“Esta es la banda loca del Millonario, yo lo sigo a River a todos lados, Millonario yo te quiero ver campeón”…Y así es como dice la canción. Los hinchas de River siguieron a sus colores hasta el noroeste de Estados Unidos, casi al límite con Canadá. Sí, los fanáticos de la banda roja volvieron a Seattle después del paso por Los Ángeles y le dieron otra gran muestra de amor a sus jugadores.
“Se viene la banda de River se viene la banda de River”, gritaban con fuerza mientras esperaban al micro que traía al plantel desde el complejo del Seattle Sounders al hotel The Westin, donde se alojaron Gallardo y compañía en esta ciudad.
Y cuando divisaron el ómnibus, explotaron. Con banderas de palo en mano empezaron a saltar por las calles que estaba cortadas y válidas y a alentar a los jugadores que miraban desde el micro y golpeaban los ventanales para unirse a la comunión roja y blanca.
El banderazo había comenzado a las cinco de la tarde de acá, en Victory Hall, un bar de dimensiones grandes que queda a la vuelta del Lumen Field, en el que se organizó un evento para que los hinchas pasaran un grato momento, con música, bebida, comida y mucho rojo y blanco. Hasta al ex presidente Rodolfo D’Onofrio se lo vio allí con la camiseta puesta como un hincha mas.
Y después, la mayoría de los hinchas caminaron un poco más de 2 kilómetros hasta la puerta del hotel The Westin a recibir a los jugadores.
Y ahí aparecieron las banderas de cancha y los bombos. “Todo lo que yo viví, todo lo que yo dejé”, cantaban. Y siguió un “el que no salta es un bostero”.
No podían olvidarse del eterno rival, mucho menos el día de la eliminación de Boca. “Ohhhh, no llevaron gente, los g… los docentes”, fue el hit que crearon para la ocasión en referencia al empate de Boca con el amateur equipo del Auckland City en Nashville, donde las tribunas estuvieron despobladas. Y siguieron con un clásico: “Shhhh…Un minuto de silencio para Boca”…
De todos modos, enseguida volvieron a enfocarse en su equipo, ya que no habrá fiesta completa si River no avanza a los octavos de final.
“Ponga huevo, huevo Millonario, ponga huevo, huevo sin cesar, que mañana cueste lo que cueste, que mañana tenemos que ganar”, entonaron con fuerza y una gran expectativa.