Sha’Carri Richardson, la velocista estadounidense ganadora de una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024, protagonizó un confuso episodio hace unos días en el aeropuerto de Seattle, cuando quedó detenida bajo custodia y pasó la noche en una prisión estatal. En las últimas horas trascendió el video captado por las cámaras de seguridad que exponen el motivo: se la ve empujando y maltratando a su pareja, el también deportista Christian Coleman.
Un guardia de seguridad del aeropuerto afirmó que fue testigo de cómo la velocista empujaba continuamente a su pareja mientras él intentaba seguir caminando. En las imágenes difundidas por los medios estadounidenses se ve cómo Richardson agrede a Coleman.
El reporte policial sostuvo que la velocista también le lanzó un objeto, presuntamente unos auriculares según la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés), a su pareja.
El altercado ocurrió el domingo 27 de julio, aunque el caso se cerró al día siguiente luego de que Coleman se negara a presentar cargos asegurando que “no fue una víctima”, por lo que Richardson fue liberada. Días después, ambos participaron en el Campeonato de Atletismo de Estados Unidos que se celebró entre el 31 de julio y el 3 de agosto en Eugene, Óregon.
El pasado domingo, Sha’Carri no pudo acceder a la final de los 200 metros planos tras finalizar cuarta en su eliminatoria, con un tiempo de 22.56 segundos, quedando fuera de los puestos de clasificación.
La estrella tejana de 25 años, ya clasificada para el Mundial de Tokio en septiembre como vigente campeona del mundo de los 100 metros, no ofreció declaraciones tras su participación, limitándose a desear a los periodistas un “bendito día” antes de abandonar la pista.
Por su parte, Coleman avanzó a la final masculina de los 200 metros tras finalizar segundo en su eliminatoria con un tiempo de 20.20 por detrás del campeón mundial Noah Lyles, quien lideró la serie con un sólido registro de 19.97. Finalmente quedó sexto en el certamen y salió a defender a su pareja.
“Personalmente, creo que fue una situación deplorable”, respondió al ser preguntado sobre el incidente en el aeropuerto. Y luego la defendió: “No creo que debieran haberla arrestado. Es decir, la gente tiene discusiones, emociones, todo eso. Hay cosas en las que necesita trabajar, por supuesto. Y yo también, ustedes también, todos. Pero soy una persona amable, misericordiosa y cariñosa. Es una gran persona y un gran ser humano, y siento que hemos sido excelentes compañeros de equipo todo el año. Simplemente tenemos dos personalidades dominantes. Para mí, es la mejor atleta femenina del mundo”.
