“Nunca te vas a quedar sin leer porque no tenés plata”

“Nunca te vas a quedar sin leer porque no tenés plata”


“No puedo callar mi mente, me cuesta desconectar, estoy todo el tiempo a full, pensando en cómo hacer para que la plataforma funcione mejor y tenga más herramientas”. Ignacio Damiano, licenciado en letras, publicista y docente, es el creador de “Pila de libros”, el primer tinder literario que empezó tímidamente a fines de 2020 con un eslogan tentador: Nunca te vas a quedar sin leer porque no tenés plata.

“Es el compromiso ético que me propuse desde mi micromilitancia cultural y hasta hoy lo estoy pudiendo cumplir”, infla el pecho.

La iniciativa que arrancó “muy de nicho” fue creciendo paulatinamente pero sin pausa: hoy cuenta con 15.000 usuarios activos, 50.000 libros cargados y disponibles y hasta la fecha se llevaron a cabo 180.000 intercambios. “Me emociona cómo la gente se engancha con el canje, algo que yo vengo haciendo desde muy chico, época en la que iba al Parque Centenario y, como muchos, buscábamos los libros que nos pedían en el colegio. Bueno, ese metier me acompañó siempre”.

Acepta que esta plataforma es un tinder literario, nombre que alguien le sugirió y al principio le resultó antipático. “Es que podría prestar a la confusión, pero después me encantó porque es eso, un match que aparece a partir de la afinidad en la lectura. A ver… la finalidad es la búsqueda literaria, de eso no hay dudas, pero el encuentro social que cierra el círculo es absolutamente clave y lo que podría darle un sabor distinto a la coincidencia inicial”, subraya.

Damiano hizo una inversión inicial de 2.000 dólares y hoy tiene una ganancia de 1 millón de pesos al mes: “Está claro que es por amor al arte”.

“Convengamos que los libros también matchean personas, ¿no? Yo si conozco tu biblioteca, sé mucho más de vos, que por tu forma de vestir, que por la comida que comprás, o que por el barrio en donde vivís. Una persona leyendo un buen libro, en realidad, para mí, es un libro recomendándote una persona. Entonces, cuando matcheás un libro, también matcheás una persona. Pero aparece una conexión, una sinergia en ese compartir la lectura que es maravilloso”, grafica Damiano al mundo virtual literario que lo tiene cautivado

“Cuando matcheás un libro, también matcheás una persona, pero aparece una conexión en ese compartir lectura que es maravilloso”, comparte Ignacio Damiano.

Lector voraz, acopiador de colección, dice que “la plataforma es la mejor manera de renovar la biblioteca sin gastar un mango. Lo que me parece piola es que se trata de un vínculo que surge online y concluye offline, porque llega el momento en que dos personas se encuentran para intercambiar los ejemplares. Ahí es cuando emerge el componente personal, el face to face en el que, irremediablemente, se hablará de gustos literarios, se intercambiará alguna idea, alguna recomendación”.

Y subraya: “A diferencia del tinder original, aquí la primera impresión no es visual, sino intelectual. Por más que la persona no te guste, sí existe un vínculo, una coincidencia, un tema para charlar”.

Si bien Damiano está en el juego cotidiano, no participa activamente, aunque reconoce que “cuando veo alguna joyita, me tiento y también busco el matcheo. Es que una de las cosas que más me han sorprendido es la calidad de los libros que se cargan. No es que alguien se saca de encima un ejemplar que estaba debajo de una maceta, no, es un ejemplar valioso, entonces cuanto más valioso sea lo que uno tiene para canjear, más valioso será lo que consiga”.

Sobre cómo es la carga del material, cómo se sube a la plataforma, explica con sencillez: “Se entra a piladelibros.com, se pone el título, el autor y la editorial de lo que se ofrece. Pero si se agrega una foto del ejemplar ayudará a darle mayor visibilidad y a tener también una idea del estado. Ojo, también estoy al tanto de libros que están deteriorados, pero por lo general cuando se carga se avisa sobre su aseo y presentación”.

Se pueden dar de alta hasta 2 libros por mes de manera gratuita. O 6.500 pesos para hacer un intercambio ilimitado.Se pueden dar de alta hasta 2 libros por mes de manera gratuita. O 6.500 pesos para hacer un intercambio ilimitado.

A propósito de las cargas de libros y la suscripción, el autor sostiene que “se pueden dar de alta hasta dos libros por mes de manera gratuita y hacer sendos intercambios. Pero si se accede al Club Pila de Libros, por el valor de un cuarto de libro -parodiando al menú de McDonald’s-, se puede tener una carga e intercambio ilimitados. Son $ 6.500 que, por lo que estuve averiguando representa la cuarta parte del costo de un libro promedio que orilla los $ 26.000″.

Además, con el pago de este monto “se tienen beneficios en otros rubros, tales como gastronomía, ocio o locales de indumentaria”.

Sin embargo, insiste con su premisa: “Nadie se queda a pata, nadie se queda sin lectura. Quizás suena utópico, pero la lectura debería ser un derecho, no un privilegio… Lo digo por el actual precio de los libros, que casi toda la vida fueron accesibles pero en los últimos años se encareció tanto que hay libreros, me consta, que prefieren importar desde España”.

Un aspecto que le produce cosquilleo es que cuando se da el intercambio “varios van al encuentro con un chocolatito, un bombón o una cartita haciendo como una reseña sobre el libro que está por entregar. Y realmente me movilizan esos detalles”, remarca Damiano.

“La mayoría de los usuarios son de entre entre veintipico y los cincuenta y tantos, y que el público femenino es ampliamente superior, te diría que en un 70-30. Indiscutiblemente la mujer lee más, no tengo dudas al respecto”.

Casi cuchicheando y entre risas, susurra que muchos encuentros fueron más allá. “Se han formado amistades, parejas y hasta una familia. Tengo entendido que un muchacho y una chica pegaron onda en el intercambio y hoy se convirtieron en padres, tuvieron un bebé, no lo podía creer”, revela este futbolero hincha de Atlanta.

El autor material e intelectual de la plataforma hace saber que “sólo está prohibida la circulación de dinero, después está entre los interesados el ponerse de acuerdo. Claro está que hay libros que pueden llegar a valer 30 o 40 mil pesos, y otros 10 o 12 mil, con lo cual tranquilamente puede darse el dos o el tres por uno. Hace poco subieron Borges, de Bioy Casares, un libro que cuesta fortuna y encima está descatalogado. Imaginate lo que generó en la plataforma, el que lo subió tuvo en minutos cien propuestas de intercambio, de las cuales 95 eran por libros muchísimo menores”.

"Sólo está prohibida la circulación de dinero, en cuanto al resto, ya depende de ponerse de acuerdo", apunta Damiano.“Sólo está prohibida la circulación de dinero, en cuanto al resto, ya depende de ponerse de acuerdo”, apunta Damiano.

Justamente en este punto es en el que Damiano quisiera innovar la plataforma. “Sería útil que se pudiera tener categorías para no poner a todos en la misma bolsa. Pienso en un rubro que podría ser de joyas, tesoros o incunables, estamos viendo cómo implementarlo, no es sencillo”, desliza el hacedor de Pila de Libros, que funciona en 12 países de habla hispana, “con México, España y Chile a la cabeza entre los extranjeros”.

Objetivo, realista, el emprendedor digital habla de expectativas y de realidad. “Las primeras son muy altas; la segunda está basada en números. En cinco años se hizo mucho, el potencial que tiene la plataforma es enorme, pero de ahí a poder llevarlo a cabo es diferente. Estoy muy agradecido por el feedback que hay en la gente, eso no tiene precio, y para mí es una pegada que me llena de orgullo porque se trata de la primera plataforma en su tipo a nivel mundial, pensada y desarrollada en Argentina”.

Habla de “feedback” Damiano, y basta con ingresar al Instagram de Pila de Libros para advertir los nutridos comentarios: “La mejor red social del universo. El primer match es emocionante, un camino de ida. Evangelizadora de Pila desde que mi biblioteca creció tanto”, escribió Luciana Galván.

“Me encanta la idea. Qué falta hace hoy en día iniciativas así, para romper barreras y volver a encontrarnos cara a cara”, puntualiza R. Sánchez. “Amo este tinder y lo que genera. He cambiado y sigo haciéndolo por correo y personalmente. Gente linda siempre”, posteó Dolores Ocampo.

En tren de sueños, siente Damiano que “lo desvela esa posibilidad de poder contagiar ganas de leer. A mí los libros me salvaron la vida, me permitieron viajar, sentir, imaginar, seducir y ser seducido, jugar… No estoy inventando nada con esto, el trueque de libros existe de toda la vida, pero el valor diferencial está en la comunidad que se formó.

Y concluye: “La plataforma soluciona tres problemas: quiero leer y no tengo plata; quiero charlar sobre lo que leí y no tengo con quién; y quiero leer y no sé qué. Lo más lindo es que trasciende la web y se convierte en un club en el que te vas a encontrar con gente que practica el mismo deporte”.