Vélez tuvo la intensidad que los mellizos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto quieren de sus equipos e impuso las condiciones durante buena parte del encuentro disputado en Liniers utilizando todo al ancho del campo, pero los fallos en la definición y las buenas intervenciones de Manuel Roffo contribuyeron a un fecha con poco gol en el fútbol argentino. Del otro lado, Instituto aprovechó distracciones de su rival para generar ocasiones claras de gol, pero también la faltó claridad en los metros finales. A fin de cuentas, el 0-0 es un resultado justo para lo hecho por ambos a lo largo de los 90 minutos.
No se había cumplido el primer minuto de juego en el estadio Jose Amalfitani cuando Vélez presionó en campo propio cerca de la mitad de la cancha a Instituto, recuperó la pelota y lanzó un rápido contraataque. Posteriormente, Maher Carrizo desbordó por la derecha y tiró un centro lleno de veneno que Braian Romero no llegó a conectar. Fue un aviso del Fortín, que luego se acercó al gol con un remate de media distancia del propio Romero y tuvo la ocasión más clara antes del cierre del primer tiempo con un disparo de Imanol Machucha al bordel del área chica que tapó el arquero Roffo. Hasta allí, el equipo cordobés priorizó cuidar el cero y atacó a cuentagotas.
Sin embargo, a partir de allí el conjunto velezano entró en altibajos, tuvo tramos de confusión y le permitió reaccionar a los dirigidos por Daniel Oldrá. Un cabezazo de Matías Fonseca que se fue apenas desviado, un gol de Manuel Romero anulado correctamente por fuera de juego y una atajada poca ortodoxa de Tomás Marchiori con el codo ante un remate violento de Jonás Acevedo le aportaron una cuota de paridad al partido.
Pese a las pocas obligaciones de una fase regular en la que clasifican 8 de 15 equipos, el de este sábado de presentaba como un partido más que importante para Vélez en la antesala de una seguidilla de cuatro encuentros de alta complejidad: enfrentará a San Lorenzo e Independiente en las próximas dos fechas, con los duelos de octavos de final de la Copa Libertadores ante Fortaleza en el medio.
En este contexto, y ante el empuje de su público, el local se mantuvo como un equipo intenso y dinámico, buscó imponer se juego vertical, pero cayó en la trampa de la visita y en sus propias imprecisiones. Instituto le cerró todos los caminos, más allá de alguna ocasión mal resuelta por los jugadores de ataque de Vélez, y consiguió pararse unos metros más adelante que en la primera mitad, pero tampoco tuvo claridad y todo terminó en un anunciado 0-0.