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A Newell’s le quedó el grito atragantado porque Central Córdoba se lo empató sobre el final

Redacción
A Newell’s le quedó el grito atragantado porque Central Córdoba se lo empató sobre el final

Newell’s y Central Córdoba cerraron la jornada de viernes con un discreto empate 1-1 en el estadio Marcelo Bielsa y el gran protagonista de la noche rosarina no fue ninguno de los futbolistas, sino el árbitro Andrés Merlos, protagonista una vez más de un grosero error.

Iban 17 minutos de juego cuando Éver Banega pisó de lleno con los tapones de su botín diestro el tobillo izquierdo de Fernando Juárez, un claro ‘planchazo’. Merlos le mostró tan solo una tarjeta amarilla al ex mediocampista de Boca y de la Selección Argentina, una clara equivocación que Silvio Trucco, el juez principal del VAR, no le ayudó a remediar.

Vaya a saber uno porqué, una acción menos temeraria que esa sí valió para que la Lepra se quede con diez jugadores. Minutos más tarde, Luca Regiardo fue a disputar la pelota con Matías Perelló, barrió el tobillo derecho de su adversario y vio la roja. El árbitro principal, luego de ser impactado por unos proyectiles que cayeron de la tribuna y amenazar con suspender el partido, revisó la jugada en el monitor y corrigió la tarjeta amarilla que inicialmente le había mostrado a Regiardo.

De fútbol, poco y nada en el Coloso del Parque. Recién en los minutos finales del primer tiempo llegaron las primeras situaciones de peligro. Y fueron una por lado. Primero, Leonardo Heredia ganó de cabeza dentro del área y conectó un centro de Matías Godoy, pero su disparo salió desviado. Luego, Banega pateó se afuera del área y ese envío salió cerca del palo izquierdo de Alan Aguerre.

Newell’s tuvo más la pelota e intentó hacer valer la condición de local, pero le costó romper la estructura defensiva de Central Córdoba durante los primeros 45 minutos. Los dirigidos por Omar de Felippe se refugiaron en su propio campo buscando -sin éxito- generar peligro de contraataque.

En el complemento mejoró el partido. El arquero paraguayo Juan Espínola, el reemplazante de Keylor Navas, salvó a los dirigidos por Cristian Fabbiani con un manotazo ante un muy buen remate de media distancia de Braian Cufré. Y luego se lució con una atajada espectacular ante un cabezazo del ingresado Gastón Verón para convertirse en una de las figuras de la cancha.

La reacción del conjunto rosarino, empujado por su público, se vio promediando la segunda etapa. Logró salir del asedio de los primeros minutos y a partir de la jerarquía que Banega trae del fútbol europeo logró acercarse al arco de Aguerre, aunque a los tumbos, y llegó al gol sobre la hora. La más clara la había tenido David Sotelo luego de una jugada preparada en un tiro de esquina y fue el propio Sotelo quien asistió a Gonzalo Maroni para el 1-0 y para hacer explotar a los fanáticos leprosos.

Parecía ese el gol del triunfo cuando iban 40 minutos del segundo tiempo, pero Central Córdoba tuvo una más y en una de las últimas jugadas del partido lo empató gracias a una asistencia de lujo de taco dentro del área de Lucas Abascia y la definición de Verón.

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