Patricia Bullrich usó casas construidas por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para hacer proselitismo inmobiliario. La ministra entregó 57 viviendas a gendarmes durante un acto en Córdoba. Son unidades ubicadas en la parte norte de la ciudad capital, donde está el segundo complejo más grande del país del histórico plan de viviendas: Liceo Procrear.
Originalmente fueron 1733 viviendas entre monoambientes, departamentos y casas de uno, dos y hasta tres dormitorios. Es una obra que se anunció en 2013 mediante un acuerdo entre el gobierno nacional que conducía Cristina Fernández de Kirchner y el entonces intendente radical cordobés, Ramón Javier Mestre (NdR: hoy el principal rival de Rodrigo de Loredo en la interna radical). Las obras comenzaron en 2014 y en noviembre de 2017 se comenzaron a adjudicar por sorteo. “Más allá de los colores políticos, desde el municipio y nación se está haciendo una mirada similar en las cuestiones sociales que son prioritarias a solucionar”, había admitido en ese momento el secretario de Desarrollo Urbano municipal, Mariano De Juan.
Sin embargo, hubo algunas unidades que quedaron sin asignar durante los gobiernos de Macri y Alberto Fernández. Permanecieron en un fondo fiduciario administrado por el Banco Hipotecario -del voluntarioso cooperador mileísta Eduardo Elsztain, que también maneja a través de un alfil la Agencia de Administración de Bienes del Estado- y fueron traspasadas al Ministerio de Seguridad que conduce Bullrich. Todo sucedió cuando Milei dio de baja el Procrear y disolvió el fondo fiduciario. La mayoría de las viviendas entregadas son departamentos del edificio que compone el sector 4 del complejo, en cuya entrada hizo Bullrich la puesta en escena.
La entrega de viviendas a las fuerzas que son la mano de obra de su política represiva se dio bajo la figura de casas institucionales, tal como intentó explicar Bullrich: “¿Qué significa que va a ser una casa institucional? Que no va a ser la casa que con esfuerzo cada familia de la Gendarmería se construye como vivienda definitiva para su familia. Muchos son de acá, muchos son de otras provincias y cuando dejan la carrera, pasan a retiro, quizás se van a vivir a su provincia de origen o por ahí tomaron cariño por Córdoba y se quedan acá”. Luego destacó que los alquileres que pagan los gendarmes -iguales a los de cualquier argentino o argentina- son demasiado elevados para su ingreso.
La ministra evitó explicar por qué el gobierno que integra se dedica a entregar viviendas construidas por otros gobiernos y no avanza en la construcción de nuevas unidades que ayuden a paliar la crisis habitacional que vive nuestro país. “No puedo responder esa pregunta porque no está en el ámbito del Ministerio de Seguridad. Nuestro lema es la libertad, la seguridad y la propiedad, queremos que cada argentino sea propietario”, alcanzó a musitar.
Consultada sobre por qué se privilegia a un sector como los miembros de la Gendarmería Nacional al regalarles estas viviendas mientras se les niega un aumento de 22 mil pesos a los jubilados, Bullrich dijo: “En este momento estamos priorizando la lucha contra la inflación. La previsibilidad y la estabilidad significan mucho”.
Sin dar demasiados detalles sobre la cuestión administrativa y la operatoria de esta entrega de viviendas, Bullrich solo alcanzó a decir que su deseo es “que rápidamente puedan ser escrituradas” y que “ya tenemos todos los trámites en la municipalidad de Córdoba y ya veremos cómo se logra lograr (sic) escriturar estas casas”.
Los vecinos UVA
Los distintos sectores del Liceo Procrear están poblados por familias que cayeron en la trampa de los créditos Procrear UVA que impulsaba Mauricio Macri. Esos créditos, con su cuota atada a la inflación, fueron un yunque para cientos de familias que mientras más pagaban, más deuda acumulaban. Todo al calor de una inflación que galopaba en empobrecedor contraste con salarios que remaban en dulce de leche.
Durante la gestión de Alberto Fernández muchos de esos programas pasaron a regirse por la Fórmula HogAr, que ata la cuota al Coeficiente de Variación Salarial (CVS) reemplazando la inflación y le pone un tope al porcentaje del ingreso familiar que el plan puede llevarse de la cuenta mensual.
Muchas de esas familias, que siguen pagando la cuota y tienen dudas respecto de si podrán alguna vez amortizar el capital de la deuda aún con la Fórmula HogAr, ahora tendrán que convivir con los gendarmes a los que la inmobiliaria Bullrich les hizo un lugar en el edificio de forma gratuita.
