River venía dulce y sufrió un doble golpe este domingo. Es que a Marcelo Gallardo se fue con bronca porque su equipo no pudo ganarle al debilitado San Lorenzo en el Monumental. Y también por preocupación por la salud del delantero Maximiliano Salas, uno de los refuerzos de este mercado de pases, que tuvo que dejar la cancha apenas iniciado el primer tiempo.
Y es lógico el malestar del DT. Es que el Millonario había mostrado un muy buen nivel en su anterior presentación -el 4-0 a Instituto en Córdoba- y porque Salas parecía ser el catalizador de un sistema de juego que lucía reverdecido con las caras nuevas, entre las incorporaciones y los juveniles promovidos.
Pero el correntino salió a los 18 minutos del primer tiempo -fue reemplazado por el colombiano Miguel Borja– y las alarmas se encendieron porque sentía una molestia en la rodilla izquierda. Si bien salió por sus propios medios, desde el cuerpo médico se preocuparon por la sensación de incomodidad que les manifestaba el ex Racing, quien enseguida se colocó hielo y se vendó en la zona afectada.
Fue por eso que este lunes por la mañana Salas fue una clínica porteña para hacerse una serie de estudios. Enfundado en un equipo deportivo blanco con vivos negros, Salas llegó antes de las 9 y estuvo una hora y 12 minutos en el lugar. Y el primer indicio, antes de que trascendiera el diagnóstico, fue positivo. Es que salió sonriente y dispuesto a sacarse fotos y selfies con todos los que se le cruzaron por delante.
¿El motivo? Un rato después se supo que tiene una lesión leve. Sufrió un esguince del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda. La recuperación demandará 21 días lejos de los campos de juego.
Se trata de una buena noticia a medias. Es que se temía un escenario peor, más allá de que se perdería cuatro partidos y llegaría con lo justo a la revancha del duelo contra Libertad de Paraguay, por los octavos de final de la Copa Libertadores.
En el medio, además del partido de ida contra el elenco guaraní, previsto para el jueves 14 de agosto, en Asunción, el Millonario debe jugar contra San Martín de Tucumán (el 2/8 por la Copa Argentina); ante Independiente (el 9/8, en Avellaneda y por el Clausura) y frente a Godoy Cruz (el fin de semana del 17/8, en Núñez, también por el torneo local).