un detenido comió un pedazo de pared, se atragantó y lo salvaron de milagro

un detenido comió un pedazo de pared, se atragantó y lo salvaron de milagro

Un raid delictivo protagonizado por dos motochorros terminó de la manera más insólita en una comisaría de Neuquén. En un intento de iniciar un amotinamiento, ambos delincuentes rompieron una pared, agredieron a los guardias con cascotes, pero uno de ellos subió un escalón más la apuesta: se comió un pedazo de pared. Pero, se atragantó con un pedazo de escombro y los efectivos tuvieron que trasladarlo de urgencia. Lo salvaron de milagro.

El insólito hecho tuvo lugar este domingo, pasadas las 17.30 cuando dos motochorros (24 y 26 años respectivamente), abordaron a un adolescente de 13 en el barrio Balcón del Valle en la capital de Neuquén y le pegaron para sacarle su morral. Le robaron el celular.

Minutos más tarde, un grupo de vecinos avisaba a la policía de que habían atrapado a uno de los ladrones, el otro escapó. Eso sí, el que se fugó tuvo que hacerlo a pie con la Motomel CX 150 cc. a rastras porque se la habían roto.

Según publicó el sitio Centenario Digital, agentes policiales de la Comisaría 5ta, interceptaron al segundo motochorro, el de 24 años. Fue en el cruce de las calles Chubut y La Rioja, por la zona del Barrio Ruca Niyeu, donde pudieron detenerlo.

Ambos recibieron golpes por parte de los vecinos que intentaron hacer justicia por mano propia y fueron inicialmente trasladados al hospital Natalio Burd de Centenario. Pero, durante el trayecto, el de 24 años intentó bajarse del patrullero. No lo logró.

La agresión contra los agentes policiales por parte de los motochorros (serían familiares) continuó en el hospital. Los escupieron e intentaron pegarles, a pesar de estar esposados. Esto precipitó la atención médica y fueron rápidamente llevados hacia la Comisaría Quinta. Pero los problemas con los motochorros continuaron en la celda.

Estando en la cárcel, ambos comenzaron a lesionarse. Rompieron una de las paredes de la celda y les arrojaron cascotes a los guardias que estaban en el lugar. A través de insultos e incitaciones, pretendían iniciar un motín con el resto de los detenidos.

Pero, como no encontraban asidero a la propuesta de amotinamiento, uno de ellos intentó hacer algo más que llamara la atención: se comió un pedazo de escombro, con tanta mala suerte que se ahogó.

“El joven se atragantó con el pedazo de mampostería y comenzó a ponerse azul, no podía respirar“, se sinceró una de las autoridades policiales, quienes llamaron a una ambulancia para su rápido traslado al hospital. Pero, no hizo falta. Uno de los agentes le practicó la maniobra de Heimlich (un procedimiento de primeros auxilios) y el motochorro pudo expulsar el pedazo de pared que había intentado tragar.

Por los disturbios, personal de la Comisaría 52 llegó de apoyo para los agentes de la Quinta que parecían desbordados. Tras sacar del trauma al ladrón de 24 años, intentó escapar por el pasillo del lugar. Aunque finalmente fue otra vez detenido y vuelto a encarcelar.