A un año del regreso de Marcelo Gallardo, uno de los símbolos más importantes en la historia de River, el presidente del club, Jorge Brito, y el secretario general y candidato a presidente, Stefano Di Carlo, escribieron sus sensaciones a pedido de Olé. Y en sus opiniones reflexionaron sobre el significado de la vuelta del Muñeco y el impacto que tuvo en el presente del CARP.
Su regreso trajo la mística – por Jorge Brito
Hace un año tomamos una de las decisiones más importantes que tuvimos en la dirigencia: invitar a Marcelo a volver a su casa. Y hoy, con la emoción que nos provoca cada logro obtenido y los que vendrán, no podemos más que agradecerle profundamente.
Marcelo no es solo el técnico más ganador de nuestra historia, es un símbolo de lo que significa River: trabajo, exigencia, excelencia y grandeza.
Su regreso trajo de nuevo esa energía, esa mística. Volvió para seguir construyendo, para seguir soñando juntos, para demostrar que siempre se puede ir por más. Eso lo vemos en cada entrenamiento, en cada partido, en cada charla con los jugadores.
El compromiso de Marcelo con River Plate es absoluto. Como presidente y como hincha, me es un orgullo trabajar con él.
Con Marcelo, River siempre está de pie, mirando al futuro con esperanza y con la frente bien alta.
Bandera que nos une – por Stefano Di Carlo
Marcelo Gallardo no es solamente el director técnico más ganador de la historia de River: es mucho más que eso. Una bandera que nos une a todos. Socios y no socios. Hombres y mujeres. Jóvenes y no tanto.
Es, sin lugar a dudas, la persona más importante del club en este siglo. Representa como nadie la Filosofía River. Vive y transmite a diario lo que significa jugar con grandeza y competir con excelencia, sabiendo que el fin no justifica los medios.
Gallardo llevó a River a la Gloria Eterna, consolidando un estilo que trasciende lo futbolístico: una manera de ser, de entrenar, de pensar el juego. Hizo aún más grande al más grande.
El mundo del fútbol crece y evoluciona. Marca nuevos desafíos que ya no son solo deportivos. La gestión de un club como River requiere una mirada integral, que combine solidez institucional, responsabilidad económica y un proyecto futbolístico serio, moderno y sostenible. Para eso, es fundamental que el fútbol esté en manos de quien mejor lo entiende y representa.
Sus activos son: su honestidad, su profesionalismo y su vocación permanente de superación. Y confío en que podemos seguir haciendo historia a partir de ello.
El desafío será administrar con responsabilidad el patrimonio del club y generar los caminos para que ese proyecto crezca, se consolide y siga dándoles alegrías a millones de hinchas en todo el mundo.