoce que fue citado como testigo.
A lo largo de toda la exposición razonada, de 32 páginas, Peinado se refiere al ministro como “el ahora investigado”, cuando en realidad Félix Bolaños no está siendo investigado. De hecho, es precisamente eso lo que le pide el juez al alto tribunal en esta decisión. Cuando el ministro declaró ante el magistrado en abril de este año lo hizo como testigo, pues en el momento de la contratación bajo sospecha él era el secretario general de la Presidencia.
