El arzobispado de Paraná confirmó en la tarde del viernes que falleció el cardenal Estanislao Karlic, quien además ostentaba el título de arzobispo emérito de la capital entrerriana. Tenía 99 años y murió en un hogar sacerdotal, donde estaba internado desde que su salud desmejorara. En mayo había sido sometido a una operación coronaria, luego de la cual recibió un mensaje del papa León XIV.
“Con profundo pesar informamos que hoy, viernes 8 de agosto el cardenal Estanislao Esteban Karlic partió a la casa del Padre. Junto a nuestro arzobispo monseñor Raúl Martín y nuestro arzobispo emérito, monseñor Juan Alberto Puiggari, como Iglesia en Paraná encomendamos su alma a nuestra Madre del Rosario. Rogamos una oración por su eterno descanso”, comunicó la arquidiócesis de Paraná este viernes por la tarde, con la firma del vicario general de esa jurisdicción católica, monseñor Eduardo Tanger.
El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, también lamentó su deceso y lo recordó por “su fe, su humildad y su compromiso con el bien común”.
Tuve el honor de conocerlo personalmente y de recibir su bendición, un gesto que siempre voy a atesorar. Su fe, su humildad y su compromiso con el bien común son parte de un legado que perdurará en nuestra historia. Que en paz descanse. https://t.co/ZfkDZqhfvm
— Rogelio Frigerio (@frigeriorogelio) August 8, 2025
Karlic transitó sus últimos días en el Hogar Sacerdotal Buen Pastor, en la capital de Entre Ríos.
En mayo, fue hospitalizado por un paro cardíaco y luego de una operación para que le fuera implantado un marcapasos, fue trasladado al hogar sacerdotal en cuestión, en donde recibió el llamado del papa León XIV, con quien se conocían de la orden agustina, en la que ambos estaban enlistados.
Karlic era, con 99 años, uno de los miembros más longevos del Colegio Cardenalicio (en rigor, el segundo más longevo, tras Angelo Acerbi), y es por eso que el Santo Padre vigiló la salud, cada vez más desmejorada, del arzobispo de Paraná.
El prelado fue una figura central en el catolicismo contemporáneo en Argentina y en la región entera, aunque también cumplió un rol político notorio, sobre todo en el contexto de las últimas crisis argentinas: la recuperación de la democracia y el 2001.
Nació en Oliva, en el centro geográfico de Córdoba, el 7 de febrero de 1926, en el seno de una familia conformada por padres croatas, quienes se habían escapado de la Primera Guerra Mundial. Comenzó sus estudios en Derecho en la Universidad de Córdoba, pero entonces encontró su vocación por la teología e ingresó, en 1947, en el Seminario Mayor de esa ciudad. Un año más tarde partió hacia Roma para continuar sus estudios teológicos en la Ponticia Universidad Gregoriana.
En 1954 fue ordenado sacerdote en Roma y comenzó en la arquidiócesis de Córdoba, donde Karlic ejerció el ministerio sacerdotal hasta 1963 y también enseñó en seminarios teológicos de la Universidad Católica de Córdoba.
Su carrera eclesiástica despegó primero en 1977, cuando el papa Juan Pablo II lo nombró obispo titular en Castrum y obispo auxiliar en Córdoba, y luego en 1983 como arzobispo coadjutor y administrador apostólico pleno en Paraná. Ese mismo papa seleccionó a Karlic como uno de los siete redactores del Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, publicado bajo su papado.
El miembro más sobresaliente de esos siete obispos fue Joseph Ratzinger, posteriormente Benedicto XVI. En 2007, fue este último quien ungió a Karlic como cardenal, en línea con las coincidencias que ambos mantenían respecto de los asuntos de la Iglesia.
En Argentina fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) entre 1996 y 2002. Pero por fuera de los asuntos eclesiásticos, Karlic se involucró en la política argentina.
Creía, según declaró en más de una ocasión, que era inmoral no involucrarse en política, al menos en los momentos de crisis. Junto con el entonces cardenal Jorge Bergoglio (luego Francisco I), en 2001 fue uno de los impulsores de la Mesa de Diálogo que involucró al gobierno argentino y la mediación de las Naciones Unidas.
Sin embargo, una vez que Néstor Kirchner asumió la presidencia en mayo de 2003, las coincidencias entre la agenda eclesiástica y la política comenzaron a escasear.
Entre ambos ámbitos, el político y, sobre todo, el religioso, se constituyó como una voz de autoridad. En 2024, tras la muerte del cardenal Alexandre do Nascimento, el 29 de septiembre se convirtió en el cardenal vivo con mayor edad, con 98 años. Sostuvo esa cucarda hasta el 7 de diciembre de ese año, cuando se ungió como cardenal a Angelo Acerbi, de 99 años.