El favorable acuerdo de La Libertad Avanza con el PRO, donde el partido de Mauricio Macri queda como un socio muy menor, sigue disparando críticas de algunos dirigentes que fueron muy cercanos al expresidente como es el caso de María Eugenia Vidal. La actual diputada, que no renovará su banca, critica, cuestiona el arreglo que alcanzó Macri, pero no saca los pies del plato cuando dice que votará a los candidatos de LLA. Al fin y al cabo, lo suyo también es una prueba de la disolución del PRO dentro del partido de Milei.
Vidal insistió, durante una entrevista radial, que sería conveniente seguir contando con un PRO fuerte, pero no lo dijo como una condición para poder ser independiente sino para “seguir acompañando al gobierno libertario. Luego elaboró una especie de tesis del buen opositor, porque cree que a pesar de todo el PRO es oposición, que si bien acompaña también “debe poner límites”.
La diputada recordó que su partido respalda el equilibrio fiscal, el programa económico y baja de la inflación, pero también advirtió que es preciso “ser una oposición que diga en voz alta que no hay Presupuesto en la Argentina y defienda las instituciones”. Sobre este punto indicó que es preciso contar con una ley de Presupuesto e incluso que el gobierno haga obras públicas “sin corrupción”. Por último, insistió en que no comparte el tipo de alianza alcanzada con los libertarios, pero sin duda no se va del partido por aquello del antiperonismo: “Tenemos que mantener nuestra identidad, dar discusiones serias y no dejar solo al Presidente contra el kirchnerismo”, indicó.