Nicolás Castro Oviedo es el único acusado de la muerte de su esposa, Yesica Noelia Duarte, con quien se había casado en la cárcel y compartía prisión domiciliaria en una casa de la localidad bonaerense de Berisso. La mujer fue hallada sin vida con dos disparos, él tenía una herida de bala en la cabeza y quedó internado, pero tras evolucionar favorablemente fue indagado por la Justicia y se negó a declarar.
El sospechoso, que estaba en grave estado, logró superar las horas posteriores y se reportó que sus signos vitales eran estables. Los médicos del Hospital Larraín de Berisso indicaron que está fuera de peligro y fue trasladado a una sala común, por lo que la fiscal Cecilia Corfield, de la UFIyJ N° de 15 La Plata, tomó la decisión de indagarlo en el centro de salud.
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Sin embargo, el hombre de 30 años no quiso brindar los detalles del hecho que tuvo lugar el pasado 27 de julio, en una casa ubicada en la calle 39, entre la 129 y la 130 del barrio Villa Argüello, y quedó procesado por el delito de “Homicidio triplemente calificado por el vínculo, por mediar violencia de género y por el uso de arma de fuego”.
“Creen que quedó ciego”, había señalado una fuente cercana a la causa acerca del estado de salud de Castro Oviedo, que según la investigación habría asesinado a Duarte a balazos, después de una discusión que mantuvieron en frente de uno de los hijos de ella, y luego habría intentado quitarse la vida disparándose en la cabeza.
La bala le ingresó por el cuello y salió por el cuero cabelludo, provocándole una fractura de cráneo y una lesión en el nervio óptico derecho. En el caso de su pareja, el reporte policial -al que accedió este medio- señaló que presentaba un disparo en la espalda media, con salida en la zona abdominal, y otro a la altura del hombro, con salida por debajo de la axila; además de “equimosis en la región frontal” por un golpe en el ojo.
El caso presenta una trama compleja de violencia de género y antecedentes penales por casos de homicidio y venta de droga, ya que los vecinos de la familia acusaba a ambos de ser “transas”, tal como se llama a las personas dedicadas al narcomenudeo. Tanto el hombre como la mujer estaban imputados por distintos hechos y se habían casado en la Unidad Penitenciaria N° 9 de La Plata, el pasado 30 de mayo.
La pareja solía compartir varias imágenes y publicaciones de amor recíprocos en sus redes sociales y habían logrado ser beneficiados con prisión domiciliaria. En ese contexto, Duarte estaba detenida en una vivienda desde abril de 2024, condenada por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
Por su parte, Castro Oviedo tenía la misma restricción desde junio de este año y su prontuario muestra que desde 2013 acumula causas por tenencia ilegal de armas, encubrimiento y homicidio. Años atrás había sido imputado por un asesinato y quedó alojado en la Alcaidía de La Plata.
En 2018, enfrentó cargos otra vez por homicidio agravado y, finalmente, en 2022 por tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra, además de encubrimiento, según registros de la UFI N°6 y N°7 de La Plata. Al momento de la muerte de su esposa, que se investiga como un femicidio, el joven estaba bajo arresto domiciliario en otra causa por homicidio calificado; mientras que ambos eran monitoreados con tobilleras electrónicas.
Femicidio en Berisso: dos versiones y un allanamiento
La Policía llegó al domicilio este domingo alertada por un llamado al 911, y al ingresar vieron a Castro Oviedo gravemente herido junto a su madre. La mujer afirmó que su nuera estaba muerta en el patio pero le dijo a los agentes que un grupo de delincuentes les había “entrado a robar todo” y les habían disparado a ambos.
Yesica era madre de cuatro hijos, una chica de 17 años, dos mellizos de 14 y un nene de 7. Su hija mayor contradijo a la madre del sospechoso al manifestar que el menor de ellos habría presenciado la pelea entre Duarte y su pareja y comentó que “habían estado peleando todo el día” e incluso él le había sacado el celular.
El pequeño fue examinado, se le constataron lesiones leves como hematomas en la región frontal y marcas en el tórax, y brindó un testimonio clave en la causa. Además, los vecinos consultados confirmaron que la pareja tenía una relación conflictiva y se llevó a cabo un allanamiento en la casa de la mamá del imputado donde se incautaron dos armas de fuego.
Se trata de un revólver calibre .32 largo, con cuatro balas en su tambor, y una pistola Bersa Thunder .380. Se cree que una de ellas pudo haber sido utilizada en el crimen, lo cual será corroborado por una pericia balística. Los procedimientos, realizados este miércoles, estuvieron a cargo de los agentes de la DDI La Plata y la Comisaría 3ª de Berisso.
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