En los supermercados del Alto Valle rionegrino y Neuquén, el precio del asado registró una baja de hasta el 30% desde fines de junio. La razón de este descenso está directamente ligada a la decisión del gobierno nacional de flexibilizar la histórica barrera sanitaria del río Colorado, una medida que genera polémica y fuertes críticas por parte de los productores patagónicos.
La apertura de la barrera sanitaria permite desde junio el ingreso de cortes con hueso plano —como el asado— provenientes de regiones del país donde la fiebre aftosa es controlada mediante vacunación. Al incrementarse la oferta de carne en el mercado regional, los precios cayeron notablemente en las góndolas del Alto Valle y la zona de Neuquén.
Riesgos y preocupaciones del sector ganadero
Sin embargo, la decisión no está exenta de cuestionamientos. Los productores de la Patagonia advierten que esta flexibilización pone en jaque el estatus sanitario de la región, históricamente libre de aftosa sin vacunación, lo que le permitió acceder a mercados internacionales premium. El temor principal es que la llegada de carne desde zonas donde se vacuna contra la enfermedad pueda favorecer la reintroducción del virus y afectar gravemente a la producción local y las exportaciones.
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¿Qué implica la barrera del río Colorado?
La barrera sanitaria funcionó durante décadas como un “muro sanitario” que protegió a la Patagonia de la fiebre aftosa y otras enfermedades, posicionando a la región como un polo ganadero diferenciado y de calidad. La reciente medida oficial cambia este escenario, priorizando el beneficio inmediato para los consumidores en el precio del asado, pero dejando un manto de incertidumbre sobre la seguridad sanitaria y el futuro de los productores del sur argentino.
